Albert Rivera, candidato a la presidencia del Gobierno de Ciudadanos, ha visitado por primera vez el hemiciclo del Congreso de los Diputados. Era la jornada de puertas abiertas, pero su protocolo era distinto al del resto de visitantes. Le ha recibido el presidente, Jesús Posada, que le ha acompañado. En el hemiciclo ha sido entrevistado por Radio Nacional de España.
La encuesta del CIS ha confirmado que Rivera está más cerca que nunca de ocupar un escaño destacado en ese Parlamento: “Eligen los españoles, así que espero que nos sitúen en el banco del Gobierno”, ha dicho el candidato. Es una opción lejana, pero que nunca había sido tan probable como a poco más de dos semanas de las elecciones.
Ciudadanos empieza la campaña, según el CIS, en tercera posición pero empatado con el segundo, el PSOE. Según los datos del sondeo, el partido de Rivera ha crecido casi cinco puntos desde el CIS de octubre. Su esperanza es que la tendencia hasta el 20-D se mantenga y queden segundos. Con un resultado bueno y el apoyo de un PSOE que quedara tercero, Rivera podría sentarse en el banco que más desea.
El candidato naranja ha insinuado de nuevo que aspira a repetir el escenario de las elecciones canadienses del 19 de octubre: "¿Por qué no pensar que lo que ha ocurrido en Canadá se dé en España?" El partido que iba tercero dos meses antes en Canadá -los liberales de Justin Trudeau- acabó logrando la mayoría absoluta. En España esa remontada a estas alturas es extremadamente improbable -el voto del PP está muy solidificado-, pero el sorpasso al PSOE acercaría el escenario de Ottawa.
Más allá de los cálculos electorales, la noticia de estas elecciones es el fin del bipartidismo. El debate y los nervios hoy en España no están solo en Génova y Ferraz. El panorama ha cambiado tanto que no hay aún sinónimos asentados del callejero de Madrid para referirse a Ciudadanos o Podemos: "Por primera vez las elecciones no se van a jugar entre dos partidos. El mapa político está cambiando”, ha dicho este jueves Rivera.