La militancia del PSOE le dio el visto bueno este sábado, con un apoyo mayoritario, al pacto entre Pedro Sánchez y Ciudadanos. Era, por tanto, un buen día para que el líder de la formación naranja, Albert Rivera, ensalzara el papel mediador que ha jugado en las negociaciones de cara a la investidura de la próxima semana y el que, apunta, aún pretende desempeñar los siguientes días.
Rivera, en una entrevista en el programa La Sexta Noche, celebró que el acuerdo saliera adelante como una manera de desbloquear una situación de enroque motivada por "el empeño de Rajoy y Pablo Iglesias" en que no haya legislatura.
"No imaginé este escenario"
En este sentido, tuvo que salir al paso cuando fue preguntado por uno de sus mantras de campaña, en el que afirmaba que no pactaría con ninguno de los partidos mayoritarios hasta que no hicieran algo con los casos de corrupción que los salpica. Sin embargo, esta alianza contradice aquellas palabras. "Tengo que reconocer una cosa: no imaginé el escenario que podría quedar y cometí un error", dijo. Rivera confesó que, "como Rajoy y Sánchez no se dan la mano, no nos quedó más remedio [a Ciudadanos] que bajar a la arena".
Instó al PP y a Rajoy a que ayude para que "todo esto pase" y salga de su inmovilismo, recordándole que "hay dos opciones: decir 'pasapalabra' y no moverse; o buscar un consenso de 9 millones de españoles". Tampoco evitó el 'recado' a su nuevo socio, Pedro Sánchez, afirmando que buena parte de la situación actual se debe a la "guerra fría" entre ambos dirigentes.
La celebración de unos nuevos comicios no vendría dado tanto porque "los españoles se hayan equivocado votando sino porque ha habido un error al leer los resultados". Lo que está claro, a la luz de los acontecimientos, es que la campaña que vendría "cambiaría mucho el panorama, sería una más de desbloqueo y de buscar soluciones que de presentar el programa". Pero para evitarlas, "pediría un poco de sentido de Estado, que bastante tienen los españoles con aguantarnos a los políticos", aseguró.
Peso de C's en el texto del pacto
Ciudadanos asegura que sacar adelante alguna medida en el pacto con los socialistas "fue peor que sacar una muela" aunque, da a entender su líder, que los matices no afectan esencialmente su programa, al señalar que "casi el 80% de sus propuestas están contempladas". Además, señaló que "hay medidas que incluso tienen calendario de aplicación".
Dentro de estas medidas, una que tiene una letra pequeña que puede motivar diferencias entre los dos firmantes es la que atañe a la reforma laboral. "¿Derogación o reforma?", preguntaron a Rivera. Apostaba más por la segunda, aunque con matices: "Lo que habrá es un nuevo marco de relaciones laborales que no es ni el de Zapatero ni el de Rajoy".
En lo que no ocultó un rastro de sorpresa fue en el hecho de que el socialista hubiera hablado directamente de "derogación". En este sentido, aseguró que no puede "evitar que Pedro Sánchez, no sé por qué, diga lo que no dice el documento".
Respecto al tema de los imputados, el número uno de la formación naranja también defendió que "meter la pata es distinto a meter la mano", por lo que fue muy tajante al señalar que este campo había sido prioritario a la hora de iniciar las negociaciones, tanto para el debate de investidura, como en las comunidades autónomas en las que han alcanzado acuerdos de Gobierno: "Esto no es un campeonato de imputados. En España hay corrupción, la ha habido y esperamos que menos, pero la habrá".
Albert Rivera también dejó claro que el texto del pacto con el partido socialista no incluye ninguna mención expresa a Cataluña, sino un tratamiento transversal, como el de cualquier otra comunidad: "No hay sólo un apartado exclusivo. Decimos 'no' a la secesión y 'no' a la declaración de independencia y 'sí' a las reformas de España pero nunca a la ruptura", concluyó.