El PSOE andaluz tiene claro que Andalucía, donde están en juego 61 escaños, es un territorio clave para frenar a Podemos. En esta comunidad ese adelantamiento del partido morado no está pintado en la última encuesta del CIS, pero para restarle votos su estrategia pasa por jugar al quita y pon con las etiquetas ideológicas. Confrontan el “proyecto sólido” que es el PSOE, frente al “batiburrillo” de la “incoherencia” que es como califican al partido que lidera Pablo Iglesias.
La prueba de esta estrategia es que tanto la secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, como su número dos en el partido, Juan Cornejo, han insistido en la misma línea: el socialista es un proyecto socialdemócrata “serio y claro”, mientras la formación de Iglesias “se levanta por la mañana de una manera y se acuesta de otra”. Díaz ha sido la más categórica. No tiene simpatías hacia Podemos y nunca lo oculta. Le pesa el que justo hace un año le costara 80 días llegar a la presidencia y siempre culpa a la pinza de Podemos y PP.
“Ellos mismos se ven peronistas, chavistas, bolivarianos y socialdemócratas. Todo en el mismo batiburrillo y cóctel. Quien tiene un batiburrillo así de partido, donde todo cabe, ser patriota y defender la independencia de los territorios, creo que resulta bastante incoherente como para tener un proyecto mayoritario para este país”, ha dicho.
El discurso de la unidad de España es otro de los puntos que se marcó el PSOE para cualquier acuerdo tras el 20D. En el comité federal del 28 de diciembre se fijó que la autodeterminación, el separatismo y las consultas son “innegociables” y la renuncia a esos planteamientos son una condición para cualquier diálogo. Díaz lo ha vuelto a recordar. “No se puede querer gobernar un país y, al mismo tiempo, justificar que se puede dividir o que haya territorios que quieran su independencia”, ha insistido, advirtiendo de la dificultad que tienen algunos para decir España y españoles en su discurso. “Parece que no le gusta ese término y mal se puede gobernar España si no se quiere ni nombrar a los españoles”, ha recalcado.
El “suicidio” del PSOE
Con estos mimbres, Díaz ha presentado el “catálogo” político de Podemos “incompatible” con el interés general de un “inmensa mayoría”, mientras el PSOE ofrece un “proyecto mayoritario” que han contado con el aval de millones de españoles desde hace años. Se ha mostrado convencida de que el PSOE es ese modelo “alternativo” y de “cambio real” que demanda la gente que está cansada de “de timos y de trileros”.
En Podemos saben que Díaz es un escollo para una posible negociación postelectoral, mientras tienden la mano a Pedro Sánchez. Ha sido el candidato de EnComúPodem (ECP), Xavier Domènech, quien ha alertado al candidato socialista de que si siguen las directrices de Díaz, de rechazar un pacto de gobierno con Podemos será el “suicidio” de los socialistas, según informa Europa Press. “Es evidente que Díaz está en contra del pacto y que está poniendo mucha presión a Pedro Sánchez, pero si siguen la política de Susana Díaz, el PSOE se va al suicidio político”, ha afirmado, incidiendo en que ve a ésta más próxima la gran coalición que a un “gobierno de izquierdas, en favor de las políticas sociales y de la lucha contra la corrupción”.
Las afirmaciones de Doménech son un intento por retratar las dos almas del PSOE, al contrastar la postura de la líder andaluza con la de la candidata del PSC, Meritxell Batet, que ha afirmado que “si Podemos se autodefine como partido de izquierdas, a priori parece que debe haber mayores coincidencia y más facilidades” para llegar a un acuerdo.