Ya no es necesario viajar a Irak o Siria para convertirse en un miembro del Estado Islámico y recibir las instrucciones necesarias para perpetrar un atentado: toda la información está en la red. Así se deduce tras la última operación efectuada en Cataluña y Canarias, en la que agentes de Policía Nacional han detenido a dos personas, un hombre y una mujer, que, además de captar nuevos terroristas a través de internet, los adiestraban en el manejo de armas y explosivos.
En lo que llevamos de año, las Fuerzas de Seguridad del Estado han detenido a cien yihadistas; muchos de ellos, en el mismo aeropuerto, cuando estaban a punto de embarcar rumbo a Siria o Irak. El Estado Islámico trabaja desde hace tiempo en su estrategia de propaganda a distancia. De hecho, el cibercalifato que han creado en las redes se ha constituido en su principal medio de captación. Pero el entorno de Abu Bakr Al-Baghdadi, líder del Daesh, sabe que uno de los puntos débiles de esta estrategia es el viaje que los militantes realizan a suelo sirio o iraquí para recibir formación.
Los dos yihadistas detenidos en España, dos marroquíes con documentación española, trataban de salvar este escollo basándose en los soportes digitales. Según afirman desde Interior, distribuían “material multimedia para el uso y manejo de artefactos explosivos y armas largas”. Los “militantes en remoto” -como se llama a los terroristas captados y adiestrados de este modo- no tienen más que seguir las instrucciones para golpear en nombre del Estado Islámico.
Los expertos coinciden en que no es posible trazar un perfil sobre las personas que terminan engrosando las filas de la organización terrorista. En el proceso de adoctrinamiento hay varios pasos, que van desde la radicalización a través de contenidos multimedia hasta la integración definitiva en una célula.
Operación a dos bandas
La operación policial se efectuó conjuntamente entre las localidades de Mataró (Barcelona) y Pájara (Fuerteventura). Estas dos personas, que ya habían jurado fidelidad a Abu Bakr Al-Baghdadi -líder del EI-, actuaban como una señal de radio en España para la organización. Desde su sistema de propaganda recibían los contenidos multimedia que debían distribuir en todos los niveles de internet: desde las redes sociales hasta la red profunda, de acceso más restringido. Los mensajes, igualmente, iban desde el ensalzamiento de las actividades terroristas hasta información detallada de cómo se debían manejar y manipular armamento y explosivos.
El Estado Islámico ya venía practicando este método desde hacía tiempo. Su sistema de propaganda cuenta con 33 productoras audiovisuales y con varias revistas en las que difunden sus mensajes. La más conocida en Occidente es Dabiq, editada en inglés, en la que piden a los fieles que vayan “a la guerra” y dan instrucciones sobre los objetivos prioritarios. Pero los yihadistas detenidos en España iban un paso más allá y entregaban información personalizada a los nuevos captados, de acuerdo a sus perfiles y capacidades.
628 detenidos en once años
“El adiestramiento se realiza en el país de residencia del activista”, destacan desde Interior. “Ya no es necesario viajar a territorio sirio/iraquí para recibir formación”, prosiguen, tras explicar que esta circunstancia corrobora “la nueva estrategia” de la organización terrorista para incorporar nuevos militantes en remoto.
Según los datos que manejan desde el Ministerio, desde el 11-M se han detenido en España a 628 personas por su relación con organizaciones yihadistas. En lo que llevamos de 2015, cien personas han pasado por dependencias policiales por diferentes delitos vinculados con el terrorismo islámico; una cifra solamente superada por las estadísticas de 2004, cuando se detuvieron a 131 personas.