Hallan múltiples enterramientos infantiles en un yacimiento castellano-manchego que no deja de sorprender
El equipo de arqueólogos que excava este verano en Castillejo del Bonete el yacimiento prehistórico de Terrinches (Ciudad Real), declarado Bien de Interés Cultural (BIC), ha hallado múltiples enterramientos infantiles al final de la galería 4, que se encontró el año pasado bajo el monumento tumular y en la que se centra la campaña de este año.
Aunque no es la primera vez que aparecen restos de niños en la cueva del centro ceremonial, sí lo es el hallazgo de dos enterramientos depositados en el interior de pithoi (recipientes cerámicos). Se trata de restos que se encuentran en muy buen estado de conservación por lo que permitirán avanzar en el estudio de este centro ceremonial orientado a los solsticios y vinculado a una religión solar.
El hallazgo es “sorprendente”, a juicio del equipo que dirigen los profesores doctores, el arqueólogo Luis Benítez de Lugo y la arqueóloga forense María Benito. Ambos, a falta del estudio antropológico, consideran que la situación de los enterramientos infantiles podría indicar una sectorización del espacio cementerial, que dividiría la población entre adultos y subadultos.
La campaña de excavaciones 2018 finalizará en los próximos días y el primer balance no podría ser más exitoso, ya que también se han localizado huesos de al menos 20 individuos en el interior de la cueva. Así lo considera el alcalde de Terrinches, Nicasio Peláez, que recuerda que el año pasado el Plan Regional de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de Castilla-La Mancha permitió encontrar esta nueva galería subterránea que ha permanecido sellada desde la Prehistoria.
Peláez explica que en la campaña de este año, cofinanciada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Terrinches con 33.080 euros, en la que han participado alumnos de la Universidad Complutense de Madrid y trabajadores del Plan de Empleo del Ayuntamiento, ha sido muy fructífera. “Se han realizado numerosos hallazgos que permiten entender el ritual funerario y religioso practicado en Castillejo del Bonete dos mil años antes de Cristo, durante la Edad del Bronce”, afirma.
En la dirección de esta campaña de excavaciones han participado además las arqueólogas Inés Pérez Guzmán y Uxue Pérez Arzak, así como las antropólogas Alexandra Muñoz e Isabel Beltrán.
Sobre Castillejo del Bonete
Castillejo del Bonete fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2014 y cuenta con financiación a través de la línea de ayudas a proyectos de investigación competitivos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Es un santuario solar compuesto por varios túmulos conectados entre sí mediante corredores. Todo el complejo monumental fue edificado sobre una cueva natural que consta de varias galerías. La cueva, que ha permanecido sellada desde la Prehistoria hasta su descubrimiento en 2003, está acondicionada mediante construcciones diversas. También cuenta con arte rupestre esquemático. Tanto su interior como los túmulos exteriores fueron empleados recurrentemente durante más de cinco siglos para enterrar personas, depositar objetos y realizar ritos de comensalidad.
Su origen data de la época del Bronce de La Mancha, la denominación historiográfica genérica de la subdivisión espacial y temporal de la Prehistoria en la península ibérica también conocida como Cultura de las Motillas. Grupos humanos sedentarios, que basaban su sustento en la ganadería y la agricultura, ocuparon el territorio actualmente conocido como La Mancha (gran parte de la provincia de Ciudad Real, prácticamente toda la de Albacete y parte de las de Toledo y Cuenca) a partir del Calcolítico, constituyendo uno de los sustratos indígenas que dio origen a la cultura íbera.