Más de 60.000 firmas no constituyen un argumento lo suficientemente sólido para convencer a Mariano Rajoy de que se siente a debatir con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. La asociación de estudiantes Demos de la Universidad Carlos III ha convocado un debate a cuatro para el próximo 6 de junio. Por ahora, los líderes del PSOE, Podemos y Ciudadanos han confirmado su asistencia. Este miércoles sus representantes acudieron a la sede del Partido Popular para entregar 60.000 rúbricas a una petición para que el presidente del Gobierno asista al encuentro. La respuesta definitiva llegará antes de una semana. El periodista Carlos Alsina, que moderará el debate, cree que el líder del PP "no aceptará".
La Asociación Demos, nacida en 2012 en el seno de la Universidad Carlos III de Madrid, ya ha organizado otros debates electorales. El más importante fue el que se celebró el pasado 27 de noviembre con Iglesias y Rivera como contendientes y Rajoy y Sánchez como flagrantes ausentes. A finales de abril, cuando ya era una evidencia que las elecciones generales se repetirían el 26 de junio, Demos volvió a convocar un debate con la universidad como escenario. La fecha elegida es el 6 de junio a las 12.:30 horas. En esta ocasión, los líderes de Podemos y C's volvieron a aceptar el envite y la novedad ha sido que el secretario general del PSOE haya dado también el "sí quiero".
Así las cosas, Rajoy es el único que falta por confirmar o declinar su asistencia al debate en sede universitaria. Para presionar al jefe del Ejecutivo, los jóvenes de Demos han puesto en marcha una campaña llamada "Esperando a Rajoy". A través de una petición en la plataforma Change.org, ya han obtenido más de 60.000 firmas que reclaman la presencia del líder del PP en el debate. En ese contexto, cuatro representantes de Demos, encabezados por Jorge Rubio, secretario de Relaciones Exteriores de la asociación, se presentaron en Génova 13 con sus 60.000 rúbricas este miércoles por la mañana.
Conversación con Moragas
Aunque no estaba previsto, el jefe de Gabinete del presidente del Gobierno y director de campaña del PP, Jorge Moragas, recibió a los jóvenes en la sede del partido gobernante. Unos y otros departieron durante unos diez minutos. Los estudiantes trataron de convencer a Moragas de la necesidad de que Rajoy asista al debate. Y el político trató de echar balones fuera con algunas evasivas. Su argumento más repetido fue que ya tienen "muchas peticiones" para celebrar debates. Pero, eso sí, prometió que habrá una respuesta definitiva del PP en el plazo de una semana.
El principal problema de que Rajoy, como parece, diga "no" a Demos, será conocer cuál es la reacción de los otros candidatos a la presidencia del Gobierno. Puede ocurrir que el presidente del Gobierno decida no acudir y, por ello, sus rivales tampoco quieran debatir sin su principal oponente. En ese caso, los organizadores y el resto de partidos tendrán que buscar alternativas. En el debate del pasado noviembre, optaron por dejar vacías las sillas que decidieron no ocupar Rajoy y Sánchez. La ventaja, en este caso, es que quizás solo una silla tenga que estar vacía.
Alsina, poco optimista
En el debate previo al 20-D, el moderador fue el periodista Carlos Alsina. En esta ocasión, el presentador de Más de Uno (Onda Cero) volverá a subirse al escenario de la Universidad Carlos III para intentar poner en aprietos a los políticos en un debate que, al contrario que en formatos similares, no estará tan encorsetado por los tiempos y los temas. Incluso, habrá algunas preguntas de los 1.2000 universitarios que caben en el Auditorio Padre Soler del Campus de Leganés. A preguntas de EL ESPAÑOL, Alsina se muestra pesimista respecto a la presencia de Rajoy, pero, en todo caso, defiende el valor de este debate en sede universitaria.
¿Qué supuso para usted moderar el debate entre Iglesias y Rivera en la Universidad Carlos III?
La oportunidad de estrenar, a la vez que los estudiantes de Demos, un formato nuevo de debate entre aspirantes a la presidencia en el foro universitario. Por la novedad y por el interés abrumador que despertó entre los universitarios fue una experiencia emocionante.
Intuyo que a Rajoy sólo hay un escenario que le puede incomodar más que un plató de televisión, y es el salón de actos de una universidad colmado de estudiantes con libertad para plantear preguntas
¿Por qué cree que debería acudir Mariano Rajoy al debate que propone Demos el próximo 6 de junio? ¿Y cree que aceptará?
No, creo que no aceptará. Intuyo que a Rajoy sólo hay un escenario que le puede incomodar más que un plató de televisión, y es el salón de actos de una universidad colmado de estudiantes con libertad para plantear preguntas. Y sí, creo que debería acudir porque, como diría él mismo, es lo razonable, lo sensato lo normal y lo de sentido común, valga la ironía.
Parece que si Rajoy no acepta, otros candidatos se echarán atrás... ¿qué le parece?
Una mala coartada. Condicionar tu presencia en un debate político a que acuda uno de los adversarios es construirse una puerta falsa por la que huir sin dar explicaciones. Cuando la convicción sobre la necesidad de hacer debates es sincera uno no condiciona su asistencia a lo haga un rival que probablemente no acuda. Rajoy intenta escurrirse y los demás, hacer trampa.
Vayan quienes vayan, ¿qué espera usted del debate del 6 de junio?
Que nos sirva para escuchar y cotejar puntos de vista distintos sobre los asuntos que los universitarios decidan en un clima tan constructivo y con tan buen ánimo como el que tuvimos en diciembre.