“No tengo intención de irme, al revés”. Rita Barberá reapareció ante la prensa el martes día 19 de enero en la sede del PP en Valencia. Lo hizo para criticar al PSOE y sus movimientos para formar gobierno en Madrid. Hacía medio año, desde que fue desalojada de la alcaldía tras 24 años de reinado, que había enmudecido. Un “silencio respetuoso e inteligente” durante un “retiro voluntario” de los focos, dijo.
Mal momento para reaparecer. Justo una semana después, los agentes de la UCO de la Guardia Civil irrumpieron en el Ayuntamiento para registrar el grupo municipal popular. Fue uno de los 33 registros de la Operación Taula que ha acabado por provocar la disolución del partido de Barberá en Valencia y ha elevado las sospechas sobre la gestión de la exalcaldesa. Ahora permanece recluida en su casa.
En Taula han caído personas de la total confianza de Rita Barberá, como la exconcejala de Cultura y asesora de la exalcaldesa, María José Alcón, y la secretaria del grupo popular desde 1991, Carmen García Fuster. Ambas fueron detenidas. La operación también golpeó al sucesor de Barberá, Alfonso Novo, que está imputado y debe comparecer ante el juzgado el próximo miércoles.
A ellos se suman concejales, exconcejales, asesores y otros miembros del PP local que han sido interrogados por la Guardia Civil en una investigación sobre el posible blanqueo de dinero a través de donaciones y amaño de contratos. La exalcaldesa, a quienes muchos identifican como 'la jefa' de la que se habla en algunas de las grabaciones de la trama investigada, niega cualquier irregularidad.
Con tantos nombres de su entorno ‘hundidos’ por Taula, no son pocos los que se preguntan por qué la macrooperación no la ha tocado. La respuesta hay que buscarla en el sillón que ocupa en el Senado desde julio del pasado año, tras ser despojada de la alcaldía, y su consiguiente condición de aforada ante el Tribunal Supremo, condición que la protege de las primeras fases de la investigación. No es la primera vez que Barberá se libra de ser señalada directamente por escándalos de corrupción.
POR QUÉ RITA NO ESTÁ EN EL JUICIO A NÓOS
El juez instructor de Nóos, José Castro, dijo en una entrevista a la Cadena SER el día que arrancaba el juicio que el hecho de que Barberá ni el expresidente valenciano, Francisco Camps, estuvieran sentados en el banquillo demostraba, a su parecer, que no había “un trato igualitario” con el resto de encausados. “Mandé una exposición razonada que avalaba que fueran imputados porque así creía que debía ser”, apostilló.
En esa exposición razonada mandada al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano, Castro habló de que ambos pudieron tener una “participación delictiva” en la contratación de Nóos para eventos celebrados en Valencia y por los que se pagaron unos tres millones de las arcas públicas, la mitad a través de una fundación con fondos municipales, sin ningún tipo de control ni justificación del gasto.
El juez citó una reunión a instancias de Urdangarín con Camps y Barberá para celebrar los Valencia Summit, una cumbre de ciudades y deporte. Aquella cita fue, según Castro, el momento en el que se acordó la contratación de Nóos. Los Valencia Summit se celebraron en 2004, 2005 y 2006.
El TSJ rechazó la petición de imputación al afirmar que en ese momento procesal (dejó una puerta abierta para el futuro) no había indicios suficientes para determinar la participación directa de los dos dirigentes. El tribunal no negó la reunión con Urdangarín, pero concluyó que aquel encuentro no bastaba “por sí solo” para sostener la responsabilidad de que fueran ellos quienes ordenaran y presionaran por la contratación y no fuera una decisión de los escalones inferiores en la administración.
La Audiencia de Palma acabó imputando al vicealcalde, Alfonso Grau (esposo de la detenida Alcón) y reprochando que no se hubiera reclamado la imputación de Barberá y Camps en la última fase antes de abrir juicio. Rita Barberá pasará por el juicio de Nóos pero para declarar como testigo.
LOS REGALOS “HABITUALES”
La exalcaldesa también pasó como testigo por el juicio del caso de los trajes que sentó a Camps en el banquillo de los acusados. Allí se escuchó una grabación en la que Álvaro Pérez ‘El Bigotes’ hablaba de comprarle un regalo a Barberá. “Un bolso de Louis Vuitton es un regalo absolutamente habitual”, dijo en el juicio. La senadora también habría recibido regalos de otras dos instituciones vinculadas al Ayuntamiento y cuya gestión ha sido o está siendo objeto de investigación.
Una de ellas es la causa que investiga el saqueo de casi 24 millones de Emarsa, la empresa pública de gestión de aguas residuales de Valencia. Una secretaria llegó a declarar que en dos ocasiones llevó bolsos de Loewe a Barberá. La segunda institución es Feria Valencia, donde fue presidenta del patronato. La fiscalía investiga sobrecostes y gastos millonarios en dietas que salieron a la luz tras un informe de la Intervención de la Generalitat que está en manos del Ministerio Público. La exalcaldesa también recibió regalos de esta institución.
ESTALLA EL ‘RITALEAKS’
Es el penúltimo caso en el que se ha visto señalada Barberá. La fiscalía investiga desde mayo una denuncia de Compromís, el conocido como ‘Ritaleaks’, sobre gastos de representación en su último mandato. Se investigan facturas de hoteles, comidas, viajes, etc, así como si la exalcaldesa pagó con dinero público desplazamientos a actos del PP en otras ciudades. En su reciente comparecencia pública fue preguntada por esta investigación. Barberá respondió: “¿Y si hablamos de Irán?”. La fiscalía ha estado requiriendo más documentación al Ayuntamiento de Valencia sobre este caso.
RAJOY: “RITA ESTÁ ABSOLUTAMENTE LIMPIA”
El terremoto que la Operación Taula ha provocado en el PP parece no afectar a la senadora Barberá ni al respaldo de Génova. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, mostró su apoyo incondicional en un acto electoral celebrado en mayo de 2015 en la plaza de toros. Allí dijo: “No es solo la mejor alcaldesa de la historia de Valencia, sino una de las grandes alcaldesas que ha tenido y tiene España”.
Y lo dijo sabiendo que la fiscalía acababa de abrir una investigación por el Ritaleaks. El respaldo no ha menguado tras la macrorredada. Rajoy dijo entonces de Rita: “No está acusada de nada ni ha sido llamada a declarar. Pido un poco de mesura. No puedo decir nada distinto de que está absolutamente limpia”.
Su compañero en el Senado y expresidente valenciano, Alberto Fabra, es más comedido y aseguró no poner la mano en el fuego por nadie tras ser preguntado por la gestión de la exalcaldesa y su posible implicación en la trama.