Digital Castilla

Digital Castilla

Corazón SE QUITAN LA ROPA EN EL ESPACIO DE TELECINCO

Los presentadores de Cámbiame se despelotan en el programa (menos uno)

10 enero, 2018 07:00

Lo hicieron por primera vez en las Campanadas de Telecinco de la Nochevieja de 2015. Entonces los estilistas de Cámbiame y su entonces presentadora, Marta Torné, aparecieron primero con traje y vestidos de noche y después se quedaron en ropa interior. En este recién estrenado 2018, todos ellos, con Carlota Corredera como nueva presentadora, han vuelto a repetir experiencia. Todo por subir una audiencia que al parecer anda de capa caída.

Y también porque Natalia Ferviú quería afrontar el reto de quitarle los complejos a una chica que llevaba años sin desnudarse frente a alguien. La estilista quería reivindicar el amor a uno mismo y la aceptación de cada cuerpo con un bonito mensaje. A su causa se han sumado sus compañeros, incluida Carlota, que aunque asegura que todavía no tiene el valor para mostrarse en ropa interior, ha querido mostrar parte de sus "secretos". No ha mostrado muchos, la verdad.

Junto a Natalia Ferviú, Cristina Rodríguez y Pelayo Díaz se han quedado en ropa interior y la presentadora ha mostrado su faja, parte de sus "secretos", demostrando que si una mujer es válida para hacer algo, la imagen no es un impedimento, ni siquiera en la televisión. La presentadora Cámbiame decidió seguir a sus compañeros, aclarando que "si me permitís, voy a mostrar solo hasta donde me permiten mi pudor y mi cabeza".

Cada uno de los estilistas ha confesado en la pasarela sus mayores complejos. Natalia asegura que no se siente cómoda con su nariz, y aunque a ella sí le gusta, le duele mucho que la gente se meta con su extrema delgadez; Pelayo dijo que su mayor complejo es su estatura, a la que no puede poner ningún remedio; y Cristina ha confesado que a pesar de ser una mujer muy segura de sí misma, le acomplejan los reproches de la gente por cómo viste a su edad. Todo por apoyar juntos a Sheila, una joven que acudió al programa para superar sus complejos físicos, por los cuales no recordaba la última vez que se había desnudado delante de alguien.