Santo Tomé ha contribuido a potenciar ese emblema al haber sabido mantener la tradición y proyectarla al ámbito nacional e internacional con importantes innovaciones, tanto para mejorar la calidad de sus productos como para actualizar y modernizar la imagen de marca. Toledo, mazapán y Santo Tomé son ya una misma cosa que no puede disociarse.

En el centro histórico de Toledo se encuentra el Obrador y la primera Confitería Santo Tomé, que cuenta también con tiendas en otros puntos de la ciudad y no para de crecer de forma real y virtual (poseen el dominio del término “mazapán”. http://mazapan.com/). Desde 1856 elaboran sus productos de forma artesanal, “sin añadir nada que desvirtúe el sabor tan especial del mazapán. Queremos que la tradición de este producto tan emblemático para la ciudad continúe viva”, explica su consejero delegado, Jerónimo de Mesa.

Productos básicos y naturales

Los mazapanes del Obrador de Santo Tomé se distinguen por su cuidada elaboración artesanal y porque utilizan únicamente ingredientes naturales y de primera calidad, indican en su web oficial. Rechazan todo tipo de conservantes “para ofrecer un producto fresco y natural, con el inigualable sabor que lo distingue. Sus ingredientes, enraizados en la dieta mediterránea, lo convierten en un alimento sano y muy energético, un buen complemento para una vida activa. Pero también es un delicioso placer, incluso para los paladares más exigentes”.

*Almendras levantinas, cuidadosamente seleccionadas y limpias

*Azúcar refinado de extrema limpieza y blancura

*Miel pura de abeja, genuinamente alcarria.

*Huevos de granjas cercanas a nuestro obrador que nos suministran cada día el producto más fresco, previa una escrupulosa selección.

Calidad y tecnología

Santo Tomé, empresa de larga trayectoria, con más de 150 años de antigüedad, siempre ha pretendido mantener y superar una línea de calidad en todos sus productos y servicios.

“Creemos que nuestro empeño no ha sido en vano y así nos lo demuestran nuestros clientes día a día confiándonos sus encargos”, explica Jerónimo de Mesa, que estos días, junto a la directora general, la potente Inés Gárate, y el resto del nutrido equipo de Santo Tomé viven un tiempo de trabajo enfebrecido. “No obstante lo anterior, y tratando de evolucionar positivamente, siempre en aras de un mejor servicio y atención hacia nuestros clientes, decidimos implantar los sistemas de control de calidad más apropiados para nuestra empresa, estos son: Sistema de Gestión de la Calidad UNE-EN ISO 9001:2008 y el Sistema de Gestión de la Seguridad Alimentaria UNE-EN ISO 22000:2005, ambos sistemas certificados por AENOR”.

El arte del mazapán

Los maestros pasteleros de Santo Tomé han conjugado el trabajo artesanal de su oficio con la creación artística y monumental a partir de un único material: el mazapán. Sus escaparates han sido uno de los atractivos permanente de las confiterías con reproducciones de monumentos toledanos que han asombrado a propios y extraños. Este trabajo que trasciende lo artesanal se ha visto culminado con la creación del Quijote más grande del mundo con la que Santo Tomé contribuyó a la celebración del IV Centenario de la Muerte de Miguel de Cervantes.  Es una obra de 3,5 metros de altura elaborada con 600 kilos de pasta de mazapán que se apoya en sus dos piernas y la capa y que, tras entrar en el libro Guinnes de los Récords, se exhibe en la pastelería de la calle de Santo Tomé.

El pasado 9 de noviembre Santo Tomé obtuvo un nuevo galardón al ser reconocida como la Empresa Tradicional del Año por los Premios al Mérito Empresarial 2016 de Castilla-La Mancha que concede la Junta de Comunidades y que tienen como objetivo “distinguir públicamente a aquellas empresas que, de manera notable y extraordinaria, hayan contribuido al desarrollo de la actividad económica en Castilla-La Mancha, sirviendo de ejemplo en sus ámbitos específicos y contribuyendo a la mejora de la competitividad, con un enfoque socialmente responsable”. Eso es Santo Tomé.

Así se trabaja en el Obrador Santo Tomé hora a hora: