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El Festival Celestina se presenta este sábado en el Museo del Greco de Toledo con El Burlador
El Museo del Greco de Toledo acogerá este sábado la presentación teatral con carácter promocional del Festival Celestina. La obra, de 30 minutos de duración, se representará en dos pases -a las 20.00 horas para prensa y autoridades y a las 21.30 horas para el público general-. Para esta ocasión se representará la pieza teatral 'El Burlador (teatro furtivo)', adaptación de la obra de Tirso de Molina.
La obra será representada por la Asociación Cultural Festival Celestina, que nació de la necesidad de dar continuidad al trabajo teatral que desde hace 18 años se realiza en torno al festival, tanto en los estrenos anuales como en los distintos actos culturales que se realizan durante todo el año, según ha informado el museo en nota de prensa. A lo largo de este tiempo se han estrenado más de quince títulos para dar contenido al Festival Celestina, con la participación de más de 130 personas en dichos montajes, que son la base del festival anual.
El burlador
Don Juan, el burlador amado y odiado por los hombres, castigado y premiado por el cielo, es un excelente punto de partida para entretener y motivar reflexiones sobre el mundo actual, las relaciones sexistas y la lucha entre los géneros. En definitiva, hablar sobre la honradez y el respeto en el amor, sobre cómo los seres humanos convierten a veces en tragedia y dolor lo que debería ser fuente de dicha.
El montaje de 'El Burlador' cuenta la historia primigenia de don Juan. "Resulta interesante transmitir al espectador el origen de uno de los temas más recurridos, la semilla que más tarde se convertiría en uno de los grandes mitos de la literatura universal y constante en las lumas españolas", han señalado desde el museo.
La comedia será el recurso, el juego y los ardides de un grupo de comediantes que, además de luchar contra la precariedad propia de su oficio, tendrán que burlar la vigilancia de una ley que ha prohibido el teatro y los espectáculos en plaza pública según un decreto de Felipe II, donde se llegó a comparar el teatro con un arma capaz de derrocar un imperio y se veía en el arte de la comedia el mismo peligro que la duplicación de llaves o el hurto.
El ritmo está garantizado por una versión que acerca el lenguaje y dinamiza la acción apoyándose en canciones, juegos escénicos que se basan en la capacidad expresiva del actor buscando una puesta en escena sencilla, donde la historia de 'El Burlador' va en paralelo con la historia de los cómicos, su miserias, amores y sueños.
