El ex presidente catalán "jamás" ha estado en una institución financiera andorrana. Al Principado acudió siendo 'president' a dar conferencias en tres o cuatro ocasiones, entrevistándose con el Cap del Govern o acompañando a su esposa a esquiar -él no practica ese deporte-. Pero nunca ha pisado un banco andorrano. Es más, su mujer tenía dinero en Andorra y tampoco le acompañó nunca a su banco.
Así de tajante fue Jordi Pujol i Soley en su declaración en calidad de investigado ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata este martes. Lo que no pudo explicar, según fuentes jurídicas, es cómo el Banco Reig -después Andbank- tenía firma autorizada de él para poder manejar el dinero de una de las cuentas de su hijo sin haber estado previamente en el banco.
La firma autorizada de Pujol en una de las cuentas a nombre de su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, es clave tanto para el instructor como para la Fiscalía Anticorrupción. Según las fuentes consultadas, el juez fue muy incisivo con Pujol para que intentara explicar por qué si la cuenta no era suya, y si nunca antes había estado en el banco, existía en la cartulina de firmas de la cuenta la firma autorizada que le correspondía a él.
De la documentación remitida por las autoridades andorranas a la Audiencia Nacional, se desprende que Jordi Pujol i Soley entregó al banco un manuscrito en el año 2001 en el que reconocía que el dinero guardado en la cuenta a nombre de su hijo era realmente suyo y, en caso de morir, debía ir destinado a su esposa, Marta Ferrusola, también investigada.
Ese documento recoge la firma oficial de Puijol y su firma autorizada. Esta última consiste en escribir en letra los números de la cuenta. Y esa misma firma autorizada es la que consta en la cartulina de firmas que tiene el banco y la que se maneja para saber quién tiene la autorización para mover el dinero.
Expertos financieros explican que ésta es la mecánica habitual utilizada en cuentas en paraísos fiscales para que el titular real pueda manejar sus fondos a pesar de que la cuenta esté a nombre de un testaferro. En este caso el testaferro sería su hijo. De la investigación se desprende que el ex presidente catalán poseía la firma autorizada de la cuenta y con esa firma se registraron varias salidas de efectivo, una de ellas de 1,1 millón de euros en 2010, salida que dejó a cero el saldo.
"Por un hijo sea hace cualquier cosa"
Ese manuscrito lo entregó al banco cuando todavía era presidente de la Generalitat y, por tanto, ocupaba cargo público y es la razón por la que está investigado por un presunto delito de blanqueo de capitales.
Sin embargo, durante su interrogatorio no supo explicar por qué tenía firma autorizada. Se mantuvo inamovible en sostener que no le encuentra ninguna explicación a que aparezca esa firma autorizada vinculada a él.
El contenido de ese documento, según su versión, no es real. No se "vanagloria" de haberlo hecho pero fue un favor a su hijo. Según el ex presidente catalán, la cuenta, en la que se ingresaron 307 millones de pesetas -y que llegó a multiplicar la cantidad por diez- era de su hijo y el dinero también.
Sin embargo, su vástago quiso engañar a su entonces mujer, Mercé Gironés, y hacerla creer que los fondos eran de su padre para que en un hipotético proceso de divorcio no se los reclamara. "Por un hijo se hace cualquier cosa", manifestó durante el interrogatorio.
"En Cataluña no soy cualquier persona"
Tanto el juez como los fiscales fueron muy incisivos en el interrogatorio, que duró más de tres horas. El ex presidente catalán no se movió ni un ápice de su versión del legado familiar para explicar los fondos ocultos por su familia en Andorra. Su padre, Florenci Pujol, tenía oculto un dinero y antes de fallecer decidió dejarlo a los hijos de Jordi y a la esposa de éste, Marta Ferrusola, sostuvo. Él no formó parte de ese legado por el "miedo político" que supondría tenerlo. En esas fechas, ya había decidido que se iba a dedicar a la política y optó por desentenderse de ese dinero, según declaró. Sabía que sus hijos y su esposa lo habían guardado en Andorra pero desde entonces no quiso saber nada de la gestión.
Pujol se desentendió del dinero por su cargo y su familia no quiso declarar a Hacienda ese dinero por la persecución política que podría sufrir el patriarca. Sin embargo, una vez que en 2003 abandonó la política activa, "¿qué miedo político había entonces como para no declarar esos fondos?", le preguntaron. Jordi Pujol dijo que él en Cataluña "es algo más" que una persona cualquiera y seguía teniendo miedo que se utilizara políticamente ese legado familiar.
"¿Lo afloraron cuando lo publicó el diario El Mundo, verdad?", le espetó el fiscal, tras escuchar esta explicación. "¡No!" respondió el ex presidente catalán. Lo decidieron sus hijos de manera espontánea y se lo comunicaron 'a posteriori'.
Fue precisamente después de regularizar los fondos en julio de 2014, y una vez que ya había saltado a los medios de comunicación las primeras informaciones sobre dinero de la familia en Andorra, cuando Pujol i Soley emitió un comunicado público en el que reconocía que su familia había ocultado dinero en Andorra sin declararla a Hacienda.
Desconectado del trabajo de sus hijos
En la causa que se tramita en la Audiencia Nacional se sospecha que el dinero que guardaba el hijo mayor en Andorra y que movió por varios países tiene como origen las comisiones ilegales pagadas por empresarios adjudicatarios de obra pública en Cataluña.
Los investigadores sostienen que la familia Pujol podría haber recibido 'mordidas' de empresarios a cambio de que éstos intermediaran para conseguirles obra pública en Cataluña. De esta manera, Jordi Jr habría acumulado 11 millones de euros. Sin embargo, el patriarca dijo desconocer los negocios de su hijos. Aseguró ante el juez que no sabe en qué consisten las comisiones que cobraba su hijo por hacer labores de intermediación con empresas.
Es decir, el ex 'molt honorable' ignora el origen del dinero ganado por su hijo, mantiene que el dinero oculto proviene de una herencia familiar -de la que no ha aportado ninguna documentación demostrativa- y su familia no declaró ese legado por el “miedo político”. Ante esta línea argumental, ni la Fiscalía, ni el juez, ni ninguna acusación insistió en preguntar por una posible corrupción política de trasfondo.
Según fuentes de su defensa, no existen datos para construir una mínima acusación sobre la existencia de comisiones ilegales por obra pública. Además, sostiene que del interrogatorio no se desprende nada que pueda ensombrecer la posición procesal y la figura del ex president. Según fuentes de la defensa, Pujol "ha tenido ocasión de desarrollar el contexto político y económico que movió a su padre a constituir un legado en el exterior en favor de su mujer e hijos".
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