Un torero albaceteño finaliza su huelga de hambre al conseguir su objetivo
El torero albaceteño Pedro Marín, originario de Elche de la Sierra (Albacete), ha puesto punto y final a la huelga de hambre que inició el pasado 2 de julio a las puertas de la plaza de toros de Albacete para pedir "una oportunidad" y que se le incluyera en el cartel taurino de la próxima Feria de Albacete, tras haber logrado el compromiso de figurar en la feria taurina de 2020.
Diez días en total ha permanecido a las puertas del coso albaceteño aguantando altas temperaturas y las tormentas que pasaron por la ciudad la semana pasada. "El objetivo principal era venir a la feria", ha asegurado en declaraciones a Europa Press el torero, cuyo estado de salud se ha ido complicando con el paso de los días. "Anteayer fue una tarde bastante dura", en la que al desgaste físico se unió "el estrés de la negociación con la empresa", una combinación que le llevó al hospital.
Finalmente este jueves anunció que abandonaba la huelga de hambre ya que ha alcanzado un acuerdo con Taurino Manchega II, la empresa encargada de gestionar la plaza de toros de Albacete, desde donde se han comprometido a contar con él en la feria taurina del 2020.
Marín ha reseñado, en todo este proceso que ha vivido, el "talante mediador" y la preocupación del alcalde de Albacete, Vicente Casañ, que le ha garantizado que contará con su complicidad "para que se cumplan dichos compromisos", tal y como ha explicado el torero, que ha apuntado que el compromiso del regidor albaceteño es el de "trasladar personalmente" su situación a la próxima empresa, en caso de no ser la actual, para que el año próximo se le incluya en los carteles de la feria.
Además, Casañ se ha comprometido a garantizarle "un hueco en el cartel del próximo Festival del Cotolengo", ha manifestado Marín.
Pese a que lo conseguido no es el objetivo que se había marcado el torero hace diez días, cuando comenzó esta huelga de hambre, ha reconocido que es más de lo que tenía entonces. "Hace 10 días me vine sin nada".
Su reivindicación por poder torear en 'La Chata' comenzaba "tras siete años de promesas incumplidas" que han provocado que sea el único matador, en activo, que ha dado la Escuela Taurina de Albacete que aún no ha podido torear en su plaza.
Secuelas físicas
A lo largo de estos días, el torero se ha estado alimentando a base de bebidas como el suero y el agua, lo que le ha llevado a perder 6,5 kilogramos en este corto periodo.
"Más que el peso me noto el volumen", ha asegurado el matador, que se nota los músculos atrofiados. "No estoy marcado y a parte me noto la musculatura mucho más blanda", ha destacado.
Ahora su principal preocupación será recuperar la musculatura perdida para poder ponerse a trabajar "y ser una persona activa".