Magnífica noticia para una soberbia y espectacular joya de Castilla-La Mancha
El Castillo de la Piedra Bermeja, en la localidad guadalajareña de Brihuega, formará parte de la Asociación y Club de Producto Turístico de Castillos y Palacios de España. Así se lo comunicaba la directora, Mónica Brías, al alcalde, Luis Viejo, en un documento que se acompañaba de las especificaciones técnicas que debe tener la placa de metacrilato que lo atestigüe a la entrada del recinto.
“Es un orgullo para Brihuega formar parte de tan selecto club, del que podremos aprovechar su gran experiencia y la fuerza del marketing de la Red Nacional y de la Marca España, para seguir creciendo con el Turismo como motor socioeconómico del municipio”, explica su alcalde. La concejal de Patrimonio, Teresa Valdehita, se congratulaba también de la noticia, “que supondrá un importante impulso a nuestro proyecto de recuperación y puesta en valor patrimonial”.
La Asociación y Club de Producto Turístico de Castillos y Palacios de España nació en 2013 con el objetivo de impulsar el sector turístico cultural de castillos y palacios de España con el apoyo de la Secretaría de Estado de Turismo y Turespaña a través de distintas iniciativas y convenios, y también con el apoyo de las CCAA involucradas; y quieren constituirse como un referente de la Marca España, dándola a conocer por todo el mundo.
El castillo de la Piedra Bermeja
El Castillo se asienta sobre una eminencia rocosa, en el extremo sur de la villa. Sobre el primitivo fortín de los árabes, se añadieron estancias en el siglo XII, de estilo románico, y posteriormente, en el XIII, se construyó la capilla en estilo gótico de transición, recientemente rehabilitada. El patio de armas alberga la iglesia de Santa María de la Peña, soberbia obra gótica de transición, edificada en el siglo XIII y con posterioridad mejorada, así como las ruinas del que fuera convento franciscano de la reforma alcantarina.
La villa toda de Brihuega estuvo amurallada por completo. Su actual recinto es enorme, de una longitud de casi dos kilómetros, y puede seguirse con facilidad en su totalidad, aunque donde mejor se observan hoy en día las murallas briocenses es en su costado noroeste. Destacan también sus puertas, que pueden admirarse hoy en día.