Deutsche Bank es optimista con la economía española. Todos los factores cíclicos que apoyan el crecimiento del país seguirán empujando este año, aunque con algo menos de fuerza que en 2015. Estos factores son de sobra conocidos: crédito, petróleo y euro baratos durante todo el año, una prima de riesgo baja y la recuperación del sector inmobiliario.
Todos los efectos coyunturales que pueden apoyar a la economía doméstica este año, lo harán, por lo que el banco de inversión es optimista. “El PIB avanzará un 2,8% este año y en ningún caso menos de un 2,5%”, indica Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España. Este ‘en ningún caso’ se refiere a la incertidumbre política y el futuro gobierno. Pase lo que pase en la política española este año, la economía avanzará con fuerza, ya que está en un “círculo virtuoso” de efectos coyunturales que apoyan el ciclo alcista. “El consumo de las familias no depende del Gobierno, depende del empleo”, remarca Duce.
Se necesitan reformas sociales
El banco no duda que la recuperación coyuntural se prolongará durante todo este ejercicio, pero reconoce que España necesita reformas importantes. Estas medidas que pide el banco no van en la línea de realizar más ajustes y flexibilizar el empleo, sino que demanda políticas activas para “combatir la desigualdad social y crear empleo”.
La entidad ofrece al futuro Gobierno unas recetas que se alejan de lo que pide habitualmente la gran banca de inversión. En su opinión, es prioritario que el Estado adopte medidas para reducir la segmentación laboral como una vía para reducir la desigualdad de la sociedad. Además, pide que se aprueben políticas activas contra el desempleo y se apoye a los emprendedores y a los colectivos en riesgo de exclusión del mercado de trabajo. El paro de larga duración es uno de los problemas de España, con porcentaje demasiado elevado de personas en riesgo de quedar para siempre fuera del mercado laboral.
No creo que en 2016 vaya a haber un fuerte ajuste fiscal, el próximo Gobierno negociará en Europa que sea más fino
Deutsche Bank cree que ya se ha pasado el tiempo en el que España tenía que hacer fuertes ajustes fiscales para reducir su déficit y pide que, sin perder este objetivo, también se impulsen políticas sociales activas. “No creo que en 2016 vaya a haber un fuerte ajuste fiscal”, indica Duce, “El próximo Gobierno negociará en Bruselas para conseguir un ajuste fiscal más fino”. En su opinión, el Estado cerrará 2016 con un déficit en torno al 3% del PIB.
En el plano fiscal, el banco pide un esfuerzo del Estado para combatir el fraude fiscal y a las autonomías, que sean más eficientes. Además, reclama la independencia del sector judicial como una de las reformas clave que necesita España.
La entidad también reconoce los esfuerzos que el país ha hecho en los últimos años que “están permitiendo a España avanzar por encima de la media europea”. Duce asegura que “el modelo de crecimiento ha cambiado” y ahora se centra en las famosas productividad, competitividad e internacionalización. En su opinión, España no puede aspirar a volver al modelo del crecimiento del consumo a ritmos del 4%, porque esto no es sostenible para la economía doméstica, como quedó patente antes del estallido de la crisis.
Camino hacia la paridad
Tres de los pilares fundamentales para la recuperación de la economía española en 2015 y que deberían seguir favoreciendo el crecimiento en 2016; son el euro, el petróleo y la prima de riesgo. Los tres activos seguirán cotizando a precios bajos, lo que servirá para que las empresas ahorren costes y las familias reduzcan gastos.
En el caso de la divisa, Deutsche Bank confía en que el tipo de cambio siga cayendo contra el dólar, hasta el punto de llegar a la paridad a lo largo del año, e incluso superarla. De este modo, el euro podría caer en los próximos meses hasta su nivel más bajo en 14 años.
También es optimista con la prima de riesgo, que espera que caiga hasta la zona de 100 puntos básicos, o incluso, por debajo. “Para un país con una deuda de casi el 100% del PIB, tener unos costes de financiación bajos es clave”, señala Duce. Sus previsiones para el bono alemán apuntan a una rentabilidad para este año del 1% y para el bono español, en el entorno del 2%.
En cuanto al precio del petróleo, creen que seguirá barato durante todo el año. “Si la OPEP no mueve ficha, es difícil que el precio se recupere”, indica Diego Jiménez-Albarracín, responsable de renta variable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España. Y reconoce que el conflicto entre Irán y Arabia Saudí hace todavía más complicado que la Organización pueda llegar a ningún tipo de acuerdo. Además, Estados Unidos ha levantado la prohibición de exportar petróleo, por lo que el país empezará a vender crudo por primera vez en 40 años. En definitiva, más oferta en un mercado inundado de petróleo. El banco estima que el crudo se mantenga en el entorno de los 45 dólares hacia final del año.