La resaca del éxtasis de Podemos en el primer día en el Congreso es un pesado y doloroso dolor de cabeza por los grupos parlamentarios. Hasta ahora, el partido exigía que el PSOE reconociese cuatro, uno liderado por Pablo Iglesias y tres para sus aliados territoriales en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. Pero Pedro Sánchez pactó con Ciudadanos y las dos formaciones tienen previsto rechazar junto al PP la exigencia del partido morado.
Podemos había hecho de su exigencia un casus belli. O el PSOE apoyaba sus reivindicaciones o las negociaciones de cara a la investidura de Pedro Sánchez estarían heridas de muerte antes de nacer, trasladaron sus dirigentes con insistencia.
Constituir cuatro grupos parlamentarios multiplicaría su presencia en el Congreso, como el tiempo para tomar la palabra y la presencia en comisiones. Un ejemplo sencillo basta para entenderlo: si los grupos parlamentarios tienen media hora para responder al presidente del Gobierno en un Debate sobre el Estado de la Nación, el PSOE tendría que ajustarse a ella mientras que Podemos, En Comú Podem, Es el moment-Podem y En marea-Podemos tendrían dos horas. Pero también dispondrían de al menos 1.029.495 euros más para financiarse, según el régimen económico vigente.
Plurinacionalidad, pero no para Euskadi
Este jueves, Íñigo Errejón repitió en los pasillos del Congreso su exigencia de cuatro grupos, pero se resignó a buscar una solución alternativa "en los próximos días". El Reglamento no favorece la creación de cuatro grupos y para defender esa interpretación Podemos sólo cuenta con dos de los nueve miembros del órgano que lo decide: la Mesa del Congreso, constituida este miércoles. Además, tiene ciertas contradicciones. Si Errejón asegura que su partido quiere hacer "de la plurinacionalidad una bandera", en ningún momento han reclamado un grupo propio para el País Vasco, donde late un sentimiento independentista mucho más agudo que en la Comunidad Valenciana o en Galicia, por ejemplo.
En cualquier caso, Podemos ya no hace de los cuatro grupos parlamentarios una condición sine qua non para un pacto de izquierdas. Según Errejón, Podemos sigue "con la mano tendida" y "sin ninguna línea roja", porque el PP "no puede repetir en la Moncloa". Sin embargo, el pacto de la Mesa del Congreso con Podemos fuera "ha alejado un poquito más al PSOE del cambio".
Podemos se enfrenta ahora a unos días frenéticos para decidir qué hacer. No tiene muchas opciones.
1. Cuatro: improbable
Con una mayoría de la Mesa del Congreso en contra, Podemos tiene muy difícil que En Comú Podem, la alianza con Compromís y con los nacionalistas gallegos resulte en cuatro grupos diferenciados.
Errejón ha asegurado que lo pedirá y los otros tres partidos de la Mesa (PP, con tres representantes; PSOE, con dos; y Ciudadanos, con otros dos) ya han dicho que no. Según el reglamento del Congreso, los partidos tienen cinco días para constituir los grupos parlamentarios, pero la Mesa puede ampliar el plazo.
2. Dos: la fórmula del Senado
Este jueves, Podemos presentó en el Senado la propuesta para constituir su primer grupo parlamentario nacional. Sin embargo, la semana que viene registrará otra solicitud para que los senadores vascos de Podemos y los de En Marea, Compromís-Podem, En Comú Podem y Catalunya Sí que es Pot tengan el suyo propio.
El reglamento del Senado es similar al del Congreso. Impide formar grupo a los parlamentarios que no hayan competido entre sí por formar parte del mismo partido. Sin embargo, Dolors Pérez, senadora de Compromís-Podemos, ha explicado a Europa Press que estas coaliciones son distintas de Podemos y que deberían por tanto poder organizarse al margen de la formación morada. De otro modo, sería "poco democrático". La Mesa del Senado se reunirá el próximo miércoles para tomar una decisión.
3. Un único grupo: la ingobernabilidad
"Nos faltó una semana y un debate", dijo sonriente y con mucha sorna Pablo Iglesias después de las elecciones generales. Se refería así a los 1,4 puntos que separan a Podemos del PSOE. A Podemos... y a sus aliados territoriales, de los que se olvidó en esa frase.
Iglesias siempre ha fantaseado con ser el líder de la oposición. La ley d'Hont convirtió esa diferencia con el PSOE en 21 escaños, algo que podría haber sido matizado con la integración de IU, que con un número de votos similar a En Comú Podem logró 10 diputados menos.
Un único grupo liderado por Iglesias daría un gran empujón a su consolidación como líder nacional, en competencia directa con Sánchez. Sin embargo, sería ingobernable. Las tensiones en las negociaciones con la plataforma de Ada Colau, Compromís, Anova, el partido de Xosé Manuel Beiras y los miembros de IU que sí se integraron en las candidaturas hacen prever unos intensos debates internos debidos a las diferencias ideológicas. Sin embargo, este es el escenario más plausible en este momento.
Este viernes, la vicepresidenta del Congreso que le corresponde a Podemos, Gloria Elizo, asumió la posibilidad de crear "un grupo parlamentario de cuatro grupos parlamentarios" en su funcionamiento.
4. Un grupo y ¡sálvese quien pueda!
Recién salido del pleno de constitución del Congreso, Joan Baldoví lo dejó claro. Su partido, Compromís, explorará "todas las alternativas" para lograr grupo propio si la Mesa del Congreso rechaza, como es previsible, los cuatro grupos que siguen siendo la reivindicación oficial.
Baldoví, que repite como diputado, se siente "legitimado a buscar alternativas para que la voz de las valencianas y los valencianos no se quede ahogada y escondida en un grupo mixto".
IU podría entrar en fórmulas creativas para la formación de grupo. Con tan solo dos diputados, Alberto Garzón podría cortejar a Compromís para llegar al límite de cinco diputados que exige el reglamento. Garzón anunció su intención de formar grupo parlamentario, algo que en el pasado ya ha hecho con el BNG y con ERC. En este caso, los diputados de las alianzas territoriales del Podemos podrían preferir unirse a un grupo pequeño con IU en vez de diluirse en el de Pablo Iglesias.
Otra opción, no descartada por los aliados de Iglesias, es pasarse directamente al grupo mixto, donde podrían tener más recursos y tiempo de palabra tras el adelgazamiento producido el 20-D.