David Vitali era un perfil más entre centenares de miles: una gota en el océano. Pero la Asamblea de la CUP le coronó héroe efímero de la realidad virtual. Su mensaje horas antes de la reunión de Sabadell recibió más de 4.000 retuits. No es para menos.

Faltó su voto. Si hubiera deshecho el empate ya nunca lo sabremos. Pero Vitali recibió tal cantidad de mensajes, que el hombre está pensando quedarse un tiempo en Andalucía hasta que amaine el temporal.

La tensión se palpaba en el ambiente. En dos votaciones previas, el no a Artur Mas se imponía ligeramente.

Pero llegó la tercera votación y el empate. El resultado dejó estupefacto al propio Gerard Piqué, un viejo cono-cido de las redes sociales a la hora de opinar sobre lo que se le cante. 

Otros andaban despreocupados, como si la cosa no fuera con ellos. El líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, por ejemplo, estaba cogiendo limones y naranjas en el campo.

La sorpresa inicial dio paso al cachondeo. Y el hashtag #ANECUP (Asamblea Nacional Extraordinaria de la CUP) se convirtió en un cajón de sastre para todo tipo de comentarios. Los memes llegaron mucho antes que los análisis sesudos sobre el escenario político en Cataluña. ¿Quién realizó ese recuento? Dicen que las papeletas se contaron hasta tres veces. Pero entonces, ¿quién fue el responsable de semejante empate?

Una pista de atletismo de Sabadell fue el epicentro del país durante algunas horas. El empate era inamovible, como en un partido de Liga. Si Albert Rivera comparaba los sucedido con La vida de Brian, pues se publicaba un meme de la película casi al instante. Y así, hasta el infinito. 

Después de todo, quedaba proponer dos soluciones. Una encuesta para desempatar o convertir a Antonio Baños, líder de la CUP, en protagonista de La historia interminable. Obviamente, ganó la segunda.

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