Tiburón de Groenlandia.

Tiburón de Groenlandia. WATERFRAME/ALAMY STOCK PHOTO.

Historias

Ni tortugas ni ballenas: este es el animal más longevo del mundo que puede vivir hasta los 400 años

Con una longitud de hasta siete metros, se trata de una especie muy poco estudiada debido a las condiciones en las que vive. 

28 agosto, 2024 11:49

El reino animal está repleto de animales y criaturas que nos muestran cómo nuestro planeta está repleto de ecosistemas y vida en todos sus rincones: desde las exuberantes selvas hasta los misteriosos abismos oceánicos, nuestro planeta alberga una asombrosa variedad de seres vivos que conocemos, pero también, aquellos que todavía son completamente desconocidos.

Cuando hablamos de animales desconocidos, el mundo marino es lo primero que se nos viene a la mente. Al final, el océano es el lugar más grande sin explorar de nuestro planeta, del cual se ha explorado menos del 5%. Por este motivo, resulta habitual que nos sorprendamos cuando descubrimos que en sus profundidades viven las especies más extrañas o, incluso, las más longevas del mundo.

El tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus) es uno de los tiburones más grandes del océano. Alcanza una longitud de 7,3 m y un peso de 1000 kg; sin embargo, el verdadero motivo por el que en los últimos años se ha popularizado en la ciencia es por el descubrimiento de una especie cuya edad se estimó a unos 400 años.

El animal que puede vivir hasta 400 años

Los tiburones de Groenlandia son la especie más longeva del mundo. Tienen cuerpos grandes y pesados con una coloración gris moteada que les da un aspecto similar al de una babosa. Con hocicos cortos y redondeados y unas aletas desproporcionadamente pequeñas en comparación al resto de su cuerpo, pueden crecer hasta los siete metros, aunque la longitud media es de unos cinco metros.

A pesar de su nombre, esta especie no solo se encuentra en Groenlandia, sino que se le han visto en lugares como el Caribe occidental, aunque de forma general están en las aguas del norte del océano Atlántico y del glacial Ártico, ya que vive en aguas increíblemente frías y profundas.

La condición en la que vive hace que esta especie esté mucho menos estudiada que muchas de las más de 500 especies de tiburones restantes. Es poco frecuente verlo y puede vivir en aguas de hasta 2.200 metros de profundidad y a temperaturas entre -2 y -7 grados Celsius (2 y 4 grados Fahrenheit).

Están especialmente adaptados para el agua fría, ya que sus tejidos contienen altos niveles de compuestos químicos que actúan como anticongelante y evitan la formación de cristales de hielo en el cuerpo. Estos tiburones conservan energía nadando muy lentamente (aproximadamente 35 cm por segundo), lo que también lo convierten en uno de los tiburones más lentos del océano.

A pesar de esta lentitud, pueden exhibir breves ráfagas de velocidad para emboscar a sus presas y son grandes depredadores. Tienen una dieta variada que incluye otros tiburones, rayas, anguilas, arenques, una variedad de otros peces e, incluso, otros mamíferos marinos como las focas, que hasta hace poco se creía que provenían exclusivamente de carroñeros debido a su lentitud al nadar. Sin embargo, algunos estudios demuestran lo contrario.

Añadido a su lentitud, hay un motivo que también parece hacerle difícil la caza a esta especie, y es que, los tiburones de Groenlandia suelen tener mala visión debido a un parásito llamado Ommatokoita elongata. Este diminuto crustáceo se adhiere a sus ojos, dañando la córnea y dejando tejido cicatricial con cada infección; sin embargo, así como por su lentitud, el tiburón no se debilita por su ceguera, ya que depende en gran medida de otros sentidos en su hábitat oscuro, muy por debajo del hielo.

Tiburón de Groenlandia.

Tiburón de Groenlandia.

Estos mismos órganos que se ven infectados realmente son fundamentales para la ciencia, puesto que la edad de las especies se determina eliminando las capas del cristalino del ojo (que sigue creciendo durante toda su vida) y datando por radiocarbono el tejido del centro.

Con este método, los científicos descubrieron que los tiburones de Groenlandia tienen una esperanza de vida de al menos 272 años y podrían llegar a los 392, con una diferencia de 120 años. Además, estas criaturas de crecimiento lento no alcanzan la edad reproductiva hasta los 150 años aproximadamente.

El tiburón de Groenlandia, como tal, también se considera una tradición en algunos países. Aunque la carne es venenosa si se consume cruda debido al alto contenido de urea y óxido de trimetilamina, se puede consumir sin problemas si se prepara adecuadamente. En Islandia, esta especie fermentada, o hákarl, se considera un plato nacional y se come después de un largo proceso de fermentación y secado.

Si se consume sin la preparación adecuada, puede causar problemas intestinales y neurológicos similares a la embriaguez. Como resultado, a las personas borrachas a veces se las llama "enfermas de tiburón".