El PP quiere seducir al PSOE para conseguir la investidura de Mariano Rajoy y está dispuesto a negociar todo. “En un pacto tienen que ceder las dos partes”, reconocía este miércoles por la mañana el presidente del Gobierno en funciones. El líder del PP aprovechó una entrevista televisiva, con Ana Rosa Quintana como testigo, para lanzar la sugerente oferta que tiene preparada para Pedro Sánchez: apoyarle en todos los ayuntamientos y autonomías donde los socialistas gobiernan gracias al respaldo de Podemos.
El secretario general del PSOE rechazó la oferta antes de oírla: “Se equivoca y vuelve a hablar de sillones y no de soluciones para los ciudadanos”. El trueque, sin embargo, podría ser victorioso para el PSOE, que depende del apoyo de la formación de Pablo Iglesias en dieciséis capitales de provincia. El terremoto que se produjo tras el 24-M, el día que se celebraron las elecciones autonómicas y municipales, provocó que el PP perdiera quince capitales de provincia de las 34 que tenía y cinco de sus autonomías pasaran a manos de PSOE y Podemos.
Para que Extremadura, Castilla-la Mancha, Baleares, Comunidad Valenciana y Aragón pasara del color azul al rojo, los socialistas tuvieron que negociar con Podemos. Emiliano García-Page destronó a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, gracias a un referéndum que convocó Podemos y que consiguió el 96% de los votos a favor. En Extremadura, el popular bombero José Antonio Monago cedió de nuevo el sillón de presidente a Guillermo Fernández Vara aunque, en su caso, la consulta de Podemos no fue tan clara: solo el 45% de los militantes de la formación de Pablo Iglesias apoyó al expresidente y algo más del 29% optó por la abstención.
En Baleares, el gobierno recayó en la socialista Francina Armengol, que consiguió el apoyo de Podmeos y Mes después de que se sometieran también a la decisión de sus bases. El socialista Javier Lambán consiguió ser el nuevo presidente de Aragón con los votos a favor de su propio partido y el apoyo de los tres partidos de la izquierda: Podemos, CHA e Izquierda Unida. Consiguió derrotar a Luisa Fernanda Rudi (PP) con 35 votos a favor en la segunda votación de investidura, uno por encima de la mayoría que requería el proceso, y 32 en contra. El histórico feudo popular que perdieron los populares fue la Comunidad Valenciana, donde PSOE consiguió el apoyo a la elección del socialista Ximo Puig como presidente de la Generalitat tras firmar un “apoyo crítico” con PSPV-PSOE y Compromís.
A cambio de la investidura de Mariano Rajoy, el PP estaría dispuesto de 'dar de baja' a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que consiguió un concejal menos que la popular Esperanza Aguirre pero se hizo con el bastión municipal gracias al apoyo del PSOE que entonces lideraba el socialista Antonio Miguel Carmona, ahora relegado a concejal raso. Podemos se hizo con cinco de las ciudades más importantes del país. Además del Palacio de Cibeles, los de Pablo Iglesias conquistaron los ayuntamientos de Barcelona, Zaragoza, A Coruña y Cádiz.
Tras las últimas elecciones municipales, el PP dejó de gobernar en Alicante, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Huelva, Huesca, Las Palmas, Palma de Mallorca, Sevilla, Oviedo y Valladolid, ciudades en las que el PSOE se ha hecho con la Alcaldía tras sellar acuerdos con la marea morada. También perdió Valencia, histórica plaza conservadora, donde gobierna Compromís tras llegar a un acuerdo con PSPV y Valencia en Común. Los otros dos municipios que el PP tiende la mano al PSOE para que deshagan su pacto con la marca local de Podemos son Toledo y Lugo.