En un mundo en constante transformación, es fundamental que nuestras acciones reflejen, no solo la necesidad de adaptarnos al cambio, sino también la de preservar aquello que nos define. En línea con la iniciativa de la Unión Europea, la Nueva Bauhaus Europea, sabemos que necesitamos encontrar soluciones arquitectónicas sostenibles que, además, tengan la cultura como valor central.

En la Fundación EDP, creemos que los entornos rurales, con su riqueza cultural y su patrimonio único, son esenciales para la identidad y el futuro de nuestras sociedades. Sin embargo, la despoblación amenaza con borrar estos tesoros, llevándose consigo no solo a las personas, sino también a la memoria viva de nuestras comunidades.

En este contexto es donde surge la iniciativa 'Arte Público' de la Fundación EDP, una propuesta que busca revivir y dinamizar el mundo rural a través de la cultura, con la mirada innovadora de los jóvenes como eje central, al ser estudiantes y recién graduados quienes llevan a cabo los proyectos.

La razón por la que se ha lanzado esta propuesta es clara: creemos firmemente en el poder transformador de los jóvenes y en su capacidad para proponer ideas que hagan frente a los retos a los que nos enfrentamos. Ellos son el motor del cambio, capaces de imaginar un futuro donde la sostenibilidad, la innovación y la belleza coexisten.

A través de 'Arte Público' no solo les ofrecemos la oportunidad de materializar sus ideas, sino que también les damos la responsabilidad de dejar una huella duradera en nuestros pueblos, una que recuerde que la cultura no solo tiene un valor inherente, sino que también es una herramienta poderosa para convertir el mundo rural en un destino atrayente para instalarse.

Si bien es cierto que apostar por la cultura como forma de dinamización del mundo rural es un gran reto, también es una oportunidad para dar un paso adelante y empezar a concienciar desde la acción. Con 'Arte Público' queremos poner el foco en la cultura, en su auténtico valor y en su capacidad de adaptarse a las nuevas necesidades de manera eficiente e innovadora. 

Con esta iniciativa, nuestro objetivo va más allá de mejorar las infraestructuras de los territorios rurales, también crear un contexto integrador que fomenta la participación activa de la comunidad local. Sabemos que cualquier intervención en el territorio debe partir del conocimiento profundo de sus necesidades, por eso cada proyecto que se quiere realizar se comienza con un proceso de escucha activa a los vecinos para entender cuáles son sus preocupaciones, sus sueños y sus expectativas. Solo así podremos llevar a cabo una actuación que realmente genere valor y contribuya al bienestar de todos.

La iniciativa 'Arte Público' impulsa la colaboración entre entidades públicas y privadas para desarrollar proyectos transformadores que no solo potencien los entornos rurales, sino que también contribuyan a su desarrollo socioeconómico. Involucramos a la comunidad en cada etapa del proyecto, desde la identificación de las necesidades hasta la ejecución de las propuestas artísticas, permitiendo que los jóvenes talentos den rienda suelta a su creatividad en la creación de espacios no solo eficientes sino sostenibles.

Los primeros resultados ya están comenzando a verse. En estos momentos, estamos inmersos en la fase de diálogo con la comunidad, escuchando sus voces y comprendiendo sus realidades. A medida que avancemos, serán los jóvenes quienes tomen el relevo, presentando sus propuestas y diseñando las intervenciones que darán vida a estos espacios.

El éxito de las ediciones anteriores, como la de 2020 en Ribera de Arriba, donde la Central Artística de Bueño surgió como un referente de innovación y creatividad, nos da la certeza de que estamos en el camino correcto.

La edición actual de 'Arte Público', en Puente Viesgo (Cantabria) se perfila como un nuevo capítulo en la historia de revitalización rural, y no tenemos dudas de que será un éxito. Al involucrar a jóvenes talentos, a las comunidades locales y a instituciones de renombre, estamos creando un modelo de intervención que no solo respeta, sino que también realza el patrimonio rural, contribuyendo así a paliar los estragos de la despoblación. 

Nos hemos propuesto rehabilitar el Palacio de los Bustillo Ceballos ―una casona del siglo XVIII― para transformarlo en un espacio cultural polivalente, abierto a toda la comunidad. Y, en este proceso de reconversión, hay un elemento esencial para nosotros: la sostenibilidad.

Este concepto, que muchas veces relacionamos únicamente con la preservación del entorno ambiental, tiene otras vertientes que también queremos incorporar a nuestro proyecto. Si hablamos de dinamizar el mundo rural, de repensar sus dinámicas participativas, inevitablemente tenemos que hablar de sostenibilidad territorial y de desarrollo urbano sostenible.

Es decir, es importante que no perdamos de vista que la forma en la que nos relacionamos con nuestro entorno está estrechamente vinculada con la morfología de nuestras ciudades. La disposición de las calles, el diseño de los edificios o la utilidad de los espacios comunes definen, en gran parte, el bienestar de quienes hacen uso de esos lugares.

Buscamos ideas que integren la eficiencia energética, las energías renovables y los principios de economía circular en las propuestas de rehabilitación. La cultura es necesaria para construir una sociedad sostenible, al igual que la sostenibilidad necesita a la cultura para seguir guiándonos hacia un futuro más inclusivo. Por eso, recuperar un edificio histórico, dotarlo de un nuevo uso, es un ejemplo de sostenibilidad ambiental, pero también económica y social.

Porque en la Fundación EDP estamos convencidos de que el futuro del mundo rural pasa por la cultura, y estamos decididos a poner todo nuestro empeño en su recuperación.

*** Vanda Martins es directora de la Fundación EDP.