El profesor Juan Carlos Pantoja descubre interesantes detalles sobre la relación de Galdós con Toledo
El profesor Juan Carlos Pantoja Rivero ha dedicado mucho tiempo a leer, de nuevo, la obra de Benito Pérez Galdós para buscar la gran relación que tuvo este autor con Toledo, una ciudad que le apasionó, que se convirtió en "casi un refugio espiritual" y que aparece en muchos lugares de su obra.
A punto de concluir este Año Galdós 2020, en el centenario de su muerte, Pantoja Rivero presenta, este viernes en el toledano Castillo de San Servando, su libro 'Galdós y Toledo. Vida y literatura', un proyecto en el que lleva años pensando, más de una década, y sobre el cual ha ido recogiendo y examinando mucha información, según ha explicado a Efe en una entrevista.
Ha sido una tarea "ardua", ha admitido, porque la obra de Galdós es "ingente", pero al mismo tiempo ha sido "placentera" porque le ha permitido volver a leer la obra entera del escritor y hacerlo "tranquilamente, con placer", teniendo a mano siempre un bolígrafo y un papel para apuntar las referencias a Toledo, que son "muchas", sobre todo en sus novelas, aunque a veces pueden parecer "insignificantes".
Con todo ese material, este profesor de Literatura de la Universidad de Castilla-La Mancha y en el IES Alfonso X El Sabio de Toledo ha compuesto, a lo largo de más de 350 páginas, la relación que Benito Pérez Galdós tuvo con la ciudad, y el vínculo de su obra con Toledo.
En la primera parte del libro ha recogido la "mucha" relación entre Pérez Galdós y Toledo, las "vivencias" del autor en esta ciudad, y en una segunda parte aparecen las referencias a Toledo en su obra, sobre todo en sus novelas, de manera especial en 'Ángel Guerra' y 'El Audaz', pero también en alguno de los Episodios Nacionales.
Cambio de opinión
Es paradójico que la primera imagen que tuvo Pérez Galdós de Toledo fue "negativa", le pareció una ciudad destartalada y, de hecho, en una guía sobre Toledo publicada en La Revista de España cuando era joven, en 1870, escribe que solo podría servir como habitación para "lagartos y arqueólogos".
Pero después fue encontrando una ciudad de la que se "enamora", que "le apasiona” y que se convierte "casi en un refugio espiritual donde se retira, de vez en cuando, para olvidarse del bullicio de Madrid", ha subrayado Pantoja Rivero.
Lo que realmente le atraía de Toledo era "la belleza de la ciudad" en sí misma, y ésto en un momento, finales del siglo XIX, en que se había convertido en un lugar muy atractivo para intelectuales y artistas que acudían seducidos por su monumentalidad y por su historia.
En Toledo, Galdós no tuvo vivienda propia, se alojó en hostales como el del Lino, que estaba en la calle de Santa Justa y donde hay una placa que lo recuerda; o en pensiones como la de las hermanas Figueroa, en la calle de Santa Isabel, donde escribió gran parte de 'Ángel Guerra' y en donde también hay una placa a modo de homenaje.
Y también fue para él "un lugar de recreo" en el que pasó mucho tiempo la finca La Alberquilla, en la vega del Tajo, donde tuvo "alojamiento fijo" gracias a un amigo de su sobrino con el que tuvo una gran relación.
El Año Galdós, "un poco desapercibido"
Juan Carlos Pantoja Rivero está satisfecho porque han logrado, la editorial Covarrubias y él, publicar el libro dentro del Año Galdós que, en su opinión, ha pasado "un poco desapercibido" debido a la pandemia.
Después de releer a Galdós, ¿qué ha encontrado de nuevo en su obra este profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura?: "me ha servido para confirmar que realmente Galdós es un autor imprescindible. La imagen que ofrece de España es realmente asombrosa y además muy certera", ha respondido.
De hecho, ha invitado a todos a leer o releer a Galdós porque en su obra "nos encontramos no solo con centenares de personajes muy atractivos y novelas interesantísimas, y muchas con mucha intriga" sino porque muestra una imagen "completa" de aquella España del siglo XIX.
Una España, en su opinión, no tan diferente a la actual: "Nos ofrece una imagen de España muy intensa y que nos hace mucho pensar porque, en realidad, a veces es asombroso ver que casi no ha cambiado nada, y que seguimos teniendo los mismos vicios, las mismas carencias o las mismas disputas entre unos y otros", ha señalado.