Arranca el Carnaval de Alcázar de San Juan con un tímido periodista disfrazado de Torrente
El Carnaval es una fiesta que invita a desinhibirse, a adentrarse en el mundo vistiendo, por unos días, la piel de otro, creando un personaje. Esto es algo que el periodista Carlos Abengózar Raboso sabe muy bien porque, como dijo en el pregón, es un gran tímido. Y, como todos los tímidos, era consciente que ser el pregonero del ‘Carnavalcázar 2018’, con la reciente declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional, suponía una responsabilidad muy grande. Más aun cuando, en la intimidad, siempre ha sido un pregonero de excepción de esta fiesta y de la ciudad.
Así lo confirmaron sus propios amigos, los de dentro y especialmente los de fuera, que han aprendido a amar Alcázar de San Juan, a conocer su historia y el Carnaval gracias a la pasión que tiene Carlos por su localidad natal. Amigos y amigas de los que se rodeó para hacer su pregón, porque sin ellos no concibe esta fiesta. Para sentirse seguro, por un lado, y para ser consciente que, el pasado viernes 21 de diciembre, no podía defraudar a los numerosos convecinos que se acercaron a escuchar su pregón en el Museo Municipal.
Carlos reivindicó la esencia más pura del ‘Carnavalcázar’, la mascarita. Ese disfraz que se confecciona con lo que tenemos por casa, con una máscara, un trozo de tela y una peluca. Ese Carnaval que llama a la creatividad y plantea un mágico escenario que nos aleja de la vida virtual -“no todo está en las redes sociales”- y nos pone los pies en la tierra, acercándonos a la auténtica diversión, esa que se comparte cara y cara y se contagia de unos a otros.
Y es que el pregón de Carlos fue de todo menos vacío, aprovechando la ocasión no sólo para reivindicar esta fiesta popular con más de 200 años de antigüedad, sino para reclamar un mundo más humano e igualitario, en el que la imaginación y los sentimientos tengan cabida y en el que la utopía violeta deje de ser eso, una utopía, y las mujeres puedan vivir y divertirse sin miedo, porque “no, es no”.
El reto que planteaba ser el pregonero del ‘Carnavalcázar 2018’ fue superado con creces, convirtiéndose en uno de los mejores pregones de los últimos años, digno de un evento que ya juega en la primera liga nacional, a la altura de otros carnavales como el de Tenerife, como explicó la alcaldesa alcazareña, Rosa Melchor. “No podíamos haber contado con otro pregonero mejor que Carlos, porque es un excepcional embajador de nuestra ciudad y de nuestro Carnaval”.
Superado el pregón, al periodista alcazareño sólo le queda otro reto, volver a sorprender con un nuevo disfraz el día de la mascarita. ¿Un clásico actor español, también con bigote, con una voz muy peculiar y que pasó de quedarse encerrado en una cabina de teléfono a vestirse de mujer en ‘Mi querida señorita’? ¿Adivinan quién es? Carlos Abengózar en esencia pura.