Ciudadanos propone la supresión del Senado en su programa electoral para las elecciones generales. En su lugar, el partido de Albert Rivera plantea una Conferencia de Presidentes Autonómicos que se reúna periódicamente para debatir cuestiones relacionadas con la gestión de sus territorios. Esta es la propuesta estrella del plan de 30 reformas institucionales drásticas que Ciudadanos presenta este sábado en Cádiz.
El programa institucional de Ciudadanos tendrá tres ejes. Primero, una reforma de las instituciones que Rivera ha dicho en más de una ocasión que después de 40 años necesitan revisión. Además de eliminar el Senado, Ciudadanos aspira también a hacer desaparecer las Diputaciones y fusionar municipios. Los cambios llegarían también al Congreso y los Parlamentos autonómicos: tendrán mecanismos de mayor libertad y más participación ciudadana. Otro de los ámbitos que será remodelado es el Consejo General del Poder Judicial.
El segundo eje consiste en garantizar la igualdad de derechos en toda España. Es previsible que el modelo actual de financiación autonómica se vea afectado, en especial al concierto vasco y convenio navarro.
El modelo territorial es el tercer eje. Ciudadanos aspira a un sistema federal parecido al alemán, con las competencias muy definidas: habrá competencias exclusivas e intocables del Estado, competencias compartidas y competencias exclusivas de las autonomías. Este cambio es necesario porque desde el partido creen que el Estado autonómico se ha creado sin hoja de ruta y a golpe de pactos entre fuerzas políticas y no se le ha fijado un fin. El partido quiere aclarar y cerrar ese debate en la Constitución.
No todas las reformas institucionales que propondrá Ciudadanos requieren una reforma de la Constitución. Para la mayoría bastará reformas de leyes orgánicas. En el caso del Senado sí será obligatoria la aprobación de dos tercios de la Cámara que surja de las elecciones del próximo 20-D.
Cementerio dorado de políticos
El Senado tiene hoy una discreta función en la vida pública española. Su uso más popular es el de cementerio dorado de políticos que han hecho su carrera en otras administraciones: los ex presidentes autonómicos José Montilla, Luisa Fernanda Rudi, Juan José Lucas, Alberto Fabra o los ex ministros Carmen Alborch o Javier Arenas, entre otros. Su papel como colegislador o cámara territorial es meramente notarial.
Un informe del Consejo de Estado fechado en 2006 sobre cambios constitucionales proponía la reforma del Senado como una de sus prioridades para que fuera una “genuina Cámara territorial” y “cuya actividad no constituya una reiteración corregida del proceso parlamentario ya transitado en el Congreso de los Diputados”.
El simbolismo de Cádiz en el acto de Ciudadanos es obvio. Allí se promulgó la Constitución de 1812, la primera española. Aquel texto proponía de hecho para España una sola cámara. No fue hasta el Estatuto Real de 1834 y la Constitución de 1837 cuando el Senado entró en el panorama legislativo español. Aquellos Senados del XIX estaban formados principalmente por cargos heredados, designaciones del Rey o elecciones corporativas o indirectas. La Cámara Alta sobrevivió hasta la II República, cuando se volvió al modelo unicameral de Cádiz. La transición recuperó el Senado que ahora, por primera vez en democracia, un partido con opciones de gobierno propone eliminar.