Alumnos de varias universidades reconstruyen en Castilla-La Mancha la vida en una antiquísima ciudad
Estudiantes de los grados de Historia y Arqueología de las universidades Complutense de Madrid, Granada, Extremadura, Oviedo y Nantes (Francia) recuperan estos días la vida de los habitantes de la antigua ciudad islámica Calatrava La Vieja, a partir de los restos encontrados en los trabajos de excavación que están realizando en el foso interior que separa el alcázar de la medina, un espacio que funcionó como vertedero durante siglos, en la zona más próxima a las murallas más antiguas del yacimiento, construidas entre los siglos V a.C. y VIII d. C.
Así lo ha podido comprobar en su visita a este yacimiento arqueológico la alcaldesa de Carrión, Ana López, quien, acompañada de los directores y responsables del proyecto, Manuel Retuerce y Miguel Ángel Hervás, se ha interesado por las labores de estos veinte alumnos, repartidos en dos turnos, alguno de los cuales repiten por cuarta vez su presencia en este importante yacimiento del centro de la Península.
La primera edil ha señalado en su visita que “gracias a estos proyectos es posible conocer un poco más de nuestra historia, además de poner en valor nuestro patrimonio cultural, objetivo de este equipo de Gobierno que, desde el año 2013, asumió la gestión de este yacimiento arqueológico, habiendo conseguido un incremento progresivo del número de visitantes”.
XX Jornadas en torno al yacimiento de Calatrava La Vieja
López ha avanzado también, durante la visita, que el próximo mes de octubre se celebrará la XX edición de las Jornadas en torno al yacimiento de Calatrava La Vieja, para lo cual se está trabajando con las asociaciones locales a través de una comisión, con el fin de implicar al mayor número de vecinos de la localidad en la promoción y difusión del yacimiento. Como subraya, “todos están muy implicados en el proyecto y en breve se publicitará el programa de actividades, esperando conseguir con ello la visita de un gran número de turistas a la localidad”.
Por su parte, los doctores arqueólogos Retuerce y Hervás han explicado que este proyecto, bajo la fórmula de curso de arqueología para estudiantes universitarios, está gestionado desde la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid y cofinanciado por la viceconsejería de Cultura del Gobierno de Castilla-La Mancha a través de su programa de ayudas a la investigación, así como por la Asociación Española de Arqueología Medieval. La intervención “se centra en la excavación del sector oriental de la medina (es decir, de la parte civil de la ciudad intramuros), y supone la continuación de los trabajos desarrollados en este mismo sector del yacimiento en campañas anteriores”.
Durante las excavaciones en el foso interior se ha encontrado piezas de cerámica, restos de hueso con cortes de carnicería, metales y vidrio, entre otros, que son los elementos que mejor relatan los modos de vida de los antiguos habitantes.
En esta edición, el curso de Arqueología tendrá dos turnos y una duración total de cuatro semanas, del 15 de agosto al 12 de septiembre. Los trabajos del proyecto vigente se están desarrollando bajo la dirección de Retuerce y Hervás, que son responsables del proyecto de investigación global desde sus inicios en 1984 y que “pretende profundizar en el estudio del último periodo de ocupación de la ciudad (siglos XII-XIII), a lo largo del cual se sucedieron en Calatrava una fase de dominio almorávide (1090-1147); un primer periodo de ocupación cristiana (1147-1195) con presencia de la Orden del Temple (1150-1157) y la posterior fundación de la Orden de Calatrava (1158); una fase almohade (1195-1212); y una nueva ocupación cristiana (desde 1212)”.
Los resultados obtenidos hasta el momento han sido muy significativos, con el hallazgo de destacados elementos defensivos (corachas, torres pentagonales y albarranas, puertas en recodo…), el acondicionamiento de los recorridos de visita, y la dotación de diversos servicios e infraestructuras. Entre 2001 y 2008 se puso al descubierto una parte importante de la trama urbana medieval, lo que proporcionó nuevos e interesantes datos acerca de la estructura de la antigua medina islámica y su posterior ocupación en época cristiana.
También, durante la excavación de la medina, encontraron la vivienda más grande hasta ahora excavada en este yacimiento, con una superficie de 600 metros cuadrados, que era muy distinta a las viviendas al uso encontradas hasta el momento, que disponían de un pequeño zaguán, un pasillo, una habitación sencilla y otra doble.
Excavaciones en el foso interior
Como informaron durante la visita Hervás y Retuerce, desde 2009 hasta la actualidad, se está llevando a cabo el vaciado del foso interior que separaba la medina del alcázar, con el objetivo de completar la documentación del urbanismo asociado de los siglos XIII al XV, y sobre todo, porque es el lugar idóneo para conocer los modos de vida de los habitantes de la época.
El motivo por el que se realizan excavaciones en este foso interior es porque es el más próximo a las estructuras defensivas más antiguas, es decir a las muralla islámica, del siglo VIII que está montando sobre una muralla ibérica, que data del siglo V a.C.
El objetivo del proyecto desde su origen, como señalan ambos arqueólogos, es la obtención de un determinado volumen de conocimiento histórico de calidad científica que después pueda ser difundido; la recuperación de los valores monumentales del sitio; la difusión del pasado histórico de la región a través del conocimiento exhaustivo de las diferentes etapas históricas documentadas en Calatrava la Vieja; y la puesta en valor del yacimiento para su visita y disfrute por parte de los ciudadanos.
Calatrava La Vieja
La ciudad de Calatrava fue fundada en el siglo VIII por la dinastía omeya en el sector central de la Marca Media de Al-Ándalus. Durante cinco siglos fue la capital de un extenso distrito administrativo andalusí en la región del Alto Guadiana. En los siglos XII y XIII se convirtió, además, en la clave del sistema defensivo del reino de Toledo, y cambió varias veces de manos en el conflicto que enfrentó a al-Ándalus con el reino de Castilla.
Calatrava La Vieja es ciudad ibérica, ciudad islámica y convento de fundación de la Orden de Calatrava, por lo que este yacimiento arqueológico fue de suma importancia en el pasado, ya que desde aquí, se controlaba el tránsito norte-sur. Además era el más cercano al río Guadiana, el cual hacía de frontera natural.
Entre otros detalles, los arqueólogos explicaron a la alcaldesa y al concejal que en Calatrava La Vieja se situó una destacada industria alfarera a partir del siglo VIII. Esto se debe a que era una ruta de paso entre Córdoba y Toledo, dos ciudades que eran muy importantes para el imperio musulmán, y entre el Atlántico y el Levante.
De hecho, se han encontrado ya tres hornos en el alcázar, con producciones mudéjares, es decir, de época cristiana pero con la influencia de la tradición islámica, que están tapados con una cubierta y que serán investigados en futuras campañas.