Insultos, abucheos e incluso algún manotazo. El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha sido recibido este viernes a su llegada a los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid por un reducido grupo de preferentistas con gritos de "ladrón, ladrón", mientras algunos han tratado de abalanzarse sobre él llamándole "chorizo". Uno de ellos ha protagonizado además un incidente porque se ha caído en el lugar, cerca del exvicepresidente del Gobierno.
Rato declara este viernes como investigado por la presunta comisión de delitos fiscales, de corrupción entre particulares y de blanqueo de capitales en una nueva pieza secreta abierta por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal, que investiga irregularidades en su patrimonio.
Tras siete horas de permanencia en una sala del Juzgado, Rato abandonó la sede judicial sin nuevas medidas cautelares. El instructor le impuso el pasado octubre la obligación de entregar el pasaporte y de efectuar una comparecencia mensual.
Fuentes jurídicas indicaron que, pese a la prolongada estancia del ex vicepresidente del Gobierno en el Juzgado, su declaración ha sido más breve que en las anteriores ocasiones. En contra de lo inicialmente difundido, la hermana de Rato no ha sido citada por el instructor y no se encontraba hoy en la sede judicial.
Es la tercera vez que Rodrigo Rato comparece en los Juzgados de la Plaza de Castilla en relación con este procedimiento, después de que ya lo hiciera el 22 de julio del pasado año, cuando se negó a contestar a las preguntas del magistrado hasta conocer en detalle a qué acusaciones se enfrentaba, y el 7 de octubre, cuando sí accedió a declarar.
El Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid investiga desde principios de 2015 a Rodrigo Rato por supuestos delitos fiscales y de blanqueo, entre otros. La investigación se centra en la recepción por una empresa de Rato llamada Kradonara de 6,5 millones de euros de origen desconocido entre 2001 y 2010. Gran parte de esos fondos fueron invertidos en un hotel en Berlín del que Rato es copropietario.
La investigación también abarca el supuesto cobro de comisiones por Rato a cambio de la adjudicación de contratos de publicidad de Bankia a las empresas Publicis y Zenith por valor de 47 millones de euros en 2011 y 2012, cuando el ex político presidía esa entidad bancaria.
Ninguno de esos hechos ha sido, sin embargo, objeto de declaración en la comparecencia de este viernes, enmarcada en una pieza que permanece secreta.
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