Hace unos años, en el corazón de Oaxaca, México, la pequeña familia Ángeles, artesanos tradicionales dedicados a los alebrijes —esas figuras de animales fantásticos de vivos colores talladas y pintadas a mano—, enfrentaba un gran desafío de futuro: cómo mantener viva su herencia en un mundo globalizado. En lugar de seguir haciendo lo de siempre para sobrevivir, optaron por adaptarse.

Comenzaron a usar materiales sostenibles y forjaron alianzas con artistas y diseñadores contemporáneos, lo que, junto con el uso de las redes sociales, les permitió crecer y llevar sus coloridas creaciones a medio mundo. Esta evolución no solo protegió su legado, sino que lo impulsó hacia el futuro, demostrando que tradición e innovación pueden coexistir y fortalecerse a través de la colaboración.

Relatos como este nos inspiran y nos recuerdan que no estábamos tan equivocados cuando hace unos años lanzamos Innuba, impulsada por un propósito que recogía la vocación de participar activamente en proyectos de impacto positivo a través de las alianzas, la colaboración, de tejer ecosistemas.

Somos una empresa que lleva tiempo trabajando y analizando cómo eludir esta trampa de lo urgente a la que se expuso la familia Ángeles. Entendemos que la complejidad de los tiempos que vivimos exige una mirada transversal, una capacidad para detenerse y analizar el contexto desde una perspectiva sistémica.

Nos enfrentamos a una inercia que nos empuja a resolver lo inmediato: las presiones de mercado, los cambios regulatorios, la desinformación, las crisis mundiales inesperadas, las expectativas crecientes de los consumidores. Si hay algo que tenemos claro es que para crear esos futuros positivos necesitamos resistir esa urgencia, aprender a escuchar el contexto y a las organizaciones para enfocarnos en construir soluciones duraderas.

Este fenómeno de priorizar lo urgente sobre lo importante no es exclusivo de un sector. Según un informe de McKinsey, las empresas que se centran en resultados sólo a corto plazo verán su crecimiento limitado. Por eso, en momentos de complejidad, la planificación y las decisiones con visión de futuro son esenciales para sostenerse.

Cada vez más organizaciones entienden que no pueden resolver los grandes desafíos solas. Muchas recurren a alianzas estratégicas con ONG, gobiernos e incluso competidores para abordar desafíos complejos como la sostenibilidad y el cambio climático, ya que este trabajo en colectivo permite compartir riesgos y acceder a nuevos recursos que, de manera individual, serían inalcanzables​.

Y esto es un desafío global más allá de los objetivos de nuestra organización. Según el Foro Económico Mundial, el coste de no abordar con urgencia el cambio climático podría alcanzar hasta el 18% del PIB mundial en los próximos años. En un mundo tan incierto y cambiante, es precisamente en estos momentos cuando liderar con lucidez y audacia se vuelve crucial. Ese es nuestro gran desafío: pensar más allá de lo urgente, generar poderosas conexiones y, juntas, construir soluciones que perduren.

En Innuba hemos acompañado a organizaciones (privadas, públicas y del tercer sector) siempre con una mirada humana, estratégica y transformadora. Cada alianza que creamos es un paso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estamos convencidas de que nuestro mayor impacto nace de construir relaciones a largo plazo, porque sin el ODS 17, los demás objetivos no tendrían base ni para 2030 (ya bastante en entredicho), ni en 2100.

Las alianzas estratégicas pueden transformar estas realidades complejas en futuros prometedores. Nosotros lo hemos vivido con la Fundación Unoentrecienmil, con la que hemos creado una metodología innovadora sobre Salud y Bienestar (ODS 3) para mejorar la calidad de vida de niños y niñas con leucemia a través del ejercicio físico.

Este proyecto no surgió de una visión individual cortoplacista, sino de un ecosistema de colaboración que involucró a la administración y a la empresa privada; a médicos, fisioterapeutas, antropólogos, diseñadores, investigadores y, lo más importante, a las familias. A través de la cocreación a largo plazo, desarrollamos juntos un programa que no solo impactó la recuperación de los pacientes, sino que también generó nuevas líneas de investigación en terapias no farmacológicas.

Un caso similar experimentamos cuando trabajamos con Ashoka en la creación y lanzamiento de la plataforma Impacta+. Un proyecto que impacta en la reducción de las desigualdades (ODS 10) y el empoderamiento del ecosistema emprendedor social. Nuestro rol como orquestadores de un gran ecosistema necesario para llevar a buen puerto un proyecto largo en el tiempo y con muchos agentes involucrados: empresas, entidades y administraciones públicas, organizaciones de financiación, emprendedores sociales, fundaciones, ciudadanía…

Del proyecto nacieron varios prototipos de proyectos de emprendimiento que fomentan la igualdad de oportunidades y aceleran el emprendimiento social en España asegurando que sea más inclusivo, más accesible y con más impacto.

Este desafío colaborativo a veces no está solo en acompañar a las empresas en su propósito, sino en cómo encontrar las mejores herramientas para ejecutarlo. A nosotros nos gusta hablar de organizaciones aumentadas, muy en la línea de ODS 8 sobre trabajo decente y sostenible. Aportar una mirada tecnológica más humanista mediante herramientas de IA que permitan automatizar tareas rutinarias para que los equipos y las personas se puedan centrar en procesos humanos de mayor valor añadido. Así lo estamos implementando en nuestra formación de IA generativas a directivos del Grupo Acciona.

El reto es garantizar que estas herramientas se utilicen para construir un futuro inclusivo, sostenible y basado (otra vez) en la colaboración transversal, donde todos puedan beneficiarse de los avances que están por venir.

Al final, las soluciones más sólidas no se construyen en solitario. Desde el principio, en Innuba, hemos creído en el poder de las redes colaborativas para enfrentar las complejidades del presente. A través de alianzas estratégicas y una visión compartida, podemos lograr un impacto que trascienda lo inmediato.

Porque la fuerza está en la mezcla, y juntas somos más fuertes.

***Nora Miralles y Pepo Jiménez, de Innuba.