Así es el 'fósil viviente' que puede llegar a los 50 años: está en peligro de extinción y es pariente de los dinosaurios
Este pez caribeño de agua dulce fue el primer paso evolutivo de los peces a los anfibios, y hoy en día sigue entre nosotros.
1 mayo, 2024 01:27Hay un pez de agua dulce en una zona muy específica de Cuba que ni siquiera supera el tamaño de la Comunidad de Madrid. Se sabe de su existencia desde la época triásica, es decir, lleva en el planeta unos 240 millones de años —el ser humano, 100.000 años—. Esta criatura vivió entre dinosaurios y, ahora, lo hace entre nosotros.
Sin embargo, la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) incluye al manjuari (Atractosteus tristoechus), testigo de la historia de la historia de la Tierra, en su lista roja de especies en peligro de extinción. Puede que después de sobrevivir a cinco extinciones masivas sin apenas cambios morfológicos, esta sea la última. Se estima que la población ha descendido un 90% desde 1999.
Los científicos consideran que el manjuari fue el primer paso de la evolución de los peces a los reptiles. Tiene un cuerpo cilíndrico y alargado, cubierto, en lugar de por escamas, por una placa marcada por puntos. Esta es, además, su defensa natural. Su cabeza es plana y el cráneo tiene huesos externos extremadamente duros que acaban en un hocico alargado.
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Tim Lyons, director del centro de investigación Biopark Albuquerque en Nuevo México, redactó la evaluación de su estado de conservación para la IUCN. Algunas especies que datan de muy antiguo, como los cocodrilos y los tiburones, han superado los años gracias a poder adaptarse a los cambios y ser capaces de seguir adquiriendo recursos: "Mientras otras especies se han adaptado y evolucionado, estos lineajes evolutivos han permanecido sin cambios. Sólo ahora, en el Antropoceno, están en peligro como resultado de la actividad humana".
Según los científicos, estamos viviendo una sexta extinción masiva. Esta vez, todos señalan motivos antropogénicos: la principal causa es la destrucción de ecosistemas. Por eso, ahora mismo, se conoce la presencia del manjuari solo en parte de la península de Zapata, en Isla de la Juventud y Pinar del Río, en el archipiélago cubano, una superficie que en total suma unos 7.000 km².
Primeros pasos para salir del mar
Esta especie, que alcanza más de dos metros y es carnívora, está protegida y se prohíbe su pesca, aunque no está clara la efectividad de la medida. Se usaba en la medicina tradicional y para la alimentación de subsistencia, y es muy difícil monitorear los efectos de las medidas al detalle.
Otra peculiaridad es que posee una vejiga natatoria con un gran número de vasos sanguíneos, lo que le permite funciones como si fuera un pseudopulmón, que respira en aguas estancadas. Estos peces poseen vértebras estructuralmente muy parecidas a las de los reptiles.
La mayoría de los individuos se concentran en la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del caribe que tiene la protección Ramsar de la UNESCO. Esa categoría también la tienen en España sitios como Doñana o las Tablas de Daimiel.
Aun así, Lyon considera que esto no es suficiente. Nombra algunos factores conocidos como la degradación del hábitat y la extracción de recursos naturales. También menciona la presencia de especies invasoras: “Éstas las pueden cazarlos en edad inmadura y competir con ellas por los mismos recursos”. Y añade sobre su permanencia: “Una vez que se han establecido en un medio acuático normalmente permanecen para siempre”.
Las aguas dulces son un hábitat especialmente en peligro. Por un lado, está el alto consumo humano para ganadería y agricultura y la contaminación por la depuración sin control o la filtración de productos fitosanitarios. Pero también la alteración del curso de los ríos en la producción de energía hidroeléctrica. Según WWF, más del 40% de los ríos, humedales, acuíferos y estuarios están en mal estado.
Para Lyon es el momento crucial de cambio y mirar a un largo número de especies que tradicionalmente se han ignorado. “Tenemos que revaluar nuestra relación con la naturaleza, enseñar a los jóvenes el valor intrínseco de la biodiversidad sin importar de donde viven estos organismos, qué hacen o cómo se comportan”.