El Hospital de Toledo marca un hito importante en trasplantes de riñón
La Coordinación de Trasplantes del Complejo Hospitalario de Toledo ha registrado a lo largo de 2017 un total de 45 trasplantes renales, cuatro más que en 2016, lo que supone que desde el 7 de marzo de 2007 fecha en que comenzó el programa en el centro sanitario toledano se han contabilizado un total de 383 injertos renales.
Los coordinadores de Trasplantes de Toledo, el doctor José María Díaz y la enfermera Soledad García, han mostrado su gratitud a todas aquellas personas que han hecho posible alcanzar esta cifra a lo largo de este año, tanto a los donantes y sus familias como a los profesionales sanitarios, coincidiendo con el Día Mundial del Riñón, que se celebra mañana 8 de marzo.
Asimismo, y según han informado en nota de prensa desde el Gobierno regional, han destacado que todos los trasplantes son posibles gracias a la labor y al esfuerzo de un equipo multidisciplinar formado por nefrólogos, intensivistas, urólogos, anestesiólogos, patólogos, enfermeras, auxiliares y personal sanitario que junto a los coordinadores de trasplantes participan tanto en la extracción de órganos como en los trasplantes.
Edad media
La edad media de los donantes fue de 56 años. De modo similar a lo acontecido en años anteriores, en el 60 por ciento de los casos la causa de fallecimiento fue el accidente cerebrovascular hemorrágico.
En cuanto a la tasa de negativas familiares, los coordinadores de Trasplantes los responsables han destacado que se ha conseguido alcanzar el 7 por ciento, una cifra por debajo de la media nacional del 12 por ciento, lo que representa la tasa más baja conseguida en la Coordinación del Complejo Hospitalario de Toledo
En cuanto a donación de médula, en 2017 se registraron 794 nuevos donantes en Toledo y se han impartido 30 charlas de sensibilización a estudiantes de 4º de la IES dentro del Plan Regional de Negativas a la Donación, impartiendo durante el pasado año.
"La generosidad y solidaridad de los familiares de los donantes que en los momentos más duros, el fallecimiento de un familiar, deciden dar vida a otra persona que lo necesita es un gesto de un valor incalculable, porque sin ellos no sería posible llevar a cabo estos programas", han destacado los coordinadores.