Líderes humanistas con cuello de jirafa: que tengan capacidad de visión y un gran corazón que bombee la sangre

Las empresas son un pilar muy importante en la sociedad. Es un lugar donde las personas pasan la mayor parte de las horas del día, motores económicos que impulsan el engranaje y un poder fáctico que apoyan los cambios. Por eso es fundamental que estos motores tengan líderes con humanismo que piensen en un futuro común. 

Es lo que han hablado en un encuentro celebrado en la sede de Deusto Business School en Madrid, donde han reunido a numerosos empresarios que quieren encontrar el cómo elevar sus organizaciones. Porque el qué ya lo tienen. 

En el encuentro han hablado tres expertas en la gestión de equipos y han analizado cómo potenciar el mayor valor de las empresas: el humano. Las empresas, como todas las organizaciones, tienen objetivos, puntos claves a los que atender, y a ellos se llegan cuando la organización está coordinada y compenetrada, desde el primero al último. 

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Como la directora corporativa en Deusto Madrid, Marta Aguilar, explica, las empresas que quieran inspirar el cambio tienen que poner a las personas en el centro. A todas: consumidores, proveedores, trabajadores, ejecutivos, y para explicarlo usó la metáfora de una jirafa. 

Las jirafas, los mamíferos más altos de la Tierra, tienen un punto de vista diferente. Son capaces de otear muy por encima de sus compañeros, también potenciales presas, y cuando ven al león y emprenden la carrera, los demás les siguen porque se fían ciegamente de ellos. Eso, según Aguilar, es un líder. 

Marta Aguilar,

Pero además, otro detalle de la anatomía 'jirafil' es que tienen un corazón enorme, de hasta 10 kg, para poder bombear sangre cuello arriba hasta el cerebro. Eso, llevándolo al campo empresarial y de liderazgo, es que aquellos que están en posiciones ejecutivas puedan entender las necesidades del equipo. 

Los trabajadores en el centro

Además de las comparativas animales, en el encuentro se presentaron dos ejemplos prácticos de multinacionales líderes para ilustrarlas. Leroy Merlin y Danone, cubren dos sectores tan diferentes como el bricolaje y la decoración y la alimentación, pero ambas tienen en común el interés en las elijan como el lugar donde invertir su vida laboral. 

Eva Carmona, responsable de bienestar corporativo y experiencia del empleado de Leroy Merlin, explica la estrategia de la empresa de bricolaje. Igual que quieren despertar en las personas la motivación de crear entornos, buscan dejar una huella en ellos mismos con un modelo de liderazgo 3.0. 

Algo de lo que Carmona parecía más orgullosa es en la capacidad de Leroy de hacer piña entre los empleados con iniciativas en las tiendas, promoviendo concursos y retos de negocios. "Con ellos se apelan al bienestar físico y social, pero también al emocional", dijo durante su ponencia. 

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La responsable de talento y contratación de Danone, Vanesa Barrido, por su parte, quiso poner de valor al empleado. Danone, la empresa más grande de la acreditación B-Corp, tiene como eslogan conseguir la salud a través de la alimentación y eso se traduce también en encontrarla en el sitio de trabajo. 

Lo más importante, dice Barrido, es que las personas puedan gestionar con autonomía su tiempo. Muchas veces, los puntos más importantes para que los trabajadores decidan quedarse en una empresa u otra es que tengan valores compartidos, y que se perciba que la compañía también hace un esfuerzo por la conciliación.

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También se puede pensar que esto es cuestión de grandes empresas y corporaciones, que tengan suficientes recursos como para permitirse ofrecer ciertos beneficios. Pero ambas ponentes coincidieron en no es cosa de dinero, sino de saber qué necesitan los empleados e intentar, en la medida de lo posible, llegar a ellos. 

Una de las medidas más valoradas es la flexibilidad de horario, y para eso, muchas veces, las empresas pequeñas son más cercanas y conocen mejor sus necesidades.