La aritmética es tozuda. El acuerdo suscrito este miércoles por el PSOE y Ciudadanos será papel mojado si ambas formaciones no consiguen tarde o temprano la abstención del Partido Popular o de Podemos para que Pedro Sánchez sea elegido presidente del Gobierno. Por ahora, los portavoces de ambas formaciones han dejado claro que votarán "no" en las sesiones de investidura que se celebrarán la próxima semana.
Salvo sorpresa mayúscula, será a partir del 6 de marzo, un día después de la segunda votación, cuando se abrirá un nuevo escenario político hasta ahora inédito en España. Tal vez los partidos dirigidos por Mariano Rajoy y Pablo Iglesias puedan cambiar de postura en los dos meses previos a la convocatoria automática de elecciones. ¿Cuál de los dos podría abstenerse con más facilidad teniendo en cuenta el contenido del acuerdo? En ambos casos parece harto complicado, aunque es más factible abstenerse para el PP, sobre todo en materia económica y territorial.
El PP, cerca y lejos
Hay una parte inquebrantable del programa de los conservadores que los nuevos socios quieren abolir, por eso es prácticamente imposible conseguir la abstención del Grupo Parlamentario Popular a la investidura de Pedro Sánchez. El PP está dispuesto a asumir como suyas medidas de regeneración democrática, como eliminar los aforamientos de diputados y senadores y otras medidas para incentivar el empleo. Pero está radicalmente en contra de otras medidas, como eliminar las Diputaciones y el Senado.
En el documento, sin embargo, no aparece la derogación de la reforma laboral que el PSOE llevó en su programa. El salario mínimo apenas se sube un 1% en 2016, la subida propuesta por el Gobierno en funciones actual. Además, aunque el PSOE siempre ha calificado como "injusta" la última reforma fiscal del PP, el acuerdo no la modifica y tampoco hay mención a la rebaja fiscal que proponía Ciudadanos. Con estas premisas, estarían más cerca de conseguir un apoyo tácito con el PP que con las fuerzas de la izquierda, que han salido en bloque para criticar el acuerdo entre Pedro Sánchez y Albert Rivera.
Otro de los puntos más polémicos es la LOMCE. PSOE y Ciudadanos han acordado paralizar la actual ley educativa puesta en marcha por el PP “en todos aquellos aspectos que no ha entrado en vigor”. El acuerdo establece un plazo de seis meses para conseguir un “marco legal consensuado” resultado de un gran pacto por la Educación. Aunque el documento no menciona expresamente la derogación de la 'ley Wert', como recogía el programa electoral de los socialistas, es un acuerdo que el PP no puede asumir y que tendría como consecuencia inmediata la suspensión de la 'reválida' de sexto de primaria, prevista para mayo.
Fue también el ministro José Ignacio Wert quien tuvo que subir el polémico IVA cultural hasta el 21%, con sus consecuentes huelgas que provocaron su desgaste personal. El PP ha jugado mucho a anunciar que bajará este impuesto, pero aún no lo ha hecho y ahora son los nuevos socios los que proponen rebajarlo hasta el 10%.
Rivera y Sánchez también se han comprometido a reformar, aunque no derogar, la Ley de Seguridad Ciudadana y a revisar el Código Penal eliminando la prisión permanente revisable, una medida que puso en marcha el PP durante la pasada legislatura con el único respaldo de sus diputados.
Los sindicatos
Uno de los puntos del acuerdo que más choca con el programa del PP es el convenio laboral. El PSOE ha colado en el acuerdo a Ciudadanos “mantener la ultraactividad de los convenios durante el período de renegociación y establecimiento de un período máximo de 18 meses, durante el cual deberá acudirse a resolver las discrepancias en un procedimiento arbitral”. Con este párrafo, sito en la página 20, vuelve a devolver a los sindicatos la fuerza que el PP les quitó a la hora de arreglar las discrepancias entre trabajadores y empresarios.
