"No me temblará la mano para echar a los corruptos". Pedro Sánchez pronunció esa frase nada más ser elegido secretario general del PSOE, en su primer discurso como tal ante un abarrotado salón de actos en julio de 2014. La frase produjo no pocos escalofríos en algunos y su cumplimiento desde entonces es, para sus oponentes políticos, cuestionable en algunos casos.
En el caso de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, no ha hecho falta. El procesamiento de los expresidentes de la Junta de Andalucía y expresidentes del PSOE a nivel federal estaba cantado y ellos mismos han decidido renunciar a su militancia para evitar poner a Sánchez en una situación comprometida.
Casi nadie en el PSOE duda de la inocencia de Chaves y Griñán, pero a casi todos escuece que se compare su caso con los de corrupción nacidos en el PP hasta el punto de ponerlos al mismo nivel. El procesamiento de los dos expresidentes, que lo fueron prácticamente todo en el PSOE al comandar la todopoderosa federación andaluza, es un gran contratiempo personal para ellos, que llevan años defendiendo su inocencia, pero también para el discurso anticorrupción de su partido, uno de sus pilares de cara a la campaña.
"Convencidos de su inocencia"
"Estamos absolutamente convencidos de su inocencia. Son personas que no se han llevado ni un euro, no; ni un céntimo", dijo poco después de conocer la decisión Antonio Hernando, portavoz del comité electoral del PSOE y parte del equipo más cercano de Sánchez. "Son personas honradas, honestas, creemos en su inocencia", insistió. La Ejecutiva del PSOE no está dispuesta a desmarcarse de los dos referentes o a tratarlos como "esa persona de la que me habla", como Rajoy ha hecho varias veces con Luis Bárcenas. Creen que los casos no son comparables. Eso sí: el equipo de Sánchez no quiere tener nada más que ver con ellos.
"Siempre han ido por delante de los acontecimientos. Ya no ocupan ningún cargo institucional, renunciaron a sus escaños e incluso han renunciado voluntaria y temporalmente a su militancia", recordó Hernando en la mañana de este jueves. En otras palabras: no hay mucho más que el PSOE pueda hacer. Y arremeter contra ellos no es una opción.
Hernando apuntó la que con toda probabilidad será una de las líneas argumentales de Sánchez. El PSOE colabora con la Justicia y toma medidas dentro del partidos. Así, Hernando destacó que el PSOE respeta la decisión judicial y no se dedica a "insultar a los jueces", como otros, en referencia al PP. El recorrido político del caso también podría ser utilizado para evitar que la sombra de corrupción se extienda más allá de los dos procesados. La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, compareció voluntariamente en la comisión de investigación, así como muchos otros cargos, además de los propios Chaves y Griñán.