Han pasado más de 20 años desde el estreno de la película Cadena de favores, una cinta que nos invita a abrir nuestra mirada, a entender cómo se puede incidir positivamente en el bienestar de otros con pequeños gestos. Ponía sobre la mesa que cada persona debía hacer un favor a tres personas, y estas, a su vez, debían ayudar a otras tres.
En definitiva, nos mostraba que el mundo puede ser maravilloso si el cambio comienza desde cada persona. Esto, sin duda, refleja a la perfección el trabajo que realizamos desde el Proyecto LIBERA, un movimiento que, igualmente, no para de sumar personas comprometidas con el planeta. Una cadena fuerte, que cuenta ya con más de 100.000 eslabones, que simboliza a cada uno de los héroes anónimos que, desde 2017, han luchado y luchan contra la basuraleza.
En un día como ayer, que celebramos el Día Mundial del Medioambiente, lejos de ser negativos y resaltar cuánto contaminamos nuestros mares, cómo favorecemos la pérdida de biodiversidad o cómo malgastamos un recurso limitado como el agua —aspectos que, sin duda, están sobre la mesa y escuchamos cada día—, nos gustaría ser optimistas y alzar la voz por todos los que pasan a la acción, los que sobre el terreno se movilizan y hacen que nuestra sociedad esté cada vez más concienciada sobre la necesidad de liberar de basuraleza los entornos naturales.
Porque cada día somos más y es justo reconocer su trabajo. Desde el principio, hemos trabajado con el foco puesto en concienciar y movilizar a la ciudadanía; hemos contribuido para ser un activador de conciencia y de movilización y, en estos cinco años, con nuestros aciertos y nuestros errores, hemos conseguido tejer una gran red con un objetivo común: mantener los espacios naturales libres de basuraleza.
Cerca de 2.000 organizaciones y entidades como el CSIC, la Fundación Reina Sofía, la DGT, Paisaje Limpio o Vertidos Cero ya están manos a la obra, poniendo su conocimiento al servicio de la sociedad y haciendo frente, entre todos, a este reto global.
Hablamos de grandes y pequeñas entidades y organizaciones, alumnos de centros educativos, buceadores, deportistas, científicos, educadores, pueblos de 500 o de 10.000 habitantes… personas, que se están dejando la piel para que el país que hereden nuestras próximas generaciones sea un país colaborativo, limpio de basura abandonada, y consciente de la necesidad de garantizar un futuro sostenible.
Porque hay un hecho que no se puede pasar por alto. Y es que la concienciación colectiva sólo es posible si sumamos las pequeñas conciencias individuales de cada uno de nosotros. Cada día suma. Cada gesto cuenta.
Por este motivo, el próximo 11 de junio, damos otro paso más en esta lucha contra el abandono de residuos. Celebramos nuestra sexta edición de 1m2 contra la basuraleza: la gran recogida colaborativa nacional. Una fecha que nos sirve para demostrar la importancia de esa unión de todos, para mostrar todo lo que somos capaces de hacer en un solo día si colaboramos.
Ya no hay vuelta atrás. Hemos demostrado que hay que lograr una actitud de respeto y de cuidado del medioambiente, una conciencia global que promueva la colaboración de todos ante los grandes desafíos que afrontamos como sociedad. Sumando, eslabón a eslabón, nuevos héroes que, a su vez, conciencien a otros más.
El domingo 5 de junio luchamos por nuestro medioambiente y, como reza el lema de este año de la ONU, #UnaSolaTierra, hacemos un llamamiento a la acción colectiva para celebrar, preservar y recuperar nuestro planeta. Estás a tiempo de ser un eslabón más de esta gran cadena que protege nuestro hogar común.
*** Nieves Rey es directora de comunicación y Marketing de Ecoembes.
*** Federico García es coordinador del área social de SEO/BirdLife.