Un enclave prehistórico de Castilla-La Mancha, centro ceremonial de una religión solar
Castillejo del Bonete, el yacimiento prehistórico de Terrinches (Ciudad Real) declarado Bien de Interés Cultural (BIC), fue un centro ceremonial vinculado a una religión solar donde el orto del solsticio de invierno parece que tuvo un especial protagonismo. Tanto su ubicación como las alineaciones definidas por sus muros refuerzan su simbolismo astronómico y la importancia de los elementos astrales en el mundo funerario, ritual y religioso de la Prehistoria reciente de La Mancha.
Según ha informado en nota de prensa el Consistorio de Terrinches, esta es la principal conclusión de las últimas investigaciones interdisciplinares de carácter arqueastronómico de los doctores Luis Benítez de Lugo, arqueólogo y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, y César Esteban, astrofísico y profesor de la Universidad de La Laguna, publicados por la revista SPAL, Revista de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, tras superar un proceso de revisión.
El punto más relevante del estudio de los dos investigadores es la verificación de que el centro ceremonial de Castillejo del Bonete muestra un marcador del amanecer del solsticio de invierno en la montaña más peculiar de su horizonte (la giennense Peña del Cambrón), así como alineaciones con este y otros eventos solares singulares, tales como el equinoccio y el solsticio de verano.
Los marcadores y las orientaciones hacia el amanecer del solsticio de invierno pueden también estar presentes en otros sitios contemporáneos cercanos, como son la necrópolis del Cerro Ortega en Villanueva de la Fuente y la Motilla del Azuer en Daimiel, pero Castillejo del Bonete constituye la primera evidencia de un marcador solar en un túmulo prehistórico de la Península Ibérica, lo que indica que su ubicación fue cuidadosamente elegida y que su construcción refleja su simbolismo astronómico.