Buitre.

Buitre. Istock.

Historias

Estas son las cinco especies de buitre que sobrevuelan España: del más tranquilo al más 'peligroso'

5 octubre, 2024 10:22

España alberga una rica diversidad de fauna. Desde el norte montañoso al sur caluroso, existen cientos de variedades tanto de plantas como de animales que forman un paisaje singular y único, ya que también conviven ejemplares en peligro de extinción, que prácticamente no habitan en otras partes del mundo.

Entre la diversidad, destacan cinco especies de buitres que sobrevuelan los cielos españoles: el buitre leonado, el buitre negro, el alimoche, el quebrantahuesos y el buitre de Rüppell o también conocido como buitre moteado.

Cada una de estas especies posee características únicas, tanto en su apariencia como en su comportamiento, y juntas conforman una parte esencial del ecosistema ibérico. A pesar de su mala fama por ser carroñeros, estas aves se encargan de retirar cuerpos en descomposición que, de otra forma, se mantendrían días contaminando las aguas o transmitiendo enfermedades. 

El buitre leonado

El buitre leonado (Gyps fulvus) es una de las especies más emblemáticas y comunes en España. Es fácilmente reconocible por su plumaje de tonos pardos y dorados, su gran envergadura, que puede superar los 2,5 metros, y su vuelo majestuoso.

A pesar de no representar una amenaza directa para las personas, su tamaño imponente, que puede llegar hasta los 1,2 metros y su envergadura, pueden generar respeto o temor.

Los buitres leonados anidan en acantilados y zonas montañosas, siendo visibles en áreas como los Pirineos, la Cordillera Cantábrica, y las sierras de Andalucía y Extremadura. Sin embargo, en los últimos tiempos, estos ejemplares están apareciendo en núcleos urbanos debido a la escasez de alimento.

Tradicionalmente, estas aves carroñeras se alimentan de animales sin vida, especialmente de grandes mamíferos como ovejas y caballos, que antes quedaban disponibles en el campo sin intervención humana.

No obstante, en las últimas décadas, las regulaciones de sanidad animal en muchos países han cambiado para evitar la propagación de enfermedades como la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), comúnmente conocida como "mal de las vacas locas".

Esto ha llevado a que los cadáveres de animales sean recogidos y eliminados rápidamente, lo que ha reducido drásticamente la disponibilidad de carroña en las áreas rurales. Como consecuencia, estos ejemplares se acercan a los núcleos urbanos para poder alimentarse.

Buitre leonado.

Buitre leonado. Istock.

Los buitres leonados juegan un papel vital en el equilibrio ecológico, ya que se alimentan de cadáveres de grandes animales, evitando la propagación de enfermedades y manteniendo los ecosistemas limpios.

Su capacidad para localizar carroña desde grandes alturas les permite cubrir amplios territorios, contribuyendo a su éxito como una de las especies más extendidas en la península. Se trata de una de las aves más grandes y longevas de Europa, el cual ha experimentado un notable resurgimiento en las últimas décadas gracias a los esfuerzos de conservación. 

El buitre negro

El buitre negro (Aegypius monachus), conocido también como buitre monje, es el buitre más grande de Europa, con una envergadura que puede alcanzar los tres metros. Posee unas grandes y anchas alas que son algo superiores en tamaño a las del buitre leonado. 

Las alas del buitre negro cuenta con unos bordes rectos que simulan, junto a su color, la forma de un retablo de madera. Se trata de un ave especialmente silenciosa, que sobrevuela el cielo en busca de alguna presa en silencio, dando vueltas y mirando a un lado y a otro sin emitir ningún reclamo. 

Buitre negro.

Buitre negro. Istock.

Estos ejemplares sobrevuelan a menor altura que otras variedades de buitres, lo que les permite divisar pequeñas carroñas que no están al alcance visual de otros animales. Además, es tan habilidoso que es capaz de capturar al vuelo algunas presas como ardillas, lagartos y tortugas, y es especialista en consumir restos de animales más grandes, como ciervos o ganado.

Su plumaje oscuro y su imponente tamaño lo hacen inconfundible. A diferencia del buitre leonado, que es más sociable, el buitre negro tiende a ser más solitario o forma pequeñas colonias en áreas boscosas y montañosas.

En España, su población se concentra principalmente en Extremadura, Castilla-La Mancha, y las sierras de Madrid y Andalucía, pero también lo podemos encontrar en la isla de Mallorca, donde se instalan en pinos cercanos a la costa.

A pesar de haber sufrido una drástica disminución en el pasado debido a la caza y el uso de venenos, las campañas de conservación han logrado estabilizar sus poblaciones en las últimas décadas.

El alimoche

El alimoche (Neophron percnopterus) es el más pequeño de los buitres europeos y se distingue por su plumaje blanco y negro, y su cara de un color amarillo intenso, que adquiere este tono debido a su alimentación. Esta especie tiene una notable capacidad para adaptarse a distintos hábitats, desde zonas montañosas hasta áreas semiáridas, y se distribuye por gran parte de España.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el alimoche está en peligro de extinción desde 2007 debido a la pérdida de recursos alimentarios y la persecución por parte de ganadores y cazadores.

A diferencia de los otros buitres, el alimoche es más oportunista y tiene una dieta más variada, que incluye no solo carroña, sino también pequeños animales, huevos y hasta excrementos, de los cuales extrae nutrientes.

Una de sus particularidades más fascinantes es su capacidad para utilizar herramientas: el alimoche es conocido por utilizar piedras para romper los huevos de otras aves, como los de avestruz, lo que lo convierte en una de las pocas aves en el mundo con esta habilidad.

El quebrantahuesos

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es quizás el más singular de los buitres que habitan en España. Con su plumaje de tonos anaranjados y blancos, y una envergadura que ronda los tres metros, esta especie destaca por su peculiar dieta, compuesta principalmente de huesos.

Su nombre proviene precisamente de su técnica para alimentarse: después de devorar la carne de un cadáver, el quebrantahuesos eleva los huesos en el aire y los deja caer sobre rocas para fracturarlos y luego ingerir los fragmentos. Esto le permite aprovechar el tuétano, una rica fuente de nutrientes.

Quebrantahuesos.

Quebrantahuesos. Istock.

El quebrantahuesos es un ave muy especializada y se encuentra principalmente en los Pirineos, aunque también ha sido reintroducida en otras zonas, como la Sierra de Cazorla. A lo largo del siglo XX, su población disminuyó drásticamente, pero los esfuerzos de conservación y reproducción en cautiverio han permitido la recuperación de algunas poblaciones.

Los factores que afectan negativamente a la conservación de la especie son las intoxicaciones y tendidos eléctricos, la perdida del hábitat, la reducción de recursos alimenticios y los fracasos en la reproducción debidos a molestias humanas (batidas de caza, actividades deportivas).

El buitre Moteado

Por último encontramos el buitre de Rüppell (Gyps rueppelli) o buitre moteado, el más raro de los buitres que se pueden avistar en España, y su presencia en la península es relativamente reciente. Esta especie, originaria de África, ha empezado a observarse en territorio español, probablemente debido al cambio climático y la expansión de su área de distribución natural.

El buitre de Rüppell es muy similar al buitre leonado, aunque es algo más oscuro y presenta un plumaje más moteado. Tiene una gran capacidad de volar a altitudes extremadamente elevadas, lo que le permite cruzar grandes distancias en busca de alimento.