El PP pasó de la prudencia a la euforia en cuestión de horas. Mariano Rajoy supera con una amplia mayoría la barrera psicológica de los 130 escaños, consigue casi 700.000 votos más que el 20D y se ve más respaldado que nunca para volver a intentar formar Gobierno. Los conservadores son la fuerza más votada en todas las autonomías excepto en Cataluña, País Vasco y Navarra y consiguen superar al PSOE en feudos como Andalucía y Extremadura. Además, afianzan su mayoría absoluta en el Senado, donde se han hecho con 130 senadores, cinco más que el 20D. Un éxito que está alejado de la mayoría absoluta pero es un triunfo que ninguna encuesta pronosticó.
Rajoy reclama el derecho a gobernar tras haber ganado las elecciones
En Génova, el cuartel general de los populares, se vivió una noche de infarto. Contra todo pronóstico, el PP ha conseguido ampliar su mayoría y subir de los 123 escaños hasta los 137. "Una auténtica pasada. No nos lo podemos creer, ni nuestras mejores encuestas daban este resultado", confesaba por privado un miembro del comité de dirección del PP. Nadie en el partido hizo una valoración cuando se dieron a conocer los primeros pronósticos tras el cierre de los colegios electorales porque, insistían, "los restos" son muy importantes para el resultado final.
Mariano Rajoy fue, sin duda, el gran vencedor de la noche y así lo reflejaba su rostro cuando saludó a los militantes y simpatizantes que le cantaban "¡sí se puede!" a las 00.10 de la madrugada, cuando accedió desde el despacho de la primera planta al balcón montado en la calle. El líder del PP botó cuando se lo pidió la gente, reconoció que era "el discurso más difícil" de su vida y quiso centrar los agradecimientos en su mujer. A continuación, algo nervioso, pidió "un respeto" para el PP y, aunque no hizo un ofrecimiento serio a los demás partidos, sí recordó que su partido "seguirá siendo un instrumento muy importante y útil" para España.
Cuando llevaba ya un buen rato hablando, le advirtieron que todavía no había dicho que el PP había ganado las elecciones. "Me dicen aquí que recuerde que hemos ganado las elecciones y es verdad, las hemos ganado y reclamamos el derecho a gobernar y a ser útiles a los españoles". A continuación, Rajoy matizó que hablará "con todo el mundo" con el único objetivo de "defender España y a "todos" los españoles.
El PP preparó concienzudamente la campaña electoral para quedarse con esos restos que serían cruciales para los escaños finales. Y finalmente ha conseguido afianzar el escaño que Podemos les podía arrebatar en siete provincias: Las Palmas, Málaga, Granada, Ciudad Real, Zaragoza, Teruel y Murcia. A todas las circunscripciones viajó el candidato durante los 15 días de campaña y en todas ha conseguido retener el segundo escaño que no sumó la formación de Pablo Iglesias.
Un recuento de infarto
Mariano Rajoy llegó a la sede de su partido casi a las ocho de la tarde y siguió el recuento en su despacho, acompañado de su mujer, Elvira Fernández, y de sus hermanos. En los alrededores de la sede, donde se colocó el tradicional balcón donde se ha dudado hasta el último momento si salir a celebrar la victoria, apenas se concentraba un centenar de personas antes de las nueve de la noche. Sin embargo, las caras largas que portaban los dirigentes a la entrada se convirtieron en euforia total a la medianoche, cuando el recuento finalizó y se confirmó "la remontada" del PP. Entonces ya habría unas 800 personas desgañitándose y celebrando el triunfo de Rajoy a las puertas de la sede del partido.
Rajoy saluda desde la calle Génova.
Javier Lizón
Efe
Las encuestas se equivocaron
El Partido Popular se había propuesto también recuperar el voto desencantado que el 20D se fue a manos de Albert Rivera y lo ha conseguido. Los populares han conseguido subir 14 escaños, mientras que los de la formación naranja se han dejado ocho escaños por el camino y han perdido casi 400.000 apoyos. Un dato que evidencia que el voto del miedo que azuzó el PP en todos sus mítines ha surtido efecto.
El 'sorpasso' que el PP celebran tras conocer los resultados es el que han dado en Andalucía y en Extremadura, donde los conservadores superan al PSOE por primera vez en la historia. Ganar en el feudo de Susana Díaz supone "un triunfo monumental" para los conservadores, según confesaba en privado un alto cargo del PP a EL ESPAÑOL. Pero con los "restos", los últimos datos escrutados, podía "pasar cualquier cosa", recuerdan.
Los conservadores creen que la
salida de Reino Unido de la Unión Europea tres días antes de las elecciones en España también ha tenido un impacto directo en el voto de este 26 de junio. El miedo a que el contagio de Reino Unido pueda terminar con Cataluña fuera de España y del euro es entendido también en la sede del PP en "un trasvase de voto al Partido Popular".
El liderazgo de Rajoy
Con estos resultados, el liderazgo de Mariano Rajoy está más afianzado que nunca. Fuentes populares reconocen que el 'pinchazo' de Albert Rivera y la resistencia del PSOE, que se mantiene en segunda posición, supone un balón de oxígeno para el líder conservador. "¿Quién va a decir ahora que Rajoy se tiene que marchar? ¿Rivera, con sus treinta escaños?", se preguntaban con cierta ironía representantes del PP que con las encuestas en la mano no veían otra salida a esta encrucijada que 'sacrificar' a Rajoy para intentar gobernar.
Pese a la euforia de haber superado todos los pronósticos, los cálculos postelectorales siguen sin despejar un gobierno claro. Rajoy y Rivera suman 169 escaños, siete menos que la mayoría absoluta. Con estos datos, el PP vuelve a fiar su futuro al PSOE, que ha conseguido amortiguar el golpe de Unidos Podemos y se mantiene como segunda fuerza política. La pregunta ahora es si Pedro Sánchez se abstendría para que gobierne Mariano Rajoy.
Las palabras de Aznar
El PP celebra su Comité Ejecutivo Nacional este lunes por la mañana y en él se desvelarán los pasos que va a dar para intentar formar gobierno. Según las previsiones de los conservadores, Mariano Rajoy extenderá la mano a Pedro Sánchez para formar juntos una gran coalición. El líder del PP ha mantenido durante toda la campaña que prefiere un gobierno "fuerte y unido" que un simple pacto de investidura. Dos horas antes será el turno de José María Aznar, que inaugura los cursos de verano de Faes y donde se planea que ofrezca un mensaje de los resultados electorales que, contra todo pronóstico, ha dado a Mariano Rajoy como claro vencedor.