“Yo confío” es el lema de la nueva campaña de difusión de Fundación MAPFRE. Se lanza en 27 países de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, con el fin de trasladar la idea de que entre todos podemos construir un mundo mejor. Se trata de la segunda campaña global de la entidad, que profundiza en el territorio de la confianza como eje de transformación.
Julio Domingo Souto, director general de Fundación MAPFRE, explica por qué decidieron hacer la campaña sobre este sentimiento. “En sociología y en psicología la confianza es la creencia de que una persona va a ser capaz de actuar de determinada manera. Que algo va a suceder y funcionar en el sentido en que estás pensando. Yo creo que ese es un sentimiento muy importante”.
La campaña comienza con un guiño a la “moda” que apareció hace unos meses sobre la búsqueda de otros planetas en los que se pudiera vivir. “Nosotros estamos diciendo que confiamos en este planeta, pero no en el planeta físicamente, sino en el ser humano y lo que queremos es trabajar para hacer un mundo mejor, para tener un futuro más humano dentro de este planeta”.
El director general explica que desde su empresa querían poner de manifiesto otros dos asuntos: la importancia del “hacer” y el trabajo de sus voluntarios. Por ello, el spot se basa en casos reales y todo lo que menciona es una parte lo que hacen los voluntarios de los programas de la fundación.
Por otra parte, explica que han decidido hacer el spot en formato vídeo porque el lenguaje visual es universal, fácil y rápido. Además, se trata de un formato que les permite poner en valor la solidaridad sin tener que detallar proyecto a proyecto lo que hacen.
Educación, integración y salud
En la campaña se pueden ver algunos de los logros de la Fundación MAPFRE, entre ellos el hecho de haber contribuido a la inserción laboral de personas con discapacidad, además de haber facilitado el acceso a la salud y mejorado la educación de más de 100.000 niños y jóvenes.
Julio Domingo explica, sobre el proyecto de inserción laboral de personas con discapacidad, que buscan su integración laboral en el mercado regular: “No sólo cambia la vida de las personas con discapacidad y de sus familias, sino que también tiene un impacto positivo en el equipo en el que se integran".
El director de Fundación MAPFRE explica algunos de los logros que busca alcanzar su organización y pone como ejemplo un gran proyecto ubicado en Latinoamérica, en zonas complicadas y desfavorecidas, como las favelas en Brasil. Este combina educación con alimentación y salud.
"Queremos dar una segunda oportunidad a los niños", explica Julio Domingo
Los niños allí no sólo necesitan una educación, sino también comer, ya que sus padres no tienen recursos. Gracias al trabajo de la fundación, estos niños pueden desayunar y comer todos los días en la escuela. A este apoyo alimentario hay que sumar los programas de salud puestos en marcha tanto para los más pequeños como para las madres. “Lo que queremos hacer es dar una segunda oportunidad a estos niños”.
Lucha contra la pandemia
La pandemia del coronavirus ha tenido un impacto directo y negativo en la desigualdad y pobreza. El patronato de la Fundación Mapfre aprobó dos medidas extraordinarias en 2020 dotadas con 35 millones de euros.
Antes de que finalizara marzo destinaron cinco millones a investigación. Después destinaron otros veinte millones a material sanitario en los países en los que actúan y diez millones se quedaron en España.
En 2021, se destinó otro paquete económico para luchar contra la Covid en Latinoamérica. Allí abordan varios frentes, desde las necesidades de material sanitario a las necesidades nutricionales.
Alineados con los ODS
En Fundación MAPFRE son conscientes de la necesidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y por ello trabajan alineados con sus objetivos dentro de su misión fundacional, que consiste en “conseguir mejorar la vida de las personas que viven en este mundo”. Sus actividades tienen un impacto directo sobre más de la mitad de los ODS.
Tienen proyectos relacionados con el fin de la pobreza (ODS 1), la promoción de salud y el bienestar (ODS 3), la educación de calidad (ODS 4) y la igualdad de género (ODS 5). También con el trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8) y la industria, innovación e infraestructura (ODS 9). Otros programas que han puesto en marcha, vinculados a la seguridad vial, impactan también el objetivo de las ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11) y los de acción social suman el ODS 2 de hambre cero.
A todo lo anterior hay que sumar los programas que buscan reducir la desigualdad entre países (ODS 10), los objetivos medioambientales (ODS 15) y los que buscan acuerdos estratégicos y el apoyo de organizaciones públicas (ODS 17).
El papel de los voluntarios
Todos los proyectos que la Fundación MAPFRE pone en marcha son posibles gracias al trabajo de miles de voluntarios.
En la fundación gestionan el trabajo de los voluntarios con una herramienta y una metodología propia, diseñada por ellos mismos. Julio Domingo aclara que miden a los voluntarios como voluntarios únicos, independientemente del número de actividades en las que se involucren.
“No es nada sencillo gestionar todo esto, pero hemos trabajado pivotando en tres cosas: una herramienta y una metodología propias a las que hay que sumar una red de coordinadores que tenemos no solo en España, sino en el resto de países (27)”.
"Estamos muy contentos con nuestros volutnarios. Para nosotros es un orgullo y una satisfacción"
Nos cuenta que, además, los voluntarios reciben una paga, pero se trata de una paga emocional, ya que cuando una persona termina su voluntariado le cambia la percepción “Salió para ayudar y volvió pensando que ha recibido más de lo que ha dado”.
Futuros proyectos
Por último, el director general de Fundación MAPFRE revela los proyectos que están poniendo en marcha o que aún están en fase de gestación. Domingo adelanta que ya han iniciado un programa para ayudar a otras entidades a desarrollar su propio programa de voluntariado corporativo con sus herramientas. Lo hacen sin ánimo de lucro, sin cobrar nada. “Trabajamos en ayudar a implantar el voluntariado empresarial porque creemos que es muy importante.”
También cuenta que van a trabajar contra el desempleo juvenil en España. “Creemos que es un problema delicado que no se va a solucionar de manera rápida. Vamos a abrir programas de empleabilidad”. Otros proyectos que tienen previstos están relacionados con la seguridad vial y la cultura.
Pero hay un tema en el que el director de Fundación MAPFRE incide especialmente y es la malnutrición desde la pandemia. “Muchas familias van a caer en niveles de pobreza para los que no estaban preparados y lo que va a ocurrir es que puede haber malnutrición o incluso necesidades de nutrición”.
Por este motivo explica que han puesto en marcha varios programas, entre ellos el de la galleta nutricional desarrollada por el Grupo Siro. Se trata de un blíster de galletas que aportan el 50% de los nutrientes que necesita una persona. “Ya hemos hecho una distribución en España en todos los bancos de alimentos y estamos empezando a probar la distribución en dos países de Latinoamérica”.
Hasta la fecha se han repartido dos millones de galletas para cubrir las deficiencias nutricionales de 20.000 familias con carencias en su dieta. Su distribución se ha realizado a través del proyecto Sé Solidario con la colaboración de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y la red de voluntarios de Fundación MAPFRE.