Ni Asturias ni Galicia: el pueblo más frío de España está a dos horas de la capital y a 1.060 metros de altitud
- Esta pequeña localidad ha registrado algunas de las temperaturas más bajas del país, llegando a alcanzar los -28,2 °C en enero de 1952.
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Pensar en España es, generalmente, pensar en buen clima, a pesar de su heterogeneidad. Cuenta con una privilegiada ubicación que favorece temperaturas relativamente templadas todo el año, con inviernos suaves y veranos cálidos, que nos permiten disfrutar de las montañas nevadas durante los primeros meses del año y de las mejores playas cuando llega julio.
Sin embargo, siempre hay excepciones. Hay quienes, por ejemplo, rehúyen del sur debido a las altas temperaturas que predominan especialmente en verano y otros que están tan acostumbrados a llevar pocas capas durante todo el año, que si les hablamos del pueblo más frío de España jamás se atreverían a pasar unos días.
Aunque cuando hablamos del invierno sea habitual pensar en el norte del país como la zona con temperaturas más bajas, lo cierto es que Molina de Aragón lleva décadas consolidándose como el lugar más frío de España. Y su ubicación no es ni más ni menos que Castilla-La Mancha.
El pueblo más frío de España
Molina de Aragón es una localidad situada en la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, en el centro de España. Es conocida por ser una de las ciudades más frías del país, con temperaturas extremadamente bajas que en ocasiones han alcanzado cifras récord.
La ciudad se encuentra a una altitud de aproximadamente 1.065 metros sobre el nivel del mar, lo que contribuye a su clima riguroso, especialmente en los meses de invierno, donde las temperaturas pueden bajar de forma regular por debajo de los -10 °C.
La localidad ha registrado algunos de los valores más extremos de toda la península ibérica. El 28 de enero de 1952, alcanzó una temperatura mínima de -28,2 °C, una de las más bajas jamás registradas en España, y que hoy día sigue siendo un récord.
La sensación de frío en Molina de Aragón se intensifica debido a la elevada humedad y al viento, que hacen que el aire se sienta aún más gélido. Las heladas nocturnas suelen ser intensas y pueden mantenerse incluso durante el día, especialmente en los rincones más sombreados de la ciudad y sus alrededores.
Sin embargo, a pesar de las temperaturas y su pequeña población de unos 3.000 habitantes, Molina de Aragón tiene una gran importancia histórica, cultural y natural, siendo el casco histórico uno de los más interesantes de la provincia de Guadalajara, que se remonta a la época celtíbera y romana.
Otro de los principales atractivos de Molina de Aragón es su impresionante castillo, una fortaleza medieval que domina el paisaje desde una colina y que es uno de los más grandes y mejor conservados de toda España.
La fortaleza fue construida originalmente por los musulmanes y posteriormente ampliada y reforzada por los cristianos, siendo testigo de numerosos episodios históricos a lo largo de los siglos, especialmente durante la Reconquista. La estructura cuenta con varias torres y murallas que ofrecen unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y sus alrededores.
La arquitectura religiosa también destaca en la localidad, con la iglesia de San Francisco y la iglesia de Santa Clara como dos de los templos más significativos, cada uno con su estilo y detalles arquitectónicos que reflejan la riqueza histórica de la ciudad.
Molina de Aragón está situada en un entorno natural privilegiado, en el corazón del Parque Natural del Alto Tajo, uno de los espacios naturales más importantes de Castilla-La Mancha y de toda España, lo que también lo convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza.