Las negociaciones de la cumbre del clima están encallándose en los temas más peliagudos. El compromiso en cuanto a la financiación para la lucha y adaptación del cambio climático no termina de cuajar y el fin de los combustibles fósiles -gas, carbón y petróleo- parece alejarse según se acerca el plenario final de la cumbre del clima.
Mientras que el borrador del pasado jueves apostaba por poner fin a las inversiones en combustibles fósiles, el documento dado a conocer este viernes parece ser una declaración de intenciones. El lenguaje blando incluido en este nuevo texto deja a un lado lo que hasta ahora era una declaración histórica. Y es que este último borrador parece descafeinar toda propuesta sobre poner coto a los hidrocarburos.
El texto "exhorta a las Partes a acelerar el desarrollo, despliegue y difusión de tecnologías, y la adopción de políticas, para hacer la transición hacia sistemas energéticos de bajas emisiones, incluso aumentando rápidamente la generación de energía limpia y acelerando la eliminación progresiva de la energía de carbón y de los subsidios ineficientes para combustibles fósiles".
Lo incluido en el anterior borrador, aunque escueto, era más contundente: "Las partes [firmantes] acelerarán la eliminación progresiva del carbón y las subvenciones a los combustibles fósiles". Se marcaba el camino para poner fin a la era dorada del carbón, el gas y el petróleo.
Con el nuevo texto, la eliminación de los hidrocarburos deja flecos sueltos al puntualizar que solo se persigue acabar únicamente con "los subsidios ineficientes" de manera progresiva. Deja así un espacio para que aquellos países muy dependientes de los combustibles fósiles puedan seguir poniendo en marcha proyectos en orden a sus intereses.
La ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España, Teresa Ribera, lamentaba este viernes que el último borrador del acuerdo en la cumbre del clima rebaje la ambición sobre el fin del carbón y los subsidios a los combustibles fósiles.
Según declaraciones de Ribera recogidas por EFE, "en realidad, lo que los expertos economistas dicen es que los subsidios a los combustibles fósiles nunca son eficientes. Por tanto, nunca tiene sentido que se introduzca ese adjetivo". Además, auguró que en las próximas horas "se van a oír con claridad y con fuerza las voces que reclamen un compromiso".
¿Qué propone el BOGA?
En el marco de la cumbre del clima en Glasgow se han sucedido varias declaraciones y acuerdos -no vinculantes- para acabar con proyectos de explotación relacionados con combustibles fósiles
Además de la declaración para acabar con su financiación -suscrita por al menos una treintena de países-, esta semana, Dinamarca y Costa Rica han dado un paso más en la lucha contra los proyectos de combustibles fósiles. Presentaron la Alianza Más Allá del Petróleo y el Gas (BOGA, por sus siglas en inglés).
Este acuerdo es el primero en el mundo centrado en seguir manteniendo los combustibles fósiles bajo tierra. De momento, tan solo la integran ocho países, entre los que se encuentran Costa Rica, Dinamarca, Francia, Groenlandia, Irlanda, Quebec, Suecia y Gales. California y Nueva Zelanda figuran como miembros asociados, países que sólo pueden unirse de esta forma si demuestran que han realizado esfuerzos para acabar de manera progresiva con la financiación a este tipo de energías sucias.
Los países partes del acuerdo son de momento los únicos que se han atrevido a poner fecha final a la exploración y extracción y a dejar de conceder nuevas licencias. No obstante, llama la atención la poca participación de los países en esta alianza.
España, por ejemplo, no ha hecho aún ademán de anexionarse al BOGA, como tampoco Reino Unido, anfitrión de la cumbre del clima y principal promotor del acuerdo para acabar con la financiación de los combustibles fósiles en el extranjero.
Hay que recordar que este último acuerdo dejaba un fleco suelto, como era el de acabar con la financiación a estas energías únicamente en proyectos en el extranjero. Esta puntualización permitiría así seguir poniendo en marcha proyectos de combustibles fósiles de fronteras para dentro.
Energía nuclear: ¿una alternativa?
La gran dependencia de los combustibles fósiles que tienen países como Arabia Saudí o Australia resuena en los pasillos de Glasgow en forma de un no en mayúsculas a todo acuerdo a favor de acabar con estas energías.
Otros países como Francia, están aprovechando por otro lado para incorporar a la conversación una energía que entienden como limpia, como es la nuclear. El país, que genera más del 70% de su energía por esta vía, propone incluir a las nucleares como energía renovable.
Emmanuel Macron, de hecho, anunció esta semana que su país iba a construir nuevas centrales nucleares para reindustrializar el país y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Los defensores de la energía atómica arguyen que este tipo de recursos no emite gases de efecto invernadero. Una afirmación equivocada, puesto que para la extracción, transporte y procesamiento del uranio sí que se contamina, aunque mucho menos que con el carbón o el gas.
En este sentido, Alemania rechaza lo propuesto por Francia. El país germano lleva varios años comprometido en la desconexión progresiva de sus reactores nucleares. Considera que la energía nuclear no es compatible con las energías verdes, por lo que ha solicitado a Bruselas que la excluya de esta categoría. Una declaración a la que se han sumado otros países como Dinamarca, Portugal, Luxemburgo y Austria.
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