Si Ciudadanos es de izquierdas o de derechas es un debate que ha rodeado al partido desde antes de su fundación en 2006. En el grupo de intelectuales que lo promovieron había miembros de las dos tendencias. En Cataluña su papel inicial centrado en el nacionalismo eclipsó sus posiciones económicas y sociales. Ahora, con el salto a la política nacional, las hipotéticas contradicciones se han convertido en tema recurrente. El partido sin embargo se resiste a una identificación clara. La mayoría de votantes puede ver aquello que quiere ver.
En EL ESPAÑOL hemos preparado un “mini juego” para intentar entender qué se propone Ciudadanos. Hemos pedido a tres politólogos -Berta Barbet, Edgar Rovira y Jorge Galindo- que definan cómo de izquierdas, de derechas o ambiguas son las 45 propuestas económicas y sociales que Ciudadanos presentó este año. Hay cierto debate entre los tres sobre si algunas son más de izquierdas o de derechas, pero todos coinciden en un punto: la gran mayoría de medidas escapan al eje tal y como se ha entendido en España.
¿Por qué es tan difícil clasificar a Ciudadanos en el eje clásico de izquierdas y derechas?
1. Porque los datos dicen que son más bien de centro
La ambigüedad de Ciudadanos no es sólo de tres politólogos. Los datos del CIS sobre la ubicación de Ciudadanos lo colocan relativamente centrado en el eje izquierda y derecha clásico.
En el siguiente gráfico vemos que sus votantes se ubican a sí mismos en el centro (5-6). Eso los deja entre los del PSOE y los del PP, pero a la derecha de la media de todos los ciudadanos.
Cuando se pregunta por la ideología del partido, los entrevistados lo ubican entre el centro y el centro-derecha. Aparece de nuevo entre el PSOE y el PP. Su perfil es similar al de los socialistas pero desplazado a la derecha, mientras que el PP es percibido como un partido claramente de derechas.
Los simpatizantes de partidos de izquierdas son lógicamente quienes más a la derecha ven a Ciudadanos. Los de Ciudadanos ven a su partido más en el centro.
2. Porque el partido fomenta una ubicación ambigua que electoralmente le conviene
Ciudadanos quiere ganar las elecciones. Necesita ocupar cuanto más espacio mejor. En España el eje izquierda o derecha se ha definido por las posiciones del PSOE y el PP. Ciudadanos puede crecer reemplazando a uno de los dos en ese eje o buscando otros espacios.
Tiene dos ventajas: primero, es nuevo. Se coloca lejos de ambos en muchos temas que los partidos tradicionales no afrontaban porque no podían: regeneración democrática, nuevo contra viejo, reformas de las administraciones públicas o lucha contra la corrupción.
Segundo, pretende ser transversal. En una entrevista con los lectores de El Mundo en 2006, Albert Rivera decía: “Ciutadans es una opción innovadora en la política catalana y española porque pretende aplicar el sentido común por encima de sectarismos políticos”. Ciudadanos no se mueve por “ideología”, sino por “el sentido común” o “lo que funciona”. Esto es algo que el partido comparte con Podemos, se aparta de “la vieja política” y enarbola una bandera popular para llegar a todos los electores.
Uno de los mantras de Rivera en sus mítines es algo así: todos los partidos opinan sobre nuestras medida, pero nosotros queremos que cada cual proponga las suyas y debatirlas todas juntas. De ahí que salga lo mejor. Ciudadanos insiste en colocarse en el centro también por ser el único capaz de “reunir” a PSOE y PP para llegar a acuerdos. Su apoyo en Madrid al PP y en Andalucía al PSOE encaja en esta estrategia equidistante de partido que busca lo mejor para los ciudadanos, sea del color que sea.
Ese espacio desideologizado era tentador en un momento de gran decepción con los partidos tradicionales. Podemos lo intentó primero, pero el juego de equilibrios no le salió bien. Ciudadanos ha tenido de momento más éxito. Es un espacio eficaz para competir electoralmente, al menos a corto plazo. Pero tarde o temprano la política plantea dilemas en los que la ideología juega necesariamente un papel.
3. Porque en España Ciudadanos emplea etiquetas aún sin usar
Los votantes del PSOE se asocian a la etiqueta “socialista” y los del PP, a “conservador”. Hay al menos tres etiquetas centrales que no están ligadas a un partido en España. Los votantes de Ciudadanos se sienten cómodos en ellas: progresista, socialdemócrata y liberal.
En la biografía de la cuenta oficial de Twitter de Ciudadanos el partido se llama “progresista”. En 2006, Rivera ya decía que el partido se basaba en “unos valores socialdemócratas y liberales”. En Ciudadanos no acostumbran a presumir de ser liberales, una etiqueta demasiado cargada en algunos ámbitos en España. En el libro El dilema de España de Luis Garicano, impulsor del programa económico de Ciudadanos, “liberal” no sale ni una sola vez.
La etiqueta liberal es paradójica. Un 11% de españoles se define con ella, pero se rodea de cierta vaguedad. Es probable que algunos entrevistados la relacionen con las ideas de democracia liberal o incluso con la de libertad. Otros con la doctrina del liberalismo político o económico. Y es posible que algunos piensen en el 'liberal' norteamericano, más cercano al progresismo en Europa. A esta ambivalencia contribuye que la etiqueta no tiene connotaciones partidistas en España. Por eso la prefieran los simpatizantes de partidos nuevos: Podemos, Ciudadanos y antes UPyD. Ocurre igual con la etiqueta “progresista”. En cualquier caso, son etiquetas que alejan a Ciudadanos del eje izquierda y derecha tradicional.
4. Porque se confunde con el eje nacional
Ciudadanos nació en Cataluña como un partido antinacionalista. Entonces ese rol sólo lo tenía claramente el PP por lo que es una posición que se asocia a la derecha. Los datos coinciden. En el CIS de julio, la ubicación de Ciudadanos sobre el eje izquierda-derecha era un 6,06 en España sin Cataluña y un 6,8 sólo en Cataluña. Su posición en el eje nacional arrastra por tanto el partido a la derecha, independientemente del resto de sus políticas.
Juzgar la ideología de un partido es complicado. Lo es aún más cuando apenas ha gobernado y no podemos valorar sus decisiones sino sólo sus propuestas en los temas sobre los que eligen posicionarse. Además hay políticas que escapan al eje izquierda y derecha. Tampoco es posible medir objetivamente qué es de izquierdas o de derechas. El sentido de estas etiquetas cambia en el tiempo y no es igual para todas las personas. Quizás la mejor respuesta nos la ofrecen los votantes: ellos son al final quienes certifican la ideología de cada partido. Y si atendemos a eso, Ciudadanos es hoy un partido de centro y centro-derecha. Para sus simpatizantes el partido es más de centro y para la población general de centro-derecha.
En una época de cambio como la actual, los temas principales varían y mueven los ejes. “Hacer ver que decidiremos nosotros estos temas y dónde acabarán situándose los partidos en ese nuevo espacio es inútil”, dice la politóloga Berta Barbet. “Eso lo decidirán los ciudadanos”.