En la batalla desatada estos días entre El País y The New York Times subyacen varias aristas. Una de ellas es, más allá de lo sucedido con Miguel Ángel Aguilar, la pugna entre ambos diarios por implantarse en México. Y, además, dicha pelea guarda directa relación con los intereses políticos y empresariales de algunos de sus principales accionistas. En román paladino, el último choque entre los dos periódicos es el reflejo de las innegables disputas entre el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el todopoderoso empresario Carlos Slim.
¿La 'vendetta' de 'El País'?
Después de que la dirección de El País decidiera esta misma semana prescindir de Aguilar por unas declaraciones a NYT, el pasado jueves el diario de Prisa echó más gasolina al fuego. En sus páginas se publicó una información en la que se señalaban “dificultades financieras” en los “intentos de expansión internacional” del diario estadounidense. El País destacó que NYT ha despedido a más de 300 periodistas desde 2008. También se recordaba que el empresario mexicano Carlos Slim se convirtió el pasado enero en el principal accionista del Times, con un 16,8% de las acciones que después ha bajado hasta el 12,33%.
Y, sobre todo, en dicha información se apuntalaban las dudas sobre la independencia del periódico norteamericano al implantarse en el país de origen del citado Slim. Podría parecer que este artículo de El País, titulado “Los problemas económicos limitan la expansión de ‘The New York Times”, era una suerte de vendetta de Prisa como consecuencia de lo acontecido en el caso de Aguilar. Pero no era una venganza, o, al menos, no era solo una venganza. Porque hay que tener en cuenta que si NYT se implanta en México y apuesta por una edición en español, será competidor directo de El País.
No obstante, algunos en el propio diario estadounidense han optado por el humor ante las críticas de El País. Así, el colombiano Ernesto Londoño, miembro del equipo editorial de NYT, respondía en tono jocoso en Twitter a un mensaje de David Alandete, subdirector de El País.
La hemeroteca
En todo caso, lo que no mencionaba el periódico dirigido por Antonio Caño es que el mismo Carlos Slim también ha sido un accionista de referencia en Prisa y aún continúa hoy en su accionariado, aunque de forma residual. En noviembre de 2011 El País anunciaba a bombo y platillo la entrada de un nuevo socio: el magnate Carlos Slim. Este poderoso empresario es uno de los hombres más ricos del planeta y también es de sobra conocida su relación de amistad con el expresidente del Gobierno español Felipe González, quien, a su vez, siempre ha mantenido unas excelsas relaciones con Prisa.
Slim adquirió entonces un 3,2% de las acciones. Y, teniendo en cuenta las conexiones entre González, Slim y Prisa, siempre se ha especulado con que tarde o temprano aumentaría la presencia del mexicano en el conglomerado mediático español mediante alguna ampliación de capital. Extremo que finalmente nunca se ha concretado. En agosto de este mismo año, la empresa Carso, controlada por el empresario mexicano, anunció a la CNMV que ya tenía menos del 3% del accionariado y, por ello, dejaba de ser accionista de referencia. Al mismo tiempo que no aumentaba su participación en Prisa, el célebre Carlos Slim sí decidió apostar por hacerse con más participaciones de la editora de The New York Times, como ya se ha dicho.
Un mercado estratégico
Para el grupo español que preside Juan Luis Cebrián, el mercado mexicano siempre ha sido relevante y ahora es una prioridad estratégica. Prueba de ello es que el diario As abrió una delegación allí el pasado mayo. Y lo mismo hizo hace algo más de un año El País. En esa ocasión estuvieron presentes en la capital azteca el propio presidente de Prisa, el director del rotativo, Antonio Caño, y el empresario Roberto Alcántara Rojas, quien en 2014 inyectó 100 millones de euros en el grupo mediático y se convirtió en uno de sus principales accionistas.
Tras realizar esa inversión, Alcántara Rojas, un empresario del sector del transporte conocido en su país por haber presidido un banco que quebró, se convirtió en miembro del consejo de administración de Prisa. En dicho cónclave se sienta otro compatriota suyo: Ernesto Zedillo, que fue presidente de México entre los años 1994 y 2000. ¿Qué tienen en común estos dos hombres además de ser oriundos de la misma patria? La respuesta es que ambos mantienen excelsas relaciones con el actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, perteneciente, como Zedillo, al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La visita de Peña Nieto a España en junio de 2014 evidenció, de hecho, sus buenas relaciones con el grupo Prisa. El presidente mexicano y Juan Luis Cebrián protagonizaron un coloquio organizado y retransmitido por El País. Además, se publicó una entrevista al mandatario azteca. Quien no mantiene sintonía alguna con Peña Nieto es precisamente Carlos Slim. Como decía el artículo del jueves de El País, “esta relación registró su momento más bajo el año pasado con las restricciones impuestas por el Ejecutivo mexicano a América Móvil por su extensión casi monopolística”.
Así las cosas, si el rotativo norteamericano finalmente aterriza en México, la pelea allí entre El País y The New York Times puede convertirse en el permanente espejo de la batalla entre el Gobierno azteca del PRI y el empresario Carlos Slim.
Los nuevos socios de Prisa
Entretanto, en el grupo mediático español continúan adquiriendo poder nuevos accionistas de todo tipo. Precisamente este jueves, 12 de noviembre, Prisa comunicó a la CNMV que el fondo buitre Ambar Capital ha pasado a controlar el 11,8% de las acciones de la compañía. Dicho fondo, dirigido por Joseph Oughourlian, ha aprovechado el mal momento de muchas empresas españolas durante la crisis para entrar en su accionariado.
Según consta en los registros oficiales de la CNMV, ahora mismo el fondo bajista Ambar Capital es el segundo accionista de Prisa. Solo es superado por el 19% que atesora Rucandio -sociedad de la familia Polanco-. Otro socio con una alta participación es el Grupo Herradura que preside el mencionado Roberto Alcántara Rojas, con el 8,9% de las acciones. Y, como ha informado EL ESPAÑOL, destacan los paquetes accionariales del banco HSCB (con un 9,5% de las acciones), el Banco Santander (4,65%), Caixabank (4,9%) y Telefónica (4,58%).