El resultado de las elecciones del pasado día 20 de diciembre plantea un escenario incierto para el futuro inmediato de nuestro país. En este contexto difícil, la ciudadanía española puede tener plena confianza en que el Partido Socialista estará, una vez más, a la altura de las circunstancias y asumiendo su responsabilidad.
En las decisiones y en el comportamiento del PSOE primará siempre el interés general de la sociedad española. Esta ha sido una constante histórica en la actitud del PSOE y lo será también en este tiempo nuevo.
El Partido Socialista no ha cumplido su objetivo de ganar las elecciones y, por lo tanto, hemos tenido un mal resultado que debe obligarnos a abrir una reflexión profunda que nos lleve a mejorar nuestro Partido, nuestra estrategia y nuestras políticas.
Pero, aun así, el Partido Socialista es la segunda fuerza en votos y en apoyos parlamentarios y lideramos la alternativa a la derecha del Partido Popular; gobernamos en nueve de las diecisiete comunidades autónomas; y los alcaldes y concejales socialistas dirigen miles de ayuntamientos. Es decir, el Partido Socialista mantiene anclajes firmes en la sociedad española y está dispuesto a servir al interés general de nuestro país.
Para los socialistas, el voto de los españoles debe atenderse y debe cumplirse. En consecuencia, el PSOE apoyará el cambio frente a la continuidad de Rajoy y del PP. Defenderemos políticas progresistas frente a políticas conservadoras. Y fomentaremos el diálogo para el acuerdo frente a las imposiciones de unos u otros.
Este es el tiempo en el que Rajoy y el PP, como fuerza más votada, deben asumir su responsabilidad de intentar formar Gobierno. Rajoy y el PP deberán sumar apoyos suficientes para su investidura, teniendo en cuenta que durante los cuatro últimos años han utilizado la crisis para recortar derechos y libertades. Sus políticas han enriquecido a unos pocos y han empobrecido a la mayoría de los españoles. Han utilizado de forma partidaria las instituciones de todos. Han gobernado contra la mayoría, sin escuchar a nadie y sin acordar con nadie.
Esto ha hecho que Rajoy y el PP estén solos y que su continuidad suponga una amenaza para la estabilidad del país, porque no hay nada más dañino para la estabilidad que cuatro años más de desigualdad social y de uso espurio de las instituciones democráticas.
Pero la responsabilidad de lo sucedido, de las actuales circunstancias en las que se desenvuelve la política española y de sumar los apoyos necesarios para su investidura es solo suya. No es aceptable que intenten desplazar esa responsabilidad hacia los demás.
Por eso, el PSOE votará en contra de la investidura de Rajoy y de un nuevo Gobierno del PP. Porque ese es el mandato de nuestros votantes y de la mayoría de los españoles. Votar en contra del PP y de Rajoy es votar a favor del cambio que expresaron la mayoría de españoles, el pasado 20 de diciembre.
Votaremos en contra porque el PSOE es la alternativa al PP. El PSOE es lo contrario del PP. El PSOE es la primera fuerza del cambio en España. Si Rajoy y el PP logran formar Gobierno, el PSOE liderará una oposición exigente y leal. Seremos exigentes en la defensa de los derechos de la ciudadanía. Y seremos leales, como hasta ahora, acordando con el Gobierno en los grandes asuntos de Estado, como la lucha antiterrorista y la defensa de la unidad de España.
Si Rajoy y el PP fracasan en su intento de formar Gobierno, el PSOE actuará como primer partido del cambio en aras del interés general y con sentido común y responsabilidad. Las nuevas elecciones deben ser la última opción, porque supondrían un fracaso colectivo. Los españoles nos han convocado para el cambio, para el diálogo y para el acuerdo. Y los representantes elegidos por los españoles tenemos que estar a la altura de este mandato popular, por encima de intereses partidarios y personales. En este tiempo complejo para la sociedad española, el PSOE actuará en coherencia con sus valores, con lealtad a los españoles, y anteponiendo siempre el interés de España a cualquier otro objetivo.
Esa responsabilidad y ese interés general hacen que rechacemos, de manera tajante, cualquier planteamiento que conduzca a romper con nuestro ordenamiento constitucional y que amenace así la convivencia lograda por los españoles durante estos últimos 37 años. La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí divida. Son innegociables para el Partido Socialista y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas.
El PSOE y el PSC hemos sido los únicos que hemos planteado una solución al problema ocasionado por el independentismo en Cataluña y nuestra alternativa pasa por buscar un nuevo acuerdo que se base en actualizar nuestro marco de convivencia constitucional, que culmine la España autonómica, avanzando hacia un modelo de Estado de estructura federal, y con ello articular mejor la unidad de España gracias al reconocimiento de la diversidad de nuestros territorios, al tiempo que se asegura la igualdad de derechos a todos los españoles y que sea un acuerdo refrendado por toda la ciudadanía española.
La alternativa socialista busca afrontar las grandes transformaciones que han de asegurar un futuro mejor a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas de nuestro país:
1. Un gran pacto por la recuperación justa, los buenos empleos, un sistema fiscal justo que luche contra el fraude y garantice la financiación de nuestro Estado del Bienestar, y la transición energética que nos permita luchar eficazmente contra el cambio climático.
2. Un pacto por la Educación, la Ciencia y la Cultura.
3. Un pacto por la regeneración democrática, la mejora de la calidad institucional y la lucha contra la corrupción.
4. Un acuerdo nacional contra la pobreza y en defensa del Estado de Bienestar, en particular, reactivando la Ley de Dependencia y recuperando la universalidad de nuestro sistema de salud, así como crear un Ingreso Mínimo Vital para luchar contra la pobreza infantil.
5. Un pacto social, político e institucional contra la violencia de género.
6. La reconstrucción del Pacto de Toledo para asegurar las pensiones dignas de hoy y de mañana.
7. Una ponencia parlamentaria para renovar nuestra Constitución, blindando derechos sociales, regenerando nuestras instituciones y federalizando nuestro modelo territorial.
8. Un acuerdo para renovar el compromiso de España con la integración europea. Garantizando el cumplimiento de nuestros compromisos con Europa. Recuperando el papel constructivo que tuvo España, con gobiernos socialistas, en el proceso de integración europea, avanzando hacia una Unión social, política, económica y una mejor gobernanza democrática de la zona euro.
Este es el proyecto con el que nos presentamos a las elecciones y esta será, en todo momento, nuestra hoja de ruta. Los socialistas hacemos un llamamiento al diálogo, a la responsabilidad y a la altura de miras como guías de conducta para todos los interlocutores en este nuevo tiempo político. Esa ha sido la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas el pasado 20 de diciembre.