¿Generación beta o 'bebés de la guerra'? 58 millones de menores nacerán en 2025 en medio de una crisis humanitaria
- UNICEF asegura que el nuevo año se presenta complicado para una infancia que crece entre bombas y pobreza extrema.
- Más información: Cambio climático, menos natalidad e inteligencia artificial: estos son los grandes retos de la infancia en 2050
2025 no es un año cualquiera: trae consigo el nacimiento de una nueva era, la de la generación beta. Los hijos de los milenials (1980-1994) y los zeta (1995-2009), nacidos entre hoy y el 2039, serán los primeros en crecer en un mundo en el que lo tecnológico y lo digital está totalmente integrado.
Según el experto en demografía Mark McCrindle, para los betas "lo digital y lo físico será indivisible". Y asegura que esta generación podría combinar la hiperconectividad a la que está abocada con las actividades offline. Todo, dice, como resultado de su crianza y de unos padres que ya hoy empiezan a ser conscientes de las repercusiones de la vida digital en la salud física y mental.
McCrindle asegura también que en 2035, los betas conformarán el 16% de la población mundial y empezará a rediseñar el mercado. Además, gracias a los avances médicos y tecnológicos se prevé que buena parte de ellos puedan llegar a vivir el nuevo cambio de siglo.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Los bebés nacidos a partir de este 2025 podrían ser también la generación de la guerra o de las crisis humanitarias. UNICEF estima que solo este año nacerán al menos 58 millones de niños y niñas en situaciones de conflicto o emergencia.
Las guerras actuales y los posibles fenómenos climáticos extremos que se produzcan este nuevo año marcarán el destino de los bebés que nazcan en los próximos meses.
213 millones de niños
Serán, según explica Catherine Russell, directora ejecutiva del programa de Naciones Unidas para la infancia, 213 millones de menores, los que, en total, se vayan a "llevar la peor parte de unas situaciones de emergencia impredecibles y volátiles".
Esa cifra, insiste, es "asombrosamente alta". Y repite que "la escala de las necesidades humanitarias de los niños y niñas se encuentra en un nivel históricamente alto, y cada día hay más afectados".
Pero es que, además, en la actualidad, más de 460 millones de niños viven o huyen de la violencia en República Democrática del Congo, Haití, Myanmar, Palestina, Sudán o Ucrania. Mientras tanto, casi la mitad de los niños del mundo viven en países que están en riesgo extremadamente alto de sufrir los impactos del cambio climático. Lo que tan solo agrava aún más la situación.
Las crisis más urgentes
Según UNICEF, en 2025 la infancia de estas zonas será especialmente vulnerable:
Palestina. "Está siendo devastado", lamentan desde la entidad. "Los desplazamientos son masivos y la destrucción de las infraestructuras civiles, abrumadora. La desnutrición de los niños y niñas va en aumento y se están extendiendo enfermedades como la polio", alertan.
Líbano. "El reciente alto el fuego ha traído una mezcla de esperanza y tristeza para niños y familias, algunos de los cuales han comenzado a regresar a sus hogares. Ahora se enfrentan a infraestructuras dañadas y a la existencia de artefactos de guerra sin detonar", indican desde UNICEF.
Ucrania. La guerra continúa. 3,7 millones de personas siguen desplazadas dentro del país y más de 6,1 millones está refugiada en Europa. "La guerra ha aumentado el riesgo de que los niños y niñas sufran violencia y el acceso a atención sanitaria y a agua segura es muy limitado", recuerda el programa de la ONU.
Sudán. El país africano es el "escenario de la mayor crisis de desplazamiento infantil del mundo", una situación que ha aumentado la presión sobre los países limítrofes, como Chad y Sudán del Sur.
África Occidental y Central. En esta zona del continente, "una combinación de conflictos, emergencias climáticas extremas y brotes de enfermedades deja a millones de personas sin acceso a agua potable, instalaciones sanitarias, servicios de protección y atención primaria de la salud".
América Latina. Atravesada por crisis migratorias, desafíos climáticos y violencia, esta región es todo un polvorín. De todos los contextos de necesidades humanitarias, desde UNICEF destacan Haití. "La frágil transición política, el colapso económico y la violencia creciente son los ingredientes de una de las crisis humanitarias más complejas del mundo", indican.
Afganistán. El 50% de la población, de los que 12,3 millones son menores, necesitaron ayuda humanitaria en 2024. La situación en 2025 no tiene visos de mejorar, pues "millones de niños se enfrentan a inseguridad alimentaria y falta de acceso a los servicios de salud. Además, los fenómenos climáticos adversos son más frecuentes e intensos".
El clima, en el centro
La estrategia de acción humanitaria para 2025 de UNICEF apunta hacia una amenaza común para los menores del mundo: el cambio climático. No hay región en la que la infancia no se enfrente a este reto —para su salud, su educación e, incluso, su vida—.
Los desastres naturales consecuencia de la emergencia climática ya son la norma en el este de Asia y en el Pacífico, al igual que en este y sur del continente africano o en América Latina y el Caribe. Todas estas regiones, además, ven los retos medioambientales acuciados por conflictos internos que derivan en desplazamientos masivos de personas.
Pero ni siquiera Europa se salva de las inclemencias climáticas. UNICEF pone sobre la mesa los peligros de inundación, olas de calor o incendios forestales que amenazan a los menores en esta región. Al igual que sucede en Asia central, en el sudeste asiático —con el añadido de la inestabilidad política— o en Oriente Medio, donde las guerras también amenazan a los más pequeños.
A pesar de la magnitud de los desafíos, desde UNICEF aseguran que los niños "no están desahuciados". La labor de las organizaciones humanitarias es clave para "garantizar un acceso equitativo a la atención de salud, la educación, el agua potable y el saneamiento". Y, sobre todo, "podemos garantizar que se respeten sus derechos".