La trama Púnica planeó utilizar máquinas de rayos X para conocer el contenido de sobres sellados y garantizarse así los contratos públicos a los que optaba. La idea -técnicamente imposible con este tipo de tecnología- fue propuesta al empresario David Marjaliza por Pedro García, responsable de la multinacional francesa Cofely, que recibió cerca de 160 millones de euros en contratos públicos durante el periodo investigado.
El 17 de junio de 2014 -a las 10:31 de la mañana- sonó el teléfono del empresario David Marjaliza. Al otro lado del terminal, Pedro García estaba reunido con Antonio Sánchez, alcalde de Serranillos del Valle. La localidad madrileña había sacado a concurso un contrato de eficiencia energética por más de cuatro millones de euros y los hombres de Cofely trataban de obtenerlo a toda costa. Tanto que, con el consentimiento del alcalde, planeaban abrir el sobre con la oferta de la competencia (la empresa Elecnor en este caso) y volver a cerrarlo sin ser detectados.
La pregunta a Marjaliza no deja lugar a dudas:"¿Nos puedes mandar un especialista en despegar goma?". "Yo te puedo mandar lo que tu quieras", contesta el testaferro confeso de Francisco Granados. "Déjame que pregunte. Lo tiene él, ¿no?", pregunta Marjaliza en referencia al alcalde. "Sí, sí. Tú como eres McGyver... Pues ya dije, a quién voy llamar: a McGyver". "Pues déjame que pregunte, te llamo yo y ya veremos cómo lo hacemos".
La resonancia dental
Cuatro horas después, Marjaliza recibe una nueva llamada del directivo de Cofely. Sabe que el empresario de Valdemoro ha invertido en varias clínicas dentales y planea como alternativa utilizar los escáneres médicos para conocer el contenido de los sobres sin necesidad de abrirlos: "Oye, una preguntita. ¿Tú tienes un tac no? [...] Eso si metes un sobre, ¿se ve lo que hay dentro?". "Ni puta idea", contesta Marjaliza. "Pero lo puedo preguntar". "Como esto es de alta resolución y demás, oye no sé, si te ven ahí un granito o cualquier historia...", insiste el responsable de Cofely. "Vale, vale, voy a preguntar". "Pero bueno, si no, la segunda opción", recalca Pedro García, en referencia a su petición anterior de abrir el sobre sin levantar sospechas.
Según el sumario del caso, el objetivo de Marjaliza y los responsables de Cofely era conocer la oferta concreta de la empresa rival para pujar a la baja. "La parte técnica no es problema", mantiene Pedro García en las conversaciones telefónicas, al entender que esta parte de la elección, subjetiva y dependiente de los técnicos municipales, estaba ya asegurada.
Las escuchas telefónicas autorizadas por la Audiencia Nacional delatan la organización de una reunión posterior entre el alcalde de Serranillos del Valle, David Marjaliza y el representante de Cofely. Un encuentro que tuvo lugar fuera del pueblo a petición del primer edil, que se negaba a que Marjaliza le recogiera en el ayuntamiento "con un Mercedes".
El 25 de julio de 2014 un equipo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil documentó la reunión celebrada entre los tres imputados en el bar "El Jabalí" de Moraleja de Enmedio. La fecha es importante ya que, aunque las ofertas de las dos constructoras en puja estaban ya presentadas, todavía no se había constituido la mesa de contratación que debía decidir sobre el contrato. Según los informes de la Guardia Civil, el primer edil de la localidad madrileña pidió a Granados 25.000 euros en metálico para comprar un coche. El dinero nunca se pagó, ya que la operación estalló antes de la fecha pactada.