Iban a ser dos días de celebración socialista, de puesta de largo de la campaña y de promoción de Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno. Sin embargo, a las 11 de la mañana, centenares de dirigentes guardaban un extraño silencio muy poco habitual en el PSOE, un partido ruidoso por definición. Expresaban así su respeto ante la matanza que este viernes 13 de noviembre cortocircuitó París y Francia.
No sonó el himno del PSOE. Pedro Sánchez, el secretario general, no llegó al escenario bajando las escaleras y apretando manos o repartiendo abrazos. En lugar del habitual ritual de los actos socialistas, el partido optó por una breve declaración de condena al terrorismo, un minuto de silencio y la suspensión de los actos de su conferencia política de todo el fin de semana.
"Podrán causarnos dolor, y todos compartimos el sufrimiento del pueblo francés, pero jamás podrán doblegar la voluntad de un pueblo libre y unido”, dijo Sánchez, de riguroso negro y con una inmensa bandera francesa al fondo.
"El terrorismo yihadista es, en estos momentos, la principal amenaza para nuestra seguridad y es el momento de la unidad de todos los países y de todos los demócratas ante este desafío”, pidió. "Fue esa unidad la que nos permitió derrotar al terrorismo de ETA y es esa unidad la que nos llevará a acabar también con el terrorismo yihadista”, dijo ante cientos de dirigentes de su partido.
Sánchez anunció que propondrá al resto de líderes políticos europeos "una estrategia política europea contra la radicalización y el terrorismo islamista, que refuerce el intercambio de información y la cooperación policial y judicial”.
"Menos mal que firmamos el pacto antiyihadista"
También ensalzó el pacto antiyihadista suscrito por el PP y el PSOE hace meses, y que contó con el impulso de Sánchez a pesar de las críticas internas en el partido. "Los que nos criticaban habrán comprobado lo importante que fue hacerlo. ¡Menos mal que lo firmamos!”, comentaban en la Ejecutiva del PSOE. "Acordaos de Irak y de Siria", advertía a varios periodistas un exministro socialista. "No saldremos de esta amenaza sólo con seguridad sino que lo que hace falta es lo que se nos criticó, una alianza de civilizaciones".
En el recinto ferial de Madrid (IFEMA), estaban los ex presidentes Rodríguez Zapatero y Felipe González, así como los otros dos ex secretarios generales, Joaquín Almunia y Alfredo Pérez Rubalcaba. Todos se reunieron con Sánchez para analizar la situación. Es el segundo encuentro de estas características en menos de dos semanas. El primero se celebró en Ferraz por Cataluña, según desveló en exclusiva EL ESPAÑOL.
Como con el desafío secesionista, el PSOE tiene claro que tiene que optar por la responsabilidad y apoyar al Gobierno. "No podemos hacer otra cosa", señalaba un barón autonómico. "Tenemos que estar todos unidos y dejar la campaña para otro día", aseguraba otro barón, para quien "lo importante es que esté claro dónde estamos y que nuestra postura es sólida para que cuando llegue el momento podamos seguir hablando de servicios públicos o de modelo de país".
El PSOE estará al lado del Gobierno y no optará por hacer electoralismo con la tragedia, como muchos en la Ejecutiva critican de Pablo Iglesias, el líder de Podemos. Iglesias se ha desmarcado del pacto antiyihadista argumentando que "hoy no toca hablar de venganza, eso sería caer en el juego de los terroristas".
La actitud de Iglesias recibió respuesta inmediata de Zapatero. "Debería reflexionar", asegura.