Cuando me pongo a hablar de mi trabajo, la verdad es que no paro de hablar y de hablar y veo que mucha gente me mira perpleja pensando si verdaderamente los neumáticos dan para tanto. Pues sí, dan para mucho y les prestamos muy poca atención teniendo en cuenta la importancia que han tenido y tienen en nuestra vida. De hecho, es uno de los inventos más importantes en la historia de la Humanidad, por su gran utilidad para muchos oficios, para las máquinas y para el transporte terrestre.
La primera vez que visité una planta de fabricación de neumáticos me quedé fascinada. Una cinta por donde suben diferentes materiales como si fuera la cinta del supermercado con bloques de caucho virgen, caucho sintético, y bolsas de plástico con letras y números misteriosos que ocultan fórmulas químicas que mejoran las características y la resistencia de los neumáticos.
Lo que salía de allí era una masa negra, blanda, parecida a la plastilina que se iba aplanando para recubrir los talones del neumático, dos aros de acero grueso que componen su estructura o esqueleto. A partir de ahí, un gran entramado de hilos de nailon e hilos de acero comenzaban a pasar por encima de mi cabeza como si estuviera en la famosa escena de Misión Imposible donde el protagonista trataba de evitar que un láser hiciera sonar la alarma.
Más caucho por encima de este entramado, y el neumático como un gran donut de chocolate y, blando al tacto, tenía que pasar por un último paso: el horno de cocción. Cada neumático se metía en un molde con el dibujo específicamente diseñado para su banda de rodadura y una elevada temperatura que por los materiales químicos de su composición, convertían esa rueda blanda en un neumático con mayor dureza, fabricado para ser indestructible y salvaguardar nuestra seguridad en el vehículo.
Pero mi trabajo en realidad está al final de la vida de este neumático. ¿Qué ocurre con los neumáticos cuando decimos cambiarlos por otros nuevos? Si preguntamos a nuestro alrededor muchos no tendrán respuesta y otros dirán que se queman, porque irremediablemente siempre nos viene a la cabeza un neumático en llamas del que emana un humo negro, pero la realidad es completamente distinta.
La legislación (Europa y estatal) obliga a los productores de neumáticos, tanto fabricantes como importadores, a garantizar su correcta gestión ambiental cuando llegan al final de su vida útil y desde 2006, SIGNUS que es una entidad sin ánimo de lucro creada por los principales fabricantes de neumático de manera conjunta, gestiona anualmente cerca de 200.000 toneladas de neumáticos y lo hace tratando de buscar la manera de dar valor a los materiales reciclados que se obtienen de su reciclaje mecánico donde se separan su tres principales componentes, el caucho, el acero y la fibra textil.
El reto es enorme porque a diferencia de otros residuos, el de los neumáticos no sirve actualmente para fabricar neumáticos nuevos, aunque es cierto que por parte de los fabricantes se está investigando y desarrollando proyectos para que esto pueda ser posible en un futuro no muy lejano. Pero para poder dar valor y utilidad a los materiales que obtenemos del tratamiento de los neumáticos que han llegado al final de su vida útil, tenemos que poner el foco en las características que tienen estos materiales (capacidad de aislamiento acústico y térmico, resistencia, flexible, etc.) y buscar dónde puede ser interesante aplicarlo.
El acero vuelve a las acerías para continuar su vida como acero. El textil, sin embargo, cuenta con varias dificultades por su complicada separación del caucho. Por tanto, lo tiene más complicado, pero se usa como material de aislamiento en construcción o como combustible para las cementeras.
El caucho, el principal componente de nuestras ruedas, podemos encontrarlo en campos de fútbol, en parques infantiles, en tartanes de atletismo o en carreteras, pero también podemos encontrarlo en piezas de automoción, en calzado, en el sector ferroviario, en obra civil e incluso en el mundo de la moda convertidos en pendientes e incluso en un maravilloso vestido diseñado por María Lafuente y ejecutado por Lowpoly en impresión 3D.
Y aquí, me quiero detener, en el mundo de la moda que, aunque tradicionalmente está focalizado sobre todo en bolsos, calzado y otros accesorios, en los últimos tiempos ha existido una clara evolución, en gran medida gracias a la tecnología.
Desde SIGNUS decidimos lanzar un reto, que fue transformar el neumático de aspecto más bien rudo y quizás sucio en algo bello, pero no sabíamos cómo abordarlo. A través de un equipo liderado con Gema Gómez de Slow Fashion Next, referente en el mundo de la moda sostenible, logramos hacer un mapeo a nivel internacional de todas las posibilidades que ofrece el caucho reciclado procedente de los viejos neumáticos y esto nos sirvió para establecer un nuevo punto de partida y desarrollar algún producto novedoso, sostenible, bonito con caucho reciclado.
Aplicando técnicas de impresión 3D con filamento fabricado con neumático descubrimos un nuevo campo lleno de grandes oportunidades para el caucho. El caucho mezclado con resinas ecológicas ha dado un empujón a la aparición de nuevas marcas como M Campos en negro o la colección de neumático de la marca Pendientes del Nombre.
En el mundo de lifestyle vemos que todavía quedan cosas por descubrir y todo ello lo podemos ir descubriendo en la plataforma creada por SIGNUS, Neomatique, que aglutina principalmente tres fuentes. Una es ORIGIN, donde se pueden encontrar las diferentes empresas en las que se pueden encontrar el material reciclado, cámaras de neumático, planchas de neumático, granulado, polvo…
La segunda es NEODESIGN que aglutina a empresas que tienen productos fabricados a partir de neumáticos reciclados para que cualquier usuario que lo desee pueda encontrar allí un importante abanico de productos y de las empresas que los comercializan. La tercera fuente es la de I+D, Laboratorios y centros tecnológicos, lugares donde cualquier diseñador pueda realizar sus prototipos y realizar sus pruebas.
Después de un año desde su puesta en marcha, Neomatique ha ido captando el interés de diseñadores y centros tecnológicos, no sólo en España, sino también en otras partes del mundo. La utilización del neumático fuera de uso se está extendiendo en el mundo del diseño, tanto por su valor como material reciclado como por sus prestaciones técnicas que en muchos casos igualan las características de materiales vírgenes e incluso las mejora. Una verdadera apuesta por la economía circular.
***Isabel L.-Rivadulla Sández es directora de Comunicación y Marketing de SIGNUS y vicepresidenta WAS