Los resultados del 20 de diciembre dibujaron un paisaje incierto. Cualquier acuerdo requiere tres o más socios, excepto uno entre el PP y el PSOE. Todas las combinaciones son políticamente complejas y tienen costes para alguna parte. Por eso, sobre la negociación planea el fantasma de una repetición de elecciones.
Este fin de semana se han publicado las primeras encuestas para esas hipotéticas elecciones, con los resultados siguientes.
Tanto Metroscopia como Invymark observan un avance del PP y de Podemos. Esto coincide con la teoría más extendida: que un bloqueo electoral centrifugaría el voto hacía las opciones extremas.
Las dos encuestas observan un retroceso del PSOE, que pierde el segundo puesto frente a Podemos. Ese sorpasso en las encuestas no es una sorpresa: Podemos crecía antes de las elecciones, y mejoró sus expectativas, algo que suele traducirse en una mejoría en las encuestas.
La única diferencia importante se da con Ciudadanos. Invymark observa un retroceso del partido, mientras que Metroscopia le da tres puntos más. La estimación de Metroscopia sorprende porque la opinión más extendida era que repetir elecciones ahora perjudicaría al partido de Albert Rivera. Sus votantes, viendo al partido cuarto, estarían tentados de elegir entre PP y PSOE.
En general, los dos sondeos ofrecen estimaciones cercanas a los resultados de las elecciones. Es normal porque los votantes no somos tan volátiles. Sin embargo, las cosas podrían cambiar bastante si finalmente hay repetición elecciones esta primavera. ¿Pero en qué dirección? Ante la posibilidad de nuevas elecciones circulan estos días muchas teorías. Pero esas teorías, como las encuestas que acabamos de ver, deben tomarse con mucha cautela. A continuación repaso algunas incógnitas sobre unas hipotéticas elecciones.
1. Quién paga las culpas
La primera pregunta si hay nuevas elecciones es quién pagará las culpas de que las haya. Los electores suelen castigar a un partido si lo perciben como el responsable de un bloqueo institucional.
El PSOE puede pagar ese precio si sus votantes potenciales lo castigan por no favorecer un gobierno del PP. Pero el más expuesto al castigo es Podemos: una parte del electorado de izquierdas le podría castigar por impedir un gobierno del PSOE.
2. Qué líderes repiten
La segunda cuestión que afectará los resultados de unas elecciones son los candidatos. Albert Rivera y Pablo Iglesias repetirán, pero hay más dudas con Mariano Rajoy y sobre todo con Pedro Sanchez. Los efectos de un relevo son inciertos.
3. Qué pasa con las confluencias
Las confluencias de Podemos con otras fuerzas le reportaron 29 diputados en Galicia, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Que esas coaliciones se repitan no está garantizado.
Las confluencia se pueden romper por varios motivos. Por ejemplo, si creen que eso les acerca a tener grupo propio en el congreso. También puede haber tensiones entre Podemos y sus socios en Cataluña si Podemos negoció con el PSOE una renuncia al referéndum. Además es posible que Compromís apueste por un acuerdo con el PSOE a nivel nacional, y si Podemos acaba rechazando ese acuerdo y forzando las elecciones, Compromís podría plantearse concurrir por separado.
4. El 'framing' de las elecciones
Una última incógnita sobre unas elecciones repetidas es saber cómo van a interpretarlas los ciudadanos. ¿Serán percibidas como unas elecciones convencionales o serán entendidas como una segunda vuelta? Los votantes podrían votar simplemente sus opciones favoritas o hacerlo en otra clave, concentrarse en las opciones mayoritarias o votar pensando en coaliciones probables.
Esta cuestión y las que he ido comentando definirán el marco de las nuevas elecciones. Influirán también otros asuntos que no podemos prever y circunstancias que aún no conocemos, como las novedades en la cuestión catalana, o las elecciones en Galicia y el País Vasco.
Todas estas incógnitas hacen casi imposible anticipar el resultado de unas elecciones hipotéticas. La incertidumbre domina. Lo hace para los comentaristas políticos, para la prensa y para el conjunto de ciudadanos. Pero también para los políticos. Estos días diseñan estrategias y negocian a partir de muy pocos datos, tirando de intuiciones. Es algo que a menudo olvidamos: que los políticos toman decisiones desde el vacío.
Noticias relacionadas
- PP y PSOE, asustados por el circo que han creado
- ¿Demacrado, hundido... y amortizado?
- Celia Villalobos no quiere quedarse sin un chófer “tonto” al que abroncar
- C's y víctimas del terrorismo se unen para rebautizar las calles
- ERC planta al Rey hasta que reciba a Forcadell
- La militante que desafía a Rajoy con una pregunta: “¿Por qué la gente no vota al PP?"