El PP sale a degüello a por Ciudadanos para desafiar a las encuestas
En Génova todavía creen que mantienen el 30% de los votos, pero en Andorra los pronósticos son malos.
23 junio, 2016 21:35El escándalo de las escuchas al ministro del Interior en su despacho "no están pasando factura", de momento, a las encuestas internas que maneja el Partido Popular. Así lo ha confesado un miembro del comité de dirección del partido conservador, que asegura que los datos siguen siendo al alza "aunque muy lentamente". En contra de lo que indican las encuestas hechas en Andorra, el PP cree que ya tiene asegurado el 30% de los votos del domingo 26 de junio. Sin embargo, hay otros miembros de la dirección nacional que temen un efecto de las grabaciones entre los indecisos que todavía no saben si apostar de nuevo por Ciudadanos.
Para evitar precisamente que el voto de centro derecha se divida, el PP lanzó el jueves un vídeo en el que pedía directamente a Albert Rivera su apoyo para que todos los moderados se aglutinen en una única formación y evitar que Pablo Iglesias llegue la poder. Ciudadanos respondió rápidamente a los ataques de su partido rival y ante sus votantes, Albert Rivera aseguró que esos vídeos son la prueba "del nerviosismo" que existe en el partido que lidera Mariano Rajoy. "Veo que algunos están muy preocupados haciendo vídeos cada día contra Ciudadanos. Ese tipo de campaña solo responde al nerviosismo de algunos partidos que no son capaces de convencer con reformas".
A su llegada al onubense municipio de Santa Olalla del Cala, un pequeño pueblo de más de 2.000 habitantes donde el PP conserva la Alcaldía con el 60% de los votos, Mariano Rajoy quiso dejar claro que el caso de su amigo Fernández Díaz no afectará para nada al resultado final de la campaña. Además, quiso remarcar que en el Ejecutivo no existe "ninguna conspiración" contra las formaciones independentistas de Cataluña. "Eso no deja de ser una broma", añadió, para después echar en cara a sus rivales políticos del "intento de aprovechamiento" del caso pidiendo la dimisión inmediata del ministro del Interior en funciones.
Ya en Sevilla, donde el candidato popular ofreció un mitin en un parque en el que se agolparon unas mil personas, Mariano Rajoy atacó frontalmente al líder de Podemos, que este jueves cuestionó la limpieza de las elecciones tras el escándalo del ministro. "El señor Iglesias ha dado un salto cualitativo. Ha dudado de la limpieza de las elecciones de España. Y España es una democracia, donde las elecciones las gana quien dice la gente. España no es Venezuela". Sin embargo, no hizo ninguna mención sobre Albert Rivera salvo los habituales "al Gobierno se viene aprendido" y el reclamo del voto útil.
Mientras el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la reelección sigue recorriendo la España rural en busca del voto de los más mayores, en Génova continúan haciendo trakkings internos a todo gas para tomar el pulso a la calle durante las últimas horas de la campaña. Los datos que ha conocido este mismo jueves indican que el PP "continúa la senda del crecimiento, pero muy poco a poco". Hasta el viernes, aseguran las mismas fuentes, "no se verá si ha habido algún efecto de verdad" en el caso de las escuchas entre el ministro y el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña. En los mismos sondeos internos del partido conservador se palpa que Podemos crece al mismo ritmo que el PP, mientras que el PSOE "baja" y Ciudadanos "sufre un proceso escalonado: un día sube y otro baja". Sin embargo, los datos que se han publicado al otro de la frontera pronostican otro panorama mucho más desolador para el partido que lidera Mariano Rajoy, que podría perder entre cinco y nueve escaños. Unos datos que preocupan "y mucho" en el seno del partido, que cada vez tienen más claro que si la suma de Podemos y PSOE es mayor que la de C´s y PP, Rajoy no será investido presidente del Gobierno.
El presidente del Gobierno en funciones encara el último día de campaña con cierto optimismo. Primero viajará a Teruel, donde los conservadores se juegan un escaño en beneficio de Podemos; y continuará su viaje hasta Valencia, el epicentro de la corrupción para el PP, donde el partido pelea por conseguir un escaño más. El último mitin para pedir por última vez el voto lo ofrecerá en la madrileña plaza de Colón, el rincón que viste la bandera de España más grande de todo el país. Será un momento para reivindicar la soberanía nacional como reclamo final para que todos los ciudadanos depositen su confianza en el PP para parar a los "radicales y extremistas".