Dos temas embarazosos para los líderes conservadores son regular cuándo una mujer puede abortar libremente y la maternidad subrogada. En la página 39 del documento que sellan Sánchez y Rivera, el PSOE “se reserva” la posibilidad de impulsar la reforma de la ley del aborto en relación con las jóvenes de 16 y 17 años. Por su parte, es Ciudadanos el partido que “se reserva” la posibilidad de impulsar la regulación de la maternidad subrogada, así como la custodia compartida. Dos puntos que el PP no aceptaría por nada, como apoyar la ley de muerte digna que quieren los socialistas.
Podemos, aún más complicado
En primea instancia, Podemos votará en contra del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos por no pocas discrepancias. Y en el futuro no será fácil para los firmantes lograr su abstención. Más allá de la mera táctica política, el documento que han rubricado Pedro Sánchez y Albert Rivera contiene algunos puntos que el propio Íñigo Errejón ha calificado de "incompatibles con Podemos y con el cambio".
Las principales quejas de Podemos tienen que ver con las propuestas en materia económica. El número dos del partido ha citado el "abaratamiento del despido". Con esas palabras se refería a la propuesta de C's y PSOE sobre las indemnizaciones por despido. El texto de marras incluye (página 21) una "indemnización creciente por despido por causas económicas, organizativas, productivas, técnicas y de finalización del trabajo que tendrá un coste de 12 días el primer año, que se transforman en 16 días el segundo año y confluya con los 20 existentes para los contratos indefinidos, reduciendo los saltos en la cuantía. En caso de despido improcedente la indemnización será de 20 el primer año, 25 en el segundo hasta confluir con los actuales 33 días por año".
En suma, se trata de un modelo progresivo que rechaza de plano el partido morado. No por casualidad, el número dos de Podemos hablaba de que este pacto supone "una tercera reforma laboral encubierta que hará las delicias del Ibex 35 y los privilegiados".
En materia fiscal, el pacto de C's y PSOE incluye una mención a una posible rebaja del IRPF en el futuro. En la página 17 del texto se puede leer que ambos partidos pretenden "reformar el IRPF con el objetivo de reducir las rentas del trabajo cuando la situación presupuestaria lo permita y, mientras tanto, no subirlos los tipos". También en este punto Podemos propone exactamante lo contrario.
La estabilidad presupuestaria
El pacto de investidura y legislatura de PSOE y C's también incluye un compromiso sólido con la estabilidad presupuestaria y, por ende, la dependencia de los márgenes que decida la Unión Europea. Se dice textualmente (página 16) que ambos partidos apostarán por "mantener un firme compromiso con la estabilidad presupuestaria y el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE", así como por "cumplir los nuevos objetivos de déficit que se negocien con las autoridades europeas, situando el déficit por debajo del 3% en 2017".
No es ningún secreto que Podemos está en contra de que las autoridades de Bruselas decidan estos márgenes y planteen duras exigencias a España. De hecho, una de las principales exigencias del partido morado es que se modifique el artículo 135 de la Constitución, que es el que reformaron PSOE y PP en el verano de 2011. El propio Errejón recordaba este miércoles que en el acuerdo no se menciona el cambio de este polémico artículo. En el texto solo hay una referencia (página 65) que además resulta confusa.
En otro orden de cosas, tampoco hay mención alguna en el acuerdo a las derogación de la ley mordaza, algo que también recordaba Errejón. Igualmente, remarcaba las ausencias de una subida importante del salario mínimo interprofesional (en la página 32 se habla de un incremento del 1%) y del final del copago sanitario (en la página 35 se estipula "garantizar que el copago farmacéutico no sea una barrera de acceso, en especial para personas en situación de especial vulnerabilidad").
Cataluña, otro obstáculo insalvable
Por si todos los puntos de orden económico y social ya mentados fueran pocos, el documento de PSOE y C's aleja de la abstención a Podemos por otro asunto de importancia capital en la política española: el referéndum en Cataluña. Casi al final del texto (página 65), los partidos firmantes hablan de "oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España".
Como es sabido, Podemos y sus socios catalanes abogan por la celebración de una consulta vinculante en Cataluña y por el reconocimiento de la "plurinacionalidad" de España. Sin embargo, el PP coincide con esta propuesta de PSOE y Ciudadanos en la defensa del actual diseño territorial.
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