En la puerta se acumulaban los coches oficiales con cristales oscuros. Dentro, el equipo de Susana Díaz recordaba que al desayuno informativo protagonizado por la presidenta de Andalucía se habían inscrito 600 personas, pero se habían presentado “muchas más”.
En su discurso, Díaz trató de mostrar su cara más institucional y alejada de la refriega política más cotidiana. Así, repitió varias veces que se va a “dejar la piel” porque el PSOE gane las elecciones y ha prometido que en Andalucía será así.
Consciente de que sus discrepancias con Pedro Sánchez han sido aireadas por la prensa, la presidenta andaluza aprovechó para mostrarle su apoyo. Eso sí, no ha aclarado qué hará si Sánchez no gana las elecciones. "Yo quiero estar en esa investidura de Pedro como presidente cuando gane las elecciones", dijo. A Díaz le gustaría que Sánchez sea presidente “porque haya ganado las elecciones”, dijo en otro momento. El esquema fue similar en varias ocasiones, dejando en suspenso qué hará ella si, como apuntan todas las encuestas, el PSOE pierde de nuevo frente al PP en la nueva cita con las urnas.
Díaz aseguró no estar en temas internos del PSOE en los que no va a perder “ni un minuto” y pidió a su partido que no se “enrede” en la campaña electoral y que plantee un “gran debate nacional que se centre en los problemas y en las inquietudes” de los españoles y no en la polarización entre PP y Podemos, en siglas, en “membretes o colorines”, dijo en probable alusión a la alianza de Podemos e Izquierda Unida.
La presidenta de Andalucía rechazó entrar a valorar una posible abstención del PSOE para que gobierne el PP tras el 26J, pidiendo que se haga en todo caso la pregunta contraria. Según ella, los socialistas tienen que ir a ganar, porque “los grandes éxitos del PSOE han venido de la mano de amplias mayorías sociales”, explicó.
Su “asiduidad impropia”
En ese empeño, Díaz aseguró que su partido cuenta con buenas cabezas como la de Eduardo Madina, presente en el acto, que “donde va, suma”, o con los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, con los que ella habla con una “asiduidad impropia”, según confesó.
Tras una intervención muy apoyada en Europa, la “tómbola fiscal” del Gobierno o el fracaso del proceso de independencia catalana, Díaz prometió que el 26 de junio “por la noche” se verá cómo “donde más respaldo, apoyo encontrará el candidato socialista será en Andalucía”.
¿Qué pasará después? Díaz no despeja las incógnitas, pero reconoce que unas terceras elecciones son posibles. “No hemos dado muchos motivos a los Ciudadanos de que estemos en mejores condiciones de ser más generosos y diligentes” tras la nueva convocatoria electoral.