Las reinas Letizia y Sofía firman la paz en su regreso al "lugar del crimen"
Había mucha expectación por ver cómo se producía el tradicional posado tras la misa de Pascua que se celebra cada Domingo de Resurrección en la Catedral de Palma. Las reinas, Letizia y Sofía, iban a volver a verse en el "lugar del crimen", en el mismo emplazamiento en el que vivieron su momento de más tensión con las niñas en medio. Sin embargo, en esta ocasión la normalidad ha imperado y no se han dejado ver gestos ariscos entre ninguna ellas, aunque bien es cierto que en el posado el Rey Felipe VI se ha encargado de poner distancia.
Así lo refleja el tradicional posado, en el que el Rey posa con su mujer a la derecha y su madre a la izquierda, quedando las pequeñas en los extremos en una escena muy familiar. La mayor, Leonor, se colocó junto a Doña Letizia, mientras que la pequeña Sofía se situó junto a su abuela y llamó la atención por su estilismo, al acudir con pantalones. Posteriormente, en el posado de su salida, las hijas intercambiaron sus posiciones. De nuevo, el gran ausente fue el Rey Emérito Juan Carlos I, que no acudió a la cita.
Protocolo y sin estridencias
La familia real siguió al pie de la letra el protocolo para evitar situaciones de tensión, como las vividas hace un año. Sin embargo, llamó la atención que llegaron en un coche que el propio monarca se encargó de conducir. La polémica, por tanto, parece haber quedado aparcada, puesto que incluso se dejó ver algún gesto de complicidad entre las reinas.