Unos, los más jóvenes y de partidos nuevos, vuelven a clase. Y los otros, los más veteranos y de partidos viejos, hacen novillos. Los primeros se vieron las caras en aquella edición de Salvados que arrasó en audiencia. Y ahora se enfrentan de nuevo, esta vez en la Universidad. Los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, protagonizarán este viernes el primero de los debates electorales. Los dos candidatos han despejado su agenda de este jueves para ultimar los detalles de esta cita que finalmente solo tendrá dos contendientes porque los otros dos invitados, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, han decidido no tomar parte.
El formato
La cita es este viernes a las 12.30 horas en el Auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid, ubicado en el campus de Leganés, aunque el debate podrá seguirse por streaming a través de diversos medios como EL ESPAÑOL. El periodista Carlos Alsina es el moderador elegido por la asociación de estudiantes Demos, el organizador del evento. Tras unas palabras de la presidenta de Demos, María Ruiz, y del moderador a modo de introducción, será el momento del cara a cara.
Primero, cada uno de los aspirantes a la Moncloa dispone de cinco minutos para presentar su postura inicial. Después, el debate tendrá dos bloques diferentes de 40 minutos cada uno.
El primer bloque será un debate puro entre Iglesias y Rivera con Alsina como moderador. Los temas propuestos por los organizadores y aceptados por los candidatos serán cuatro: economía; sanidad, pensiones y políticas sociales; educación; y transparencia y regeneración democrática. En el segundo bloque los protagonistas serán los estudiantes de la Universidad Carlos III. Los aspirantes responderán a sus preguntas. Y no habrá ningún filtro a las mismas. Es decir, los asistentes preguntarán aquello que deseen sin ningún tipo de censura. Se trata, en definitiva, de un formato novedoso que hasta ahora nunca se había hecho en España a las puertas de unas elecciones generales.
El segundo asalto
Este debate entre Rivera e Iglesias es una suerte de segundo asalto entre ambos. Semanas atrás los dos participaron en un cara a cara del programa Salvados que dirige Jordi Évole. El vencedor de aquel primer asalto fue, según la mayoría de analistas, el presidente de Ciudadanos. Fue en aquella ocasión cuando el líder de Podemos reconoció su cansancio. Y, de hecho, en los días posteriores a la emisión en el partido morado explicaron que Iglesias no había tenido su mejor día.
El líder de Podemos y sus compañeros tienen ganas de revancha. Este segundo asalto llega, además, en la recta final de la precampaña electoral, que es casi lo mismo que la propia campaña. No parece casualidad que el secretario general de Podemos se haya despejado de actos este jueves. Es, de hecho, el único día en que Iglesias no ha aparecido en algún acto público. Tras el debate, reactivará su agenda, con visitas al programa de María Teresa Campos, el sábado, y a El Objetivo de Ana Pastor, el domingo, sin olvidar, además, que ese mismo día se celebra una reunión del Consejo de la Paz que ha puesto en marcha el partido como respuesta al terrorismo yihadista.
Tampoco parece casual que Albert Rivera, también con una agenda más que apretada, solo haya concedido una entrevista radiofónica este jueves por la mañana y haya suscrito el pacto antiyihadista. Así, el uno y el otro se han centrado en preparar su estrategia para un debate, el de la Universidad Carlos III, donde también tendrán que enfrentarse a los más de mil alumnos que llenarán el auditorio.
Los temas candentes
El encuentro entre Rivera e Iglesias resulta especialmente morboso porque ellos se han lanzado duros reproches en los últimos días. Si en el debate de Salvados pareció que ambos tenían muchos puntos en común o asuntos en que existía cierta facilidad para llegar a acuerdos, conforme pasan las horas el enfrentamiento entre los dos se ha ido recrudeciendo. Sobre todo desde Podemos se ha atacado con fiereza a Rivera a cuenta de la postura que ha adoptado como respuesta a los atentados de París y la guerra de Siria. Iglesias, Íñigo Errejón y otros líderes de Podemos se han empeñado en destacar el “belicismo” del candidato de Ciudadanos y le han comparado varias veces “con el Aznar de las Azores”, entre otras cosas.
Precisamente parece claro que uno de los temas candentes del debate de este viernes será el pacto antiyihadista y los bombardeos en Siria. Otro tema que aparecerá con casi toda seguridad es la demanda que ha anunciado Albert Rivera contra Juan Carlos Monedero después de que este último sugiriera hace unos días que el líder de Ciudadanos consume drogas. Según una nota de Ciudadanos, Albert Rivera dice que su formación “debatirá con todos los partidos que quieran, pero no se puede atentar contra el honor de los adversarios políticos con mentiras y difamaciones”. En otro orden de cosas, un asunto insoslayable será el problema catalán, aunque no sea uno de los asuntos propuestos por los organizadores.
Los ausentes
En este debate a buen seguro se hablará de los ausentes. La asociación Demos de la Universidad Carlos III invitó también al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El candidato del PP a repetir en la Moncloa ni siquiera ha dado respuesta a este grupo de jóvenes que organiza el acto. Y, de hecho, ellos afirman que “las invitaciones seguirán encima de la mesa hasta que se celebre el debate”. No parece, sin embargo, que el jefe del Ejecutivo vaya a aparecer por sorpresa en la Universidad.
Quien sí se negó a acudir fue Pedro Sánchez. Desde Demos explican que el candidato del PSOE “da la espalda a la Universidad pública”. Una universidad que, destacan, “en su día fundó el socialista y padre de la Constitución Gregorio Peces-Barba”. Tras cuatro meses de conversaciones entre los organizadores y el equipo de Sánchez, él no acude “por cuestiones de agenda”. El PSOE intentó, sin éxito, enviar como sustituto a Antonio Hernando. Pero las reglas en este caso son que solo debatirán los cabezas de lista. Allí estarán Albert Rivera y Pablo Iglesias, que sí han cambiado su agenda para debatir ante los universitarios.