La playa más pequeña del mundo está en España: un paraíso escondido a más de 100 metros del mar

El norte de España es una región de belleza indescriptible, donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor a través de paisajes montañosos, costas escarpadas y verdes praderas. Es uno de los destinos favoritos de millones de turistas, que deciden olvidarse del clima más cálido del sur del país por unos días y optan por rincones como Asturias, en los que la naturaleza se muestra en su máxima expresión.

En Asturias se concentran varias de las playas más espectaculares de España. No solo cuenta con grandes terrenos en los que el azul del agua del mar se funden con el verde de los prados, sino que también cuenta con pequeños secretos, que terminan por ser únicos en todo el mundo, como la Playa de Gulpiyuri.

Gulpiyuri es una playa de interior, sin salida directa al mar. Está situada en el concejo de Llanes, al norte del pueblo de Naves, en Asturias, y no solo está declarada Monumento Natural, sino que cuenta con el título de ser la más pequeña del mundo, con un tamaño de solo 40 metros de longitud.

Playa de Gulpiyuri, Asturias

Gulpiyuri es una antigua palabra de origen asturiano que significa círculo de agua y es el elegido en Asturias para bautizar la que se considera la playa más pequeña del mundo. Hace dos décadas, recibió el título de Monumento Natural. 

Escondida entre las parroquias de Llanes y Ribadesella, esta pequeña playa está enmarcada por la naturaleza característica de Asturias, acantilados escarpados y una exuberante vegetación. Está formada por arena blanca y agua salada, pero el Cantábrico se bate a unos metros y únicamente se cuela por debajo de las rocas.

A pesar de que cuente con solo 40 metros de longitud, la playa de Gulpiyuri está repleta de peculiaridades. En primer lugar, no tiene acceso directo al mar, siendo una playa de interior en la que se puede ver el Cantábrico tras las rocas, pero no sus aguas, lo que provoca una experiencia única.

Esta formación geológica de la playa de Gulpiyuri es lo que la hace especialmente sorprendente. Este capricho de la naturaleza es en realidad un sumidero inundado, originado cuando el mar Cantábrico 'taló' la costa rocosa y formó cuevas subterráneas, de las cuales cuyo techo se derrumbó con el paso del tiempo, creando lo que vemos hoy en día.

Realmente, es una depresión natural en medio de acantilados y rodeada de prados, a la que llega el agua del Cantábrico a través de una grieta en las rocas y de un pequeño riachuelo subterráneo. En ella, se puede escuchar el mar abriéndose paso a través del hueco para llegar a la arena de la playa.

La playa está formada por arena blanca, pero con marea alta apenas se puede ver. Con marea baja ocurre lo contrario, registrándose un fenómeno llamado drenaje, por el cual el agua se escapa por el mismo lugar por el que entró, dejando que la arena domine el ambiente. 

La Playa Gulpiyuri, que no cuenta con ningún tipo de equipamientos, ha sido declarada Monumento Natural como parte de la Red Regional de Áreas Naturales Protegidas. El acceso al terreno es algo complejo, ya que está rodeada de acantilados; sin embargo, la aventura para llegar merece la pena. El pueblo más cercano es Naves y se accede a través de un camino agrícola.

Desde el aparcamiento, hay una señalización que indica el camino hacia la Playa de Gulpiyuri. Tendrás que caminar aproximadamente 1 km para llegar por un sendero relativamente fácil y bien señalizado, pasando por campos verdes antes de descender ligeramente hacia la playa.

Qué hacer en la zona

La playa de Gulpiyuri es sin duda uno de los puntos de interés más interesantes, pero la costa cantábrica guarda otros lugares igualmente magníficos. Son muchos los lugares de Asturias que se pueden visitar para completar una escapada a la playa de Gulpiyuri. El más evidente, por su cercanía, es el pueblo de Naves, una tranquila localidad que pertenece al concejo de Llanes y que cuenta con unos 200 habitantes.

Además, a tan solo 20 minutos en coche de la playa de Gulpiyuri se encuentra la ciudad portuaria de Ribadesella. En ella podemos disfruta del casco antiguo adoquinado o del puerto. Hay otras maravillas en los alrededores que merecen la pena visitar, como la cueva de Tito Bustillo y la Cuevona (una enorme cueva que conecta varios pueblos) en Cuevas del Agua